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Volvió a la presencialidad el Foro del Consejo Empresario; el sabor del reencuentro

La XV edición contó con más de 1000 personas en las barrancas donde se apoya el Centro Provincial de Convenciones de Paraná. Casi sin debates ni exposiciones sobre la coyuntura, el clásico foro del empresariado entrerriano privilegió los posicionamientos sobre temas sensibles y que hacen al futuro. Los empresarios valoraron volver a encontrarse, luego del flagelo de la pandemia. Gustavo Sánchez Romero / Dos Florines ///

Quizá sea un defecto de la mirada sesgada e interesada del periodismo; aunque se pueda comprender que, por necesidades operativas, económicas, comunicacionales y logísticas, la agenda de expositores se conviene varios meses antes de la realización del evento.

Quizá sea este defecto el que impone un dejo de ansiedad y exige que lo bueno y lo mejor convengan en la misma esquina; o que trascendental y lo coyuntural intersecten en el mismo punto.

En un país como la Argentina, esto resulta harto difícil. Muchas cosas resultan harto difíciles, y lo que pasó este viernes en el Centro Provincial de Convenciones en la agenda del XV Foro Anual Entre Ríos 2030, Institucionalidad, Competitividad y Desarrollo Sustentable, que organiza el Consejo Empresario de Entre Ríos, las buenas intenciones se desfasaron de las urgencias.

Es que en un país que da siempre la sensación que se incendia a cada minuto, que cualquier paso lo empuja siempre al precipicio y donde la angustia social se remonta inevitablemente a momentos de desgarramientos y convulsiones, es de esperar que un encuentro con más de 1000 empresarios, funcionarios y profesionales debe hacer eje en las oscilantes y vulnerables variables micro y macroeconómicas, intentando echar un poco de luz o alumbrar los aciagos escenarios de la realidad para que la bruma deje ver alguna perspectiva de que viene por delante.

La recuperación de la presencialidad del principal evento que tiene Entre Ríos para el sector privado, en tiempos de post Covid, ancló más en la profundidad de expresiones vinculadas a la profundidad de lo institucional y la virtud de pensar un país en el largo plazo y evitar los atajos para encontrar por arriba la salida del laberinto, como expresó el secretario de Hacienda de Paraná, Eduardo Macri, en su breve presentación.

A propósito, Macri asistió en reemplazo del intendente Adán Bahl, y dio la bienvenida desde la Comuna a los asistentes con un video de Paraná y la ponderación de algunas variables positivas de la ciudad, entre las que destacó la baja en los índices de desocupación, siempre según el Indec.

Volviendo al corazón del evento, habrá que decir que la agenda estuvo en otro lado.

Esa fue la marca de esta XV edición del encuentro donde se pudo advertir una fuerte presencia de empresarios y cuerpos gerenciales de las compañías, pero también muchos profesionales y jóvenes –con preeminencia de mujeres, otro dato distintivo- que se interesan por los debates sesudos acerca de la Argentina que viene.

Sin embargo casi no hubo actualidad, la calurosa coyuntura brilló por su ausencia en un país que se incendia todas las mañanas, en un foro de empresas y economía. Para los ansiosos de mirada sesgada, esta condición se convierte en una experiencia anodina.

Oficial.

Quizá el más favorecido por el escenario erigido este viernes fue el gobernador Gustavo Bordet, quien pudo desovillar su estrategia discursiva exhibiendo lo que considera las fortalezas de su gestión y el avance de los acuerdos con el sector privado.

En este punto dio un dato clave, aunque con una vaguedad temporal que para los empresarios resulta preocupante. “En las próximas semanas vamos a concretar los planes que venimos trabajando con la Unión Industrial de Entre Ríos”, comprometiéndose públicamente a avanzar, específicamente,  en promoción del empleo industrial, en la reforma de artículo de la ley de Promoción Industrial que la hacen favorable a la atracción de nuevas inversiones, una nueva ley de distritos industriales en Entre Ríos para organizar los parques industriales, y alguna otro acuerdo que no trascendió públicamente.

Los industriales congregados en la UIER, que estaban en primera fila, esperan que agosto sea el mes donde se concreten estas iniciativas, aunque todavía no tienen –según el ministro Hugo Ballay- una estimación de la resignación fiscal que implican estos puntos.

El encuentro contó con empresarios de renombre que ocuparon las primeras filas del salón, y que escucharon atentamente al gobernador.

Bordet aprovechó para enumerar logros como la eliminación de la ex ley 4035 que grava la nómina laboral y que sólo Chaco y Entre Ríos tenían y que afectaban la competitividad provincial. Habló de indicadores sociales y económicos, de las fortalezas de algunos encadenamientos productivos, de la inminente presentación de lo que será la Agencia de Exportaciones de Entre Ríos –evento que ocurrirá el jueves próximo en el Parque Industrial de Paraná-y de la apertura al diálogo de su gobierno. Nada dijo de la cuestión nacional, una bomba de tiempo, aun cuando haya resignado a una de sus principales espadas en una patriada donde Sergio Massa y el gobierno nacional se juegan mucho más que un ministerio de Economía.

Se mostró cómodo en el lugar, quizá porque el escenario le permitía mostrar que había salido del “Modo Bordet”, en que propios y extraños lo habían encorsetado.

Agenda.

Antes de un larguirucho acto institucional donde la Universidad Nacional de Entre Ríos entregó la mención Doctor Honoris Causa al prestigioso economista Bernardo Kosacoff –quizá la envergadura del galardonado y que se haga en un acto abierto y público ante empresarios lo merecía- las palabras del presidente de Consejo Empresario, Héctor Frattoni, pusieron el marco a la actividad que comenzó cerca de las 10.

Con respecto al tiempo post Covid y al lugar que ocupó el sector privado en esos meses aciagos, Frattoni dijo que “es el momento oportuno para valorizar al empresario, porque tuvimos un rol clave en ese contexto, nos readaptamos a nuevos entornos y continuamos trabajando en la provisión de productos y servicios, aunque, lamentablemente, no fue igual para todos los sectores. Del mismo modo, junto a otros actores, asumimos el desafío de trabajar en la búsqueda de consensos, propuestas y políticas para impulsar la reactivación económica, las inversiones, la generación de empleo y el bienestar de la sociedad”.

En este punto, y sobre el final de su alocución, el empresario asestó que el Foro sirva para “lograr un diálogo sincero y constructivo”. “Hay muchas cosas por hacer en esta provincia y somos nosotros los que tenemos que hacerlo. Y cuando digo nosotros me refiero al conjunto de la comunidad entrerriana, porque así es como entendemos el rol de los empresarios: como parte de esta comunidad,  con un interés genuino por construir una provincia más próspera y más justa”.

Las disertaciones de Kosacoff y Melconián fueron la trama de la primera parte de la agenda, donde el primero descolló por su nivel de conocimiento de la historia industrial argentina, las variables técnicas y políticas que fueron articulando el devenir nacional, las barreras que impidieron en distintos momentos la continuidad de la evolución de la industria nacional y los tristes avatares que nos llevaron a esta realidad. Sin embargo, el flamante Doctor Honoris Causa pidió ser optimistas y mirar el futuro con esperanza.

Reencuentro.

Melconián fue muy descriptivo que propositivo, quizá porque fue el único que hablaría de la realidad, y se detuvo más en las necesidades de la novedosa gestión de Sergio Massa, las dificultades que impone el delicado equilibrio político de la coalición de gobierno y la capacidad que tienen los actores económicos para someterse a la relación velocidad, tiempo y espacio.

Sin embargo, y con todo, fue la exposición que concitó la mayor expectativa de los presentes y nadie se la quiso perder.

Por la tarde llegaron las exposiciones más atemporales, menos ramplonas y con mayor capacidad de ser pensadas en sentido estratégico. La mayoría de los asistentes se mantuvo incólume todo el lapso previsto.

Los empresarios celebraron el regreso al tacto, a la mirada frontal y meridiana, al abrazo olvidado. El XV Foro Anual del CEER cumplió con los objetivos que se plantearon sus organizadores. Para los ansiosos que buscaron letra para dar cuenta de la psicosis colectiva que genera la Argentina de estos días, muy poco. Fue interesante escuchar de viva voz, de casi todos, la alegría que generaba volver a sentirse arte y parte. Se celebró el acto de reconocerse como el eslogan de la cerveza líder: el sabor del reencuentro.