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¿Qué pasará en el mercado de ganados y carnes tras el cierre de las exportaciones?

El analista Víctor Tonelli dio algunas pistas sobre lo que puede suceder con la producción, comercialización y exportación del alimento más importante para millones de argentinos. Danilo Lima

Con las exportaciones de carne vacuna cerradas por decisión de la administración del presidente Alberto Fernández y en medio del cese de comercialización de hacienda dispuesto por la Mesa de Enlace, la pregunta que muchos se hacen en estos días es qué pasará en los mercados de carnes, tanto doméstico como internacional.

Las respuestas a este interrogante, sin embargo, son más que nada especulaciones dado que el actual escenario –por el desastre económico, social y sanitario en el que se encuentra el país– es muy diferente al de 2006 cuando el gobierno kirchnerista adoptó una medida similar que se extendió hasta 2015, a pesar de que originalmente era de seis meses.

Aquella experiencia iniciada hace tres lustros dejó algunas enseñanzas: se perdieron entre 10 y 12 millones de cabezas, cerraron frigoríficos, 12 mil trabajadores fueron despedidos, varias empresas se fueron del país, la Argentina pasó del tercer al décimo tercer puesto como exportador de carnes y los productores dejaron de invertir, entre otras consecuencias. Y, la más importante, después de una baja momentánea, los precios de la carne en los mostradores y las góndolas no dejaron de aumentar.

Lo único seguro, además de que los valores del asado, la pasión de los argentinos, no bajarán, es que la ira de los productores –y de todos los eslabones de la cadena cárnica– se profundizará, al punto que por estas horas entre la dirigencia agropecuaria se analiza la posibilidad de continuar con el cese de comercialización más allá del viernes y extenderlo a los granos.

Lo que puede venir.

El analista del mercado de ganados y carnes, Víctor Tonelli, para dimensionar el impacto del anuncio de Fernández en el mercado internacional, formulado el mismo día en el que se inauguraba la exposición SIAL en Shanghái, dijo que los precios de la carne aumentaron un 10% de forma inmediata. “Imagínense el impacto de los cientos de miles de compradores chinos que llegaban al stand de Argentina para cerrar negocios y recibían como respuesta ‘no sé si te puedo vender’”, comentó.

Remarcó que la medida oficial “es muy difícil de explicar porque racionalmente no hay explicación” y más todavía porque la decisión del Presidente, anunciada por él mismo, “ocurrió el lunes a la tarde, cuatro días después de haber concertado con varios frigoríficos y puesto en vigencia un plan de oferta de 8 millones de kilos de carne, a precios por debajo de los costos”.

Tonelli, durante una charla virtual que la cooperativa La Ganadera, de Ramírez, organizó la última semana en el marco de su 69° aniversario, se animó a señalar que el cierre de las exportaciones obedece “10% a razones económicas y 90% a razones ideológicas”.

En un 2021 complicadísimo por la presencia indomable del Covid-19, y, además, con elecciones clave, Tonelli dejó algunas certezas: la fiebre porcina africana (FPA) seguirá gravitando en la producción de carne y los altos precios de los granos –con su fuerte impacto en la ganadería– se mantendrán, por lo que se sostendrán los aumentos de las cotizaciones internacionales de la carne, por menor oferta.

La firmeza de los valores de los granos –del maíz, especialmente–, asimismo, acentuará los cambios en el proceso de la invernada que comenzaron el año pasado: habrá más kilos a pasto con más kilos por cabeza, lo que alargará los tiempos hasta la faena y afectará la oferta.

La inflación, el retraso del tipo de cambio y la presión por los precios de la carne al consumidor también serán determinantes en lo que resta del año.

Tonelli, asimismo, dejó otras definiciones:

  • Caída de la oferta hasta junio/julio, particularmente del novillo de exportación y consumo especial.
  • Vaca china, fluida pero con fuerte incertidumbre por el cierre de las exportaciones.
  • Mejora precio del cuero y subproductos.
  • Menor oferta en cabezas parcialmente equilibrada por mayor peso por animal.
  • Desde octubre de 2020 hasta la fecha los precios aumentaron por la tracción de China, país cuya demanda es y seguirá siendo ilimitada.

El productor se dio cuenta.

Tonelli, por otra parte, sostuvo que el productor “se dio cuenta antes que los economistas de que se venía un descontrol de precios y que uno de los pocos bienes que le iba permitir conservar el valor de sus activos era el ganado, especialmente la invernada. No vendió y salió a comprar revalorizando ese activo”.

La invernada, reseñó, estuvo arriba de la inflación, del dólar, de la carne y aun del maíz, que a partir de agosto de 2020 pasó de 125 a 230 dólares, aunque ahora bajó a 218/219. “Cuando el maíz se disparó, entre septiembre y octubre del año pasado, los primeros afectados fueron los feedloteros y eso hizo que los corrales se vaciaran, y el feedlot nunca más pudo tener una ecuación rentable”, explicó, y enfatizó que “éste fue el problema por el cual, si bien hay oferta de faena –una enorme cantidad de vacas y toros con destino a China, y animales a pasto sin terminación– está lejos de lo que buscan los consumidores”.

Hablar de falta de carne, sin embargo, “es una falsedad y una mala fe por parte de quienes lo dicen”, concluyó Tonelli.

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