Zafra de terneros: Inicio anticipado, oferta récord y precios que siguen buscando un equilibrio

11/02/2023

Un informe de Rosgan asegura que los números de enero confirman el escenario esperado. El contexto de seca que sigue primando en gran parte de los campos ganaderos obliga a los criadores a liberar tempranamente la invernada.

De acuerdo a los datos de movimiento de animales informados por Senasa en base a los documentos de traslado de hacienda (DTe), durante enero salieron de los campos con destino a otros establecimientos de cría e invernada un total de 677.575 terneros y terneras, lo que representa el dato más alto de los últimos siete años, desde que se publica la serie. Este mismo récord de oferta se viene registrando desde el mes de noviembre del año pasado, momento en que la seca comenzó a acelerar la salida de invernada liviana de los campos.

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El adelantamiento de las salidas claramente trae asociado un menor peso logrado por ternero destetado. Si bien este es un dato difícil de cuantificar a través de las estadísticas disponibles, a modo de aproximación, se puede corroborar a través del porcentaje de terneros de categorías livianas que han estado llegando a los diferentes remates durante el mes de enero.

Precios.

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Si tomamos como referencia los datos de Rosgan, donde arriba invernada procedente de diferentes provincias del país, vemos que en el primer remate de este año de mediados de enero el 30% de los terneros y terneras comercializadas correspondieron a categorías de menos de 160 kilos mientras que, en igual mes del año pasado esta proporción no llegaba al 10% del total de la categoría, y dos años atrás apenas representaban el 9% del total.

En este contexto, el precio del ternero Rosgan, que en enero del año pasado valía a moneda de hoy unos $611 el kilo, un mes atrás -previo a la suba de valores- apenas lograba $359 promedio, acumulando una pérdida en términos reales de más de 40 puntos porcentuales.

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Barreras.

Sin dudas este también ha sido un factor determinante al momento de vender esta invernada. Menos campos para sostener la hacienda, menos kilos logrados por ternero y precios retrasados, un combo que al final del día obliga a vender mayor cantidad de cabezas para sostener los ingresos.

Un ternero que en enero del año pasado podía estar saliendo del campo con 170 a 180 kilos, hoy muchos campos lo están entregando con apenas 140 kilos o menos. Esto esta una pérdida real de entre un 18% y 20%, dependiendo del kilaje logrado. Si a esto se suma la desvalorización del precio del ternero mencionada, significa una pérdida de ingresos para el criador por la venta de esa invernada de más de un 50%, de un año a otro.

Por su parte, el feedlot también venía sufriendo una descapitalización muy feroz en los últimos meses, con márgenes negativos que llegaron a rondar el mes pasado los $20.000 en términos brutos, por animal engordado. Sin embargo, durante enero siguieron registrando ingresos muy sostenidos de hacienda.

Stocks.

De acuerdo a los datos provistos por el Senasa durante el último mes, ingresaron a los establecimientos de engorde a corral unos 339.360 animales -entre todas las categorías-, esto es un 18% más que lo registrado en 2022 y el registro más alto para ese mes en los últimos cuatro años.  Asimismo, la cantidad de animales reportados en stock al 1ro de febrero de este año, según el mismo Senasa, alcanza los 1.588.000 animales, un 4% superior al número registrado en enero del año pasado.

Esta recomposición algo adelantada de los precios del gordo, permite volver a posicionar al feedlot como una alternativa, aunque ajustada, viable para absorber este elevado nivel de oferta.

El precio del novillito liviano en el mercado de Cañuelas había perdido durante el último año más de un 30% de su valor real. En tan solo una semana, subió unos $100 permitiendo acotar el retraso real a unos 15 puntos y mejorando sustancialmente el margen del feedlot, al menos para una terminación corta.

El precio del ternero, aún muy incierto, también recuperó en promedio unos $100, pasando de un ternero liviano de $360 a $460 el kilo. Sin embargo, el retraso real que aún sigue teniendo el ternero es de casi 25 puntos porcentuales, de un año otro.

La pregunta es cuánto margen tendrá el ternero para reacomodarse en este escenario, con toda una zafra por delante, campos que aun no terminan de aliviarse y una demanda que, si bien ha recuperado capacidad de compra para esa invernada tras los últimos ajustes, aún está testeando la reacción del consumo que, en definitiva, como último eslabón de la cadena, es quien terminará definiendo verdaderamente cuán lejos se encuentra el techo de esta suba.