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¿Y si El Diario va a la quiebra?

El concurso preventivo de acreedores está en una etapa decisiva. Hace unos días, la empresa editora del matutino pidió una nueva prórroga para presentar una propuesta de pago a los acreedores. Mientras tanto, apareció en escena un estudio de abogados de Rosario que dice representar a un grupo empresario que tendría interés en comprar El Diario. Todo vidrioso y un futuro incierto. Juan Cruz Varela

La pregunta no es antojadiza: ¿El Diario puede ir a la quiebra? La respuesta es que sí. Cualquier concurso preventivo puede terminar en la quiebra de la empresa concursada y la viabilidad de Sociedad Anónima Entre Ríos (SAER) –editora de El Diario– es incierta.

El juez Ángel Moia, que tiene a su cargo el concurso preventivo, debe resolver un planteo efectuado por los abogados de SAER para que se le conceda una nueva prórroga –ya fuera de los plazos que establece la ley– para acordar la cancelación de deudas con los acreedores que han verificados sus créditos en el concurso, entre los que se cuentan los ochenta trabajadores despedidos en mayo de 2018 y que siguen en ascuas.

El 4 de febrero venció el plazo para que la empresa editora de El Diario presentara una propuesta de acuerdo preventivo de pago a los acreedores. Para que sea aprobada, la oferta debe ser aceptada por la mayoría absoluta de los acreedores dentro de todas y cada una de las categorías (quirografarios, quirografarios laborales y privilegiados), que representen las dos terceras partes del capital computable dentro de cada categoría.

Pero la propuesta de SAER reunió apenas un puñado de avales y por eso es que solicitó una nueva prórroga de veinte días. En la nota que ingresó el abogado Andrés Arias, presidente del directorio, constan las escasas voluntades de aceptación de una propuesta que consiste en el pago del 70 por ciento, sin intereses, en un plazo de cinco años, en cuotas iguales, anuales y consecutivas para los créditos quirografarios; y para los créditos privilegiados, entre los que se cuenta la indemnización de los trabajadores despedidos, pagar el 70 por ciento sin intereses, con una entrega de 20.000 pesos a cada acreedor a pagar dentro de los treinta días de homologado el acuerdo en la justicia, y el resto en cuotas mensuales a partir de un monto de 1 millón de pesos a repartir entre todos los acreedores.

La propuesta ha sido rechazada por la mayoría de los acreedores. Sin embargo, entre quienes sí la aceptaron están el entreguista Sindicato de Prensa de Entre Ríos –aunque curiosamente dos actuales trabajadores de El Diario que conducen el gremio no la suscribieron–; el abogado Andrés Arias, el mismo que preside la empresa y en 2018 firmó los telegramas de despido; y, llamativamente, el Instituto del Seguro. También aparecen los nombres de Sebastián Etchevehere, que promovió una demanda por haber sido supuestamente despedido del diario del que es dueño; Luis Guevara y Germán Buffa, que fungieron como administradores de SAER en tiempos en que Sergio Urribarri controlaba el matutino. Los tres están imputados por los delitos de estafa, administración fraudulenta y vaciamiento de empresa que denunció Dolores Etchevehere y que tramita en sede penal.

Pero el más insólito de los avales que presentó SAER es el de Construcciones del Paraná SA, la empresa fantasma creada por la familia Etchevehere al solo efecto de que le fueran transferidos varios inmuebles que pertenecían a El Diario y fueron retirados de su patrimonio en 2012, como consta en la denuncia de Dolores. La firma de los Etchevehere le exige a El Diario de los Etchevehere el pago de alquileres e impuestos por el uso del subsuelo, planta baja y primer piso del edificio ubicado en Urquiza 1119/1123, donde funcionaba la Redacción y los talleres de impresión. Precisamente esos inmuebles pertenecían a SAER y fueron sacados de la sociedad, en un proceso que está siendo investigado por la justicia y en el que están imputados Leonor Barbero Marcial, Luis Miguel, Sebastián y Juan Diego Etchevehere, y el empresario Walter Grenón.

El planteo de Construcciones del Paraná tiene párrafos de un cinismo inigualable, como el que señala que “la desalojada es una empresa que maneja el periódico local con una historia de más de cien años en la ciudad, con decenas de empleados, y cuyo traslado es sumamente difícil, por el tamaño de las máquinas que se encuentran en el subsuelo y que resultan indispensables para la edición e impresión de los periódicos, siendo necesario probablemente romper el piso del edificio para poder retirarlas (…) con los daños que se le pueden causar a la demandada –y a los empleados de esta, quienes verían afectadas sus fuentes de trabajo, causando esto perjuicios indirectos a decenas de familias paranaenses–”.

El ocaso.

El desmadre de El Diario puede ubicarse temporalmente a partir de 2010, cuando Ivar Julio Etchevehere y Arturo Roosevelt Etchevehere vendieron el 66 por ciento de sus acciones al empresario del préstamo santafesino Walter Grenón, de estrechas vinculaciones con el ex gobernador Urribarri. Grenón, arribó como cara visible de Nea Capital Creativa, una sociedad anónima cuya integración completa se desconoce hasta el día de hoy. Mientras tanto, los herederos de Luis Félix Etchevehere conservan el 33 por ciento restante.

Grenón desapareció de El Diario apenas dos años después –en ese período se produjo el denunciado vaciamiento patrimonial y de contenidos del matutino– e irrumpió en escena Ramiro Nieto, un empresario de medios rosarino, también ligado a Urribarri, que supo tener a cargo las transmisiones de Fútbol para Todos.

Para el año 2018, Nieto quiso abandonar su participación en El Diario y llegó a un acuerdo con los dueños de El Litoral, de Santa Fe, para que se hicieran cargo del barco en pleno naufragio. Entre mayo y junio se produjo el despido de ochenta trabajadores de prensa, gráficos y administrativos; y en septiembre El Diario se presentó en concurso preventivo con una deuda reconocida de 178 millones de pesos con 307 acreedores.

La aventura de El Litoral parece haber concluido. ¿O solo parece? Hace unos días, el abogado rosarino Alexis Weitemeier se presentó ante un grupo de trabajadores despedidos como representante “de un grupo inversor que está analizando evitar la quiebra de SAER” y tendría intenciones de adquirir la mayoría accionaria de El Diario. Con ellos se habría contactado Ramiro Nieto y habrían firmado una opción de compra de una porción de las acciones que aún detenta. Todo en potencial.

Weitemeier integra el Estudio CMS Abogados, liderado por Leonardo Salvatierra, que se presenta como especializado en la resolución de conflictos societarios, reestructuración de pasivos y salvataje de compañías en crisis. El letrado no dio precisiones de a quién respondía, pero el buffet al que representa es el que preparó el terreno para que el empresario Gustavo Scaglione adquiriera el Multimedio La Capital de Rosario, en 2019. En aquella operación también participó Nahuel Caputto, de El Litoral; y el socio minoritario del holding es Orlando Vignatti, otro empresario conocido en Paraná.

Scaglione tiene intereses diversificados: es dueño de empresas en el mercado cambiario, el desarrollo inmobiliario, el turismo y la agricultura. En 2015 irrumpió en los medios con la compra del Grupo Televisión Litoral, que tiene Canal 3 de Rosario, Radio Dos, FM Vida, FM Plus y el portal digital Rosario 3; y en 2019 se quedó con el histórico diario La Capital, los diarios Uno de Santa Fe y Entre Ríos, las radios LT 8, FM Del Siglo y La Red, más una empresa de publicidad vial. En cuanto a Salvatierra, parece ser algo más que un simple abogado para Scaglione en ese complejo entramado de negocios.

En la charla que mantuvo con el grupo de despedidos, el abogado Weitemeier terminó admitiendo que la oferta para la cancelación de las deudas “no entusiasma” pero que “está a la altura del cumplimiento de la empresa”. La respuesta que se llevó de los trabajadores es que está lejos de sus expectativas y que no le temen a una quiebra.

Fuente: Esta nota fue publicada en el sitio Página Judicial

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