Los indicadores de pobreza e indigencia de la Región Centro como resultado de un modelo que no funciona
30/09/2022
Por Julio Panceri – CPN – Docente – Consultor
La tensión política continúa, y aunque falta más de un año para las elecciones presidenciales, la clase política sigue inmersa en sus internas y los intereses electorales subyacen debajo del conflicto político.
Mientras tanto, la conflictividad social en la calle aumenta y el descontento ya se nota de manera generalizada, sindicatos y grupos de movimientos sociales están haciendo notar que el modelo de ajuste planteado no tiene rumbo aparente ni resultados efectivos que mostrar, al menos en el corto plazo y que existen necesidades urgentes que no pueden esperar repuestas políticas desacertadas y sin sentido.
El producto de los desórdenes políticos y económicos que viene soportando el país en las últimas décadas, nos muestra que la pobreza y la indigencia siguen siendo un flagelo y se han convertido en un problema estructural que ya se ha afianzado, del cual no será tan sencillo y rápido salir, más aún cuando vemos que el entramado social se sigue debilitando y el conflicto se ve en la calle, con mayores niveles desigualdad.
El índice de pobreza del primer semestre del 2.022 se ha ubicado en el 36,5% con un indicador de indigencia del 8,8% (0,6% superior al segundo semestre de 2.021), estos datos se dieron en un contexto inflacionario que oscilaba entre el 3% y el 5% mensual, el mayor problema lo veremos al terminar el segundo semestre de este año, ya que estamos constatando indicadores inflacionarios mensuales que oscilan entre el 6% y el 7%, con ingresos que se vienen actualizando por debajo de esos indicadores (pérdida de los salarios reales). Es obvio que estos indicadores de pobreza que son “muy altos” son menores a los que se registraron en el pico de la pandemia (segundo semestre de 2.020 con indicador de pobreza del 42,0%) y un 1% superiores al 35,5% del segundo semestre de 2.019 (último semestre anterior a la pandemia).
Para tener idea de cómo se encuentra América Latina, las estimaciones de pobreza que hace Cepal para el 2.022 se ubican en el 33%.
Los cinco conglomerados con mayor pobreza en el país, durante el 1º semestre del 2022:
Región Centro
A pesar de representar aproximadamente el 20% del producto bruto geográfico nacional, el 40% de las exportaciones nacionales y ser uno de los principales productores de materias primas para alimentos del país, los indicadores de pobreza del 1º semestre de 2.022 muestran que la Región tiene niveles de concentración y desigualdad que derivan en altos niveles de pobreza (en algunos lugares por encima de la media país y de Latino América).
El Indec mide seis conglomerados dentro de las tres provincias que conforman la región, existen tres conglomerados que están con indicadores de pobreza por encima del promedio nacional (Concordia, Gran Córdoba y Gran Santa Fe) y dos con indicadores de indigencia superiores a la media nacional (Concordia y Gran Córdoba)
Entre Ríos
Presenta el segundo conglomerado poblacional más pobres del país que es Concordia (grave problema estructural en una zona rica en recursos naturales), con un indicador de pobreza del 49,2% e indigencia del 10,1%. El otro conglomerado es Paraná con niveles de pobreza del 35,3% e indigencia del 7,3%, la curiosidad de Paraná es que los indicadores de pobreza e indigencia aumentaron con respecto al 2º semestre de 2021 (29,8% y 5% respectivamente).
Santa Fe
El conglomerado Gran Santa Fe muestra indicadores de pobreza superiores a la media nacional 39,1% e indigencia del 7,8% en el primer semestre del 2.022. El conglomerado Gran Rosario permite ver un indicador de pobreza del 31,2% e indigencia del 3,6%, aquí se ven disminuciones respecto al cierre del año 2.021.
Córdoba
El conglomerado Gran Córdoba con un indicador de pobreza del 40.0% e indigencia del 9,9% se encuentra por encima de la media nacional, entregando una disminución muy leve en pobreza con respecto al 2º semestre de 2021 que fue del 40,4% y un incremento en la indigencia que había registrado 7,5%. El otro conglomerado es Rio Cuarto que exhibió un índice de pobreza del 33,9% e indigencia del 6,7% (aumento en la indigencia con respecto al 2º semestre de 2021 que fue del 4,4%).
Las consecuencias de la pobreza e indigencia las podemos ver a diario en nuestras calles, pero parece que la dirigencia política y quienes tienen la responsabilidad de gobernar y administrar no quieren hacerse cargo y las discusiones están enfocadas en la protección de intereses personales y corporativos. La realidad es que el modelo adoptado no funciona, genera cada vez mayor desigualdad y vulnerabilidad, algo tenemos que hacer y es urgente