ENFOQUE

El discurso político y las medidas económicas en una economía recesiva

Por Lic.Graciela Mingo – Docente universitaria – investigadora – ex directora del DEC y decana de la Uader.

En este artículo[i] se abordan las  expresiones de la narrativa  discursiva propia del plano político de la actual gestión de gobierno que viene implementando desde su inicio buscando un correlato con lo acontecido en el plano económico. Ambos planos de análisis  dejan traslucir el giro dado en el significado que adquiere la relación Estado -Sociedad,  con un proceso de ajuste, de retiro ante diversas demandas sociales y con recortes en áreas significativas.

En el recorrido se identifican, además, metáforas que justifican aspectos del nuevo régimen económico iniciado en diciembre de 2015 y con el transcurrir de los años surge una economía recesiva, con fuerte caída de la actividad productiva, sin protección al mercado interno, que se palpa en casi todos los valores dado por el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), para los distintos sectores de la economía.

Las fuentes de información  con la que se trabaja son diferentes documentos, Indicador del EMAE-Indec y material bibliográfico, insumos valiosos en la descripción de la narrativa política–la dinámica económica.

Rasgos discursivos de Cambiemos.

Al momento de consagrase el Gobierno de cambiemos tuvo una campaña electoral apoyada en las reglas del marketing político; cuyos discursos y mensajes de campaña  hicieron  hincapié en la “felicidad” del pueblo, discurso que fue reforzado con la fuerte intervención de los medios de comunicación audiovisual que posibilitaron un mejor camino para Cambiemos en el ballotage de octubre de 2015,  consiguiendo el triunfo.

Entre las estrategias comunicacionales se utilizaron y se continúan generando y trasmitiendo mensajes efímeros a modo de slogans genéricos e inofensivos, que están implícitamente cargados de una manera continua y persistente al tratar de incorporar ciertos valores en los ciudadanos. Entre dichas metáforas[ii]mencionamos  “podemos vivir mejor”, “se viene la revolución de la alegría”, o “se va a mantener todo lo bueno y se va a mejorar lo malo”, “pobreza cero”, “juntos se puede”,  “unir a los argentinos y combatir el narcotráfico”, “defender la república”, “combatimos la corrupción”y sigue muy presente “no podemos volver al pasado”, entre otros ejes discursivos (Vommaro, Morresi y Belloti, 2015) que calaron y continúan haciéndolo en una proporción considerable de electores, permitiéndole asumir el gobierno a la coalición Cambiemos  con un 51,34% de los votos y hoy mantener casi el 32%  de votantes que expresaron su predisposición a mantener dicha coalición política .

Tanto el  triunfo político y la llegada al ejercicio gubernamental tuvo su correlato en la economía argentina al pasar de un régimen neodesarrollista – cuidando una mejor demanda interna en pos de permitir el desarrollo de los sectores económicos con capitales nacionales e incluir a la PEA (Población Económicamente Activa)- a acciones que reflejan políticas  más proclives a posturas neoliberales. 

No por ello se puede desconocer que en los últimos años (2013-2015) se había amesetado el crecimiento, según los economistas del Plan Fénix (2017)  dicho amesetamiento estuvo asociado al frente externo dado por la brusca caída de los términos de intercambio y la crisis recesiva de Brasil, pero se seguía apostando a políticas hasta fines del 2015 que buscaban incentivar las posibilidades de consumo interno de la población argentina.

Este  gobierno, con un posicionamiento diferente y un giro discursivo, mostró el quiebre inmediato con el modelo de desarrollo, potenciando su relación con el sector privado, eliminando las retenciones a las exportaciones agropecuarias con excepción de la soja -aunque bajó  el porcentaje-,levantó por DNU las restricciones a Clarín; en la política exterior produjo vínculos más tradicionales con un mayor acercamiento a EEUU. Esto se traduce en una activaparticipación en el Foro de Davos, apoyado en la premisa discursiva o lema de buscar “la apertura al mundo”, sin medir las consecuencias del comienzo del endeudamiento (Miguez, 2017).

Este vuelco dado tiene como sustento el rumbo de la política económica que se traduce en el levantamiento de los controles de cambio, calificado en el discurso como “la exitosa salida del cepo”, y allí se incorporó otra expresión “el sinceramiento”como un valor positivo que encubre un efecto negativo para la mayor parte de la sociedad  argentina (Vellegia,2018). Con dicha metáfora se asomó el ajuste y la dolarización de las tarifas de servicios públicos, el pago a los fondos buitre bajo las condiciones impuestas por ellos, la baja de los salarios en comparación con el ritmo inflacionario que desde el 2016 crece mucho más. La reducción del gasto público que se traduce en el pago de la deuda externa y en el despido de empleados estatales, como también en la disminución y luego  eliminación de algunos programas sociales (Scalleta, 2017, p34).

Se sumó en todo este tiempo en el campo discursivo una lucha contra el mal, que ubicó “el simulacro de la política, también lo es de la ética; no en la búsqueda del bien, no se persigue el bien, por el contrario se identifica el mal en un otro imaginario, se construye ese otro maligno y se comienza a trabajar en su destrucción” en este caso en la oposición que está representado en la figura o y se traduce en lo que contiene como expresión “la herencia recibida” y se identifica a los dos gobiernos anteriores que gobernaron el país.

Ahora bien, con diferentes expresiones  está el telón que quiere tapar el  desenfrenado ajuste   con un proceso de endeudamiento a tasas mucho más altas que el resto de los países de América y se suma, a partir del 2018, el acuerdo firmado con el FMI (Fondo Monetario Internacional), que imprime un aumento elevado en el pago de los intereses de la deuda. En dicho acuerdo, por otra parte  se le exige a nuestro país “reducir el déficit fiscal a un 1,3% para el año 2019”, transfiriendo menores porcentajes en los subsidios a los combustibles y el transporte, cuyos costos las empresas los trasladan inmediatamente a la población con aumento de precios de las tarifas y con los conflictos que se tienen en los paros del transporte (micros, subtes).

Como todo  proceso sinérgico perjudica duramente las condiciones de vida de los trabajadores, jubilados, empleados en relación de dependencia, desempleados, población pobre y a muchas Pymes, entre otros actores del escenario económico y social y quelos medios de comunicación social descomprimen desde la función propagandizadora que realizan  protegiendo y menguando las críticas a las políticas oficiales (Velleggia, 2018).

 

Síntomas de la recesión.

Tanto  las medidas de la política económica y sociales junto al mensaje dado por el propio presidente con otra de las metáforas  “la apertura al mundo” han estado relacionadas con recibir inversiones –las que no llegaron- convencidos de ganar la credibilidad de “mercados” e “inversores”, y como bien expresa Miguez (2017) ya desde la campaña a través de una retórica utilitarista, se partió de un análisis económico basado en un diagnóstico equivocado de la realidad internacional y del contexto económico. El mundo genera por el contrario altas dosis de incertidumbres.

Con un sentido de mayor abstracción, cabe un interrogante a partir de los diferentes acontecimientos: ¿las decisiones y medidas adoptadas en qué plano ponen la figura del Estado? Como se ha expresado, muchas de medidas han favorecido los intereses de la clase dominante, por lo tanto el Estado no es un instrumento desprovisto de valoraciones,  es complejo, no es una arena neutral ni un árbitro imparcial, sino queen su propia estructura institucional se materializan y se condensan las transformaciones institucionales y la relación estado –sociedad.

Precisamente, las primeras medidas tomadas a partir del 2016 fueron la liberalización del mercado cambiario, típica de un capitalismo financiero, con la aplicación de un modelo que ya ha demostrado con otros matices ser un camino directo hacia el fracaso de la economía, pues no llegaron las inversiones, la liberación absoluta del dólar produjo en su andar varias devaluaciones, primero del orden del 40%, luego de un 60%, en los primeros años del gobierno, que se ha seguido profundizando como se palpa en la realidad actual después de las PASO.

Nuevamente se agudizan y de forma inmediata suben los precios tanto de los alimentos, medicamentos y vestimenta por mencionar las más evidentes. En el plano de los servicios las tarifas de los servicios públicos (sin conocerse hasta ahora un plan de mejoramiento para los usuarios), la suba de la tasa de interés, y la baja del poder adquisitivo de  los trabajadores en relación de dependencia.

En la relación Estado-sociedad, las decisiones muestran la subordinación de la clase subalterna, cuyas expresiones son entre otras la nueva fórmula de movilidad jubilatoria (ley 27.426/17) que ha disminuido el poder adquisitivo del sector, se suman los proyectos de reforma laboral con restricciones de derechos para los trabajadores, acompañada con una fuerte política represiva en materia de seguridad, que en realidad solo buscan la precarización, el desempoderamiento de los trabajadores, manteniéndose por tanto altos porcentajes de empleados no registrados y con una pobreza que en vez de ser cero muestra valores superiores trepando a un 33, 65 % (3er trimestre 2018-UCA).

Y como bien  señala Natanson (2017) sostienen la concepción de la política social como una red de contención mínima antes que una estrategia de ampliación de derechos.

Desde una mirada más subjetiva los trabajadores agudizan el temor de perder sus fuentes de trabajo, el miedo aparece en primer lugar y en el imaginario de muchos florece la posibilidad de ser el próximo desempleado por cierre de industrias, de firmas comerciales, o despido de distintas reparticiones del Estado nacional (INTI, Medio Ambiente, etc.) y  en lugar de luchar por nuevos derechos o por aquellos que se van perdiendo, en este contexto complejo y recesivo, la situación a muchos los paraliza.

En el plano de la economía real asistimos con mayor claridad a la apertura indiscriminada de  las importaciones desplazando a la producción y al empleo local, sumado a las incesantes  corridas del dólar.

Las consecuencias están a la vista con la desindustrialización, el cierre de comercios, desmejora la calidad de servicios y conlleva la pauperización del nivel de vida de los trabajadores, por el decrecimiento de los sectores económicos más dinámicos.

Entre ellos están los valores relativos negativos de la Industria manufacturera con un 5,3%, el “Comercio mayorista, minorista y reparaciones” con -11,2%, la construcción (-4,7), transporte y comunicaciones (-3,3%), y en contraposición, al ser un gobierno que favorece al capitalismo financiero y a los sectores concentrados del campo, tanto “la explotación de minas y canteras”, la “Intermediación financiera” y la “Agricultura, ganadería, caza y silvicultura” son los sectores que han tenido una  incidencia positiva en todo este tiempo (EMAE, diciembre 2018).

La tendencia decreciente en el 2019 continúa. Así como el estimado cayo de 2017 al 2018 en un 4,0%, en lo que va del 2019 el acumulado a mayo de 2019 fue de -3,2%.

Lo que se evidencia es  malestar en la sociedad argentina, los trabajadores registrados sufrieron  que en el segundo semestre de 2018 mayores cantidad de despidos, situación que no ha cambiado en el presente año.

Los trabajadores no registrados padecen un escenario laboral se supone aún peor, por las condiciones contractuales y los valores de los salarios que son pactados de manera precaria al erosionarse la protección social y al generarse relaciones individuales de empleo (Novick, 2010).

Las diferentes variables desde una aproximación técnica develan que la economía está en un proceso recesivo, con altos costos sociales por la precariedad del mercado de trabajo y con una baja contundente de la actividad en los principales sectores económicos, la caída del salario, con una población esquiva al consumo por el deterioro de su poder adquisitivo y por ende con una fuerte retracción del mercado interno.

Hasta la Unión Industrial Argentina (UIA) expresó que la industria en el 2018  siguió  cayendo con un 9,4% interanual y uno de sus dirigentes dijo “no se soporta más la fuerte presión tributaria”, “Estamos hoy seis puntos por abajo de 2015. Y 2019 no va a ser mejor, la economía va a caer y la industria también” (Diario Perfil, 2019).

 

Intereses.

Detrás del telón recesivo se juegan los intereses de quienes representan a ciertos sectores más conservadores del poder económico, muchos unidos a las multinacionales dentro de un capitalismo concentrado y se podría conjeturar que entienden al mundo laboral defendiendo intereses que subvaloran a la mano de obra local  y con el nombre del emprendedurismo (precarización laboral) y la reconversión productiva (cierre de fábricas) flexibilizan mucho más las relaciones propias del mundo del trabajo, factor esencial de la riqueza de un país.

Como bien se expresa en el informe del Plan Fénix de 2018, las medidas adoptadas no apostaron a la inversión productiva sino a la “inversión” financiera, cuyos efectos generalmente son opuestos a la producción y el empleo. Este desolador paisaje  junto a  la corrida del dólar de manera sucesiva y con devaluaciones muy fuertes en mayo y noviembre de 2018 y en lo que sucedió previa y posteriormente a las PASO, se ha consolidado un modelo dependiente con creciente déficit externo, salidas de capitales, y con los síntomas de la desconfianza inversora hacia el mercado, primarizando aún más la economía, con altos niveles de pobreza y una distribución inequitativa de los ingresos.

A modo de síntesis: La breve  descripción de algunos de los rasgos del discurso político que van desde la “revolución de la alegría”como una utopía de un nuevo orden que se ha frustrado y su correlato en el proceso económico-social de Argentina que se han consumado en estos últimos años, y muestran una realidad acotada y densamente compleja con fuertes síntomas recesivos.

Precisamente el sector comercio y la industria presenta día a día un escenario ensombrecido y con vaivenes atados a los altibajos económicos descritos.

Otros de los síntomas de esta política fue la de entender a un Estado en retiro con un   alejamiento marcado al  modelo de desarrollo y crecimiento  que pretendía tener presencia una mejor distribución del ingreso, que ampliaba derechos y protegía la capacidad de consumo de la población.

Estamos, por el contrario, en un momento crítico con el aumento de la deuda externa, déficit fiscal, escalas imparables del dólar, depreciación del peso frente al dólar, y la pobreza que se pronostica será  de un umbral del 35 %, con una inflación que no cesa , golpea a los más sectores de mayor carencia de la sociedad argentina e incorpora a más niños, a la que suma franjas de población de clase media que ya no llega a fin de mes son en parte escenarios de la una crisis que no parece tener fin .

La  Argentina como parte de la economía periférica sigue acoplada a la economía mundial como proveedor de materias primas y hay un desacople en el proceso de industrialización, que se palpa a través de los despidos y/o suspensiones en algunas fábricas (automotrices, de fármacos, lácteos, embotelladoras, etc.) consecuencias  de las limitaciones dadas por la apertura a las importaciones y al perdida de otros puestos laborales que el propio Estado género en nombre discursivo de la “modernización “.

Esto ha provocado la baja del consumo masivo que ha venido contrayéndose en estos últimos año de manera estrepitosa, junto el aumento fuerte de los servicios (luz, gas, electricidad), la pérdida del poder adquisitivos de los trabajadores, de los jubilados engrosando la masa de desocupados, para lo cual el discurso del déficit cero y  en nombre de hacer los recortes del gasto público que no fue tal ha llevado a este ciclo recesivo que lo que ha hecho es agudizar la pobreza y esconder la inequidad social.

En ese retiro del Estado de sus funciones económicas, sociales y previsionales que marca un cambio significativo en la relación Estado-Sociedad con  “la herencia recibida”,  queda en claro que no se puede pagar la deuda que se ha contraído, en donde el festival de bonos entre los inversores privados no alcanzo y la crisis social continúa mostrando las penurias de una población empobrecida.

 

 

Bommaro, Morresi y Belloti (2015) Mundo Pro. Anatomía para un partido fabricado para ganar. Espejo de la Argentina. Planeta. CABA.

Bona, Leandro. Del kirchnerismo al macrismo: ¿nueva hegemonía y bloque en el poder? IX Jornadas de Sociología de la UNLP, disponible en http://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/63487/Documento_Completo.pdf-PDFA.pdf?sequence=1&isAllowed=y

FCE/UBA (2018). Plan Fénix. El peligro de la dolarización. Documento del Plan Fénix, disponible en http://www.resumenlatinoamericano.org/2018/09/23/argentina-el-peligro-de-la-dolarizacion-documento-del-plan-fenix/

FCE/UBA (2017). Plan Fénix, disponible en  http://vocesenelfenix.com/declaracion_plan_fenix/documento_catedra_abierta_plan_fenix.pdf

INDEC (2018) Estimador mensual de actividad económica, base 2004=100. Septiembre 2018. Informe Técnico disponible en https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/emae_12_18.pdf.

Miguez, M (2017) La política exterior del primer año de gobierno de Mauricio Macri. ¿Situación instrumental del Estado?  Artículo de la Revista Estado y Políticas Públicas Nº 8. Mayo-Septiembre 2017. ISSN 2310-550X pp. 103-120disponible en http://revistaeypp.flacso.org.ar/files/revistas/1496280519_103-120.pdf

Novick, M (2010) Trabajo y contextos en el desarrollo productivo argentino, en Convivir con la incertidumbre. Ediciones CICCUS .Ceil-Conicet. Buenos Aires.

Natanson, J (2017) ¿Por qué? La rápida agonía de la Argentina Kirchnerista y la brutal eficacia de una nueva derecha. Editorial Siglo XXI

Uzin Olleros A,(2019)Las mentiras piadosas de cambiemos por las fake new disponible en https://lateclaenerevista.com/cambiemos-las-mentiras-piadosas-por-las-fake-news-por-angelina-uzin- olleros

Velleggia. El discurso político de Cambiemos: Entre eufemismos y globos,disponible en /lateclaenerevista.com/discurso-politico-cambiemos-eufemismos-globos-susana-velleggia/

 

[i]Proyecto de Investigación El trabajo en sector comercio. Características, identidades y sentidos otorgados por los trabajadores a su actividad laboral en el aglomerado Gran Paraná.” PIDA :UNER

[ii]Metáfora es una figura retórica de pensamiento por medio de la cual una realidad o concepto se expresan de diferentes maneras aunque guarda cierta relación de semejanza.

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