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UPM (Botnia) a 10 diez años; entre el desarrollo de Fray Bentos y la crítica ambiental

La instalación de la fábrica de pasta de celulosa está afianzada; se viene la segunda pero la grieta no se cierra.

 

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La máquina se echó a rodar el 9 de noviembre de 2007 en medio de una gran polémica que aún continúa y que, por ahora, no tiene visos de solución de continuidad. Algo más de 10 años de este fenómeno que significó una disrupción, una fuerte discontinuidad en la cara del Atlántico del Cono Sur, la instalación de las fábricas de producción de pasta de celulosa sigue siendo un foco de debate, aunque a ambos lados del río Uruguay la visión es diametralmente distinta: mientras en Gualeguaychú sigue habiendo un fuerte rechazo, en Fray Bentos se dio un proceso virtuoso de crecimiento y explosión económico y social. Por lo que, lejos de acercarse, las posiciones se mantienen en puntos extremos y se agiganta la brecha con el proceso de instalación de la segunda planta en el interior uruguayo.

Cambio.

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Para los uruguayos, la instalación de Botnia (luego UPM) significó un “antes y un después” para toda la región forestal uruguaya y, especialmente, en el Producto Bruto nacional, pero también incrementó el trabajo opositor de grupos ambientalistas que siguen oponiéndose a este tipo de tecnología para el blanqueado de papel a partir de la tecnología Kraft.

Dentro del importante impacto económico y social que se advierte en Fray Bentos se “percibe la creación de empleo directo e indirecto”.

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De este modo, según prescribe el sitio ICI Uruguay, se enumeran algunos factores que se manifiestan de manera sistémica en toda la región: en principio se habla de un reclamo de mayor capacidad de “emprendedurismo” de parte de la población, con una mayor demanda de capacitación específica ante la falta de entrenamiento de la población, y ante una necesidad de generar ámbitos de actividades vinculadas a la recreación.

Los ciudadanos de Fray Bentos enumeran una serie de ventajas que se produjeron en la reciente década, de la que sobresale la creación de empleo para la ciudad y la región, aunque reconocen que no es tan algo como se esperaba inicialmente: se destaca el trabajo de la Fundación “Botnia” en lo que respecta a la realización y apoyo de actividades sociales, culturales y educativas; hay un fuerte reclamo de potenciar sector turismo; el crecimiento de la presencia de la dimensión ambiental en el discurso social..

Oportunidades.

A pesar de los evidentes síntomas de evolución sistémica, el informe que preparó el Servicio de Prensa Forestal, existe la sensación que no se logró que el desarrollo de la comunidad fuera mayor, aprovechando todas las oportunidades que surgieron a raíz de la instalación de la planta justamente por estas características. En este contexto se destaca la creación de capacidades locales fortalecidas al aumentar los puestos de trabajo de mano de obra calificada tanto dentro de la planta como en actividades vinculadas a la forestación y el transporte, redundando en el perfil de los trabajadores demandados.

“La demanda de este perfil de trabajadores se configura como estímulo y motor para que los trabajadores y los pobladores más jóvenes se capaciten. Aparece –también- la demanda de actividades de formación orientadas a proveer mano de obra capacitada al sector forestal”, entienden los especialistas, con un cambio importante a partir de la reapertura del Puente Internacional, que estuvo cerrado del lado argentino por el movimiento ambientalista, y que también impactó en el turismo que volvió al complejo Las Cañas, generando más ingresos a la población. De ahí que para los vecinos uruguayos “UPM se incorpora a la comunidad como actor y referente local, lo que genera una serie de expectativas en torno al rol que debería asumir como motor de cambios y mejoras a nivel social”.

En este contexto, durante la última década, continúan señalándose las mejoras en salud y se destaca el aumento de oferta de educación privada con creación de nuevos colegios -esto se fortalece con la Instalación de un centro de la Universidad Tecnológica (UTEC) en la zona y la futura nominación del Frigorífico Anglo como patrimonio mundial por parte de la UNESCO- aunque se trasunta la preocupación por el deterioro de las rutas nacionales y caminos departamentales debido al incremento de tránsito pesado. Sin embargo, la presencia de Botnia lo ubica como el motor del sector logístico nacional. Para muchos, el cambio que emerge en el discurso social impone cierta visión que la zona vuelve a posicionarse como polo industrial.

Obras.

En Fray Bentos consideran que la papelera llevó, finalmente y como consecuencia de su actividad, una mejora en la calidad de vida de la población de Fray Bentos.

Así mencionan la consolidación de aspectos relacionados a la cultura, a la oferta de servicios culturales y particularmente aquellos servicios vinculados a lo educativo; la inauguración del Instituto Tecnológico Regional Suroeste de la Universidad Tecnológica (UTEC); el incremento del comercio internacional, fundado en el aumento de precios del lado argentino; finalización de las obras vinculadas a Alimentos Fray Bentos; la instalación de nueva fábrica de casas pre-fabricadas; la inversión de la mutualista Amedrin vinculada a nuevas salas de maternidad y servicios de cuidados neonatales; aunque en algún momento de la década se observó incremento de la desocupación y problemas en la infraestructura.

Sin embargo, las autoridades destacan los cambios realizados en la ciudad (iluminación, mejora de calles, mejoras de locales) y en la caminería se evalúan como favorecedores de la actividad.

Consultoría.

En este marco, Equipos Consultores presentó un trabajo sobre el impacto social de la pastera

En el transcurso de una década los actores civiles de Fray Bentos pasaron de tener un reclamo asociado casi exclusivamente al empleo, a demandar capacitación, desarrollando incluso cierta autocrítica al entender que cuando UPM llegó en primera instancia, mucha de la mano de obra que ofrecía la ciudad en ese entonces no poseía la formación y las capacidades adecuadas para desarrollar tan desafiante proyecto, siempre según el sitio ICI Uruguay.

Esta fue una de las principales conclusiones que arrojó un monitoreo realizado semestralmente en el transcurso de diez años por Equipos Consultores, a cargo de la socióloga María Julia Acosta, que buscó determinar como la interacción de una de las mayores inversiones en la historia del país con los diferentes actores de la comunidad repercutió en procesos sociales y cambios culturales visibles en la sociedad fraybentina.

Según se apuntó, uno de los mayores impactos que tuvo la capital del departamento de Río Negro fue el cambio de la matriz productiva, con ingresos al menos al principio de la obra en base de trabajadores de la construcción y el empleo directo e indirecto generado. Se argumentó que la comunidad fue desarrollando a raíz de la modificación del contexto una convivencia natural con el funcionamiento de la planta.

A partir de puntos de vista de 200 diferentes actores “que son los que en definitiva crean la realidad”, se abarcaron cuestiones cualitativas, por lo que no es posible establecer cuáles son los cambios puntualmente provocados por la presencia de la planta, se aclaró. De todas formas, se pretendió mostrar los que tuvo la comunidad en los últimos diez años.

Durante los primeros años el cambio percibido fue fundamentalmente en la dimensión económica, con impacto luego en la vivienda y el desarrollo urbano, al punto que surgieron en la ciudad dos nuevos barrios y hubo un crecimiento de 300% en la aparición de cooperativas sobre todo enfocadas a esa inquietud.

También se dio durante estos años la llegada de grandes superficies comerciales que no estaban presentes hasta entonces en el departamento. A su vez, se destacó que los primeros cinco años permitieron sentar bases de infraestructura, así como mejoras sustanciales en la educación, la salud (pública y privada en ambos casos) y lo gastronómico. En el estudio, se afirma que la llegada de UPM provocó un cambio en los trabajadores demandados, con orientación a proveer formación vinculada de forma específica al sector forestal.

“Cuando comenzaron a aparecer algunos indicadores vinculados al desempleo básicamente por la caída de la demanda en la construcción, la gente empezó a implementar diferentes estrategias de inserción laboral agrupándose en proyectos de emprendedurismo y movimientos cooperativistas”, explicó Acosta.

Entorno.

Según los medios de comunicación uruguayos, con la instalación de Botnia y luego Colonia con Montes del Plata, el límite uruguayo con la Argentina ha tenido una experiencia muy relevante para la instalación de las plantas de celulosa.

“Los tiempos son fundamentales porque se debe saber que cuando de la etapa de construcción que son casi todos obreros uruguayos, a la de montaje que empieza a llegar otra mano de obra, las costumbres y necesidades cambian. Y cuando la obra finaliza queda un personal de planta permanente que tiene un poder adquisitivo pre fijado y costumbres de servicio de otros lugares. Todo esto debiera ser parte de un plan de la empresa y la comuna para beneficio mutuo: para que instalarse en esa localidad sea un lugar lindo para vivir para los potenciales técnicos de la planta, para que las localidades del entorno se beneficien y que la instalación de un megaproyecto signifique un ganar ganar para todos. No solo para el país en general por los impuestos sí o no, pero especialmente en la integración en esa comunidad y las zonas aledañas”, se prescribe.

Polémica.

Aunque desde la Argentina se dice lo contrario, al menos desde los movimientos ambientalistas, desde el punto de vista del medio ambiente, los consultados dicen que no hubo cambios en calidad del agua o suelo.

El estudio realizado con más de 200 entrevistas muestra que la planta dinamizó e hizo crecer la zona, pero también debió enfrentar luego el bajón de la actividad tras finalizada la construcción.

Analizó el proceso en dos etapas: los primeros 5 años con la construcción e inicio del trabajo en la planta, y el segundo quinquenio con la pastera ya en funcionamiento. En el primer período los entrevistados hablan del repunte de la zona: fue la época de oro, la economía creció. “Cambió la matriz productiva de la zona que pasó a sostenerse con la mano de obra empleada en la construcción y trabajos directos e indirectos en la planta. La ciudad creció en dimensiones, hubo más barrios y más casas. Surgieron cooperativas de viviendas y de servicios. Los actores sociales entrevistados aseguran que la llegada de mano de obra especializada forzó una movilidad en obreros locales que incluso cambiaron de rubro para aprovechar el crecimiento económico. Pero la bonanza terminó en el segundo quinquenio. La demanda de la construcción bajó y hubo que buscar estrategias frente al desempleo”, prescribe el informe citado.

Futuro.

Con la segunda pastera de los dueños de la ex Botnia, en Uruguay se habla que su construcción corre riesgo por aspectos administrativos. De acuerdo a un informe que tuvo repercusión en los medios argentinos, el gobierno de Tabaré Vázquez pretende poner en marcha el Ferrocarril Central –que unirá las ciudades de Montevideo y Paso de los Toros-, pero los tiempos comenzaron a sufrir algunas modificaciones respecto de los plazos iniciales. El primer conflicto que se presentó involucra a la empresa española Acciona. Su propuesta había sido seleccionada como la más adecuada para quedarse con la licitación, pero de un momento a otro, y sin previo aviso, el Ministro de Transporte, Víctor Rossi, anunció que quedaba fuera de competencia “por falta de antecedentes”. La española presentó un recurso para poder volver a formar parte del proceso, y presentó la documentación y alegatos, situación que se debería haber resuelto durante esta semana. La misma actitud tomó el consorcio encabezado por la uruguaya Saceem (junto Berkes y firmas españolas y francesas) que objetó la evaluación técnica que realizó la comisión.

La importancia de esta obra no se limita al propio sector ferroviario. Del avance del Ferrocarril Central depende la concreción de una de las inversiones privadas de la historia de Uruguay. Se trata de la segunda planta de la pastera finlandesa UPM –la misma que levantó la ex Botnia, en Fray Bentos, y que generó un duro conflicto con la Argentina- que tiene previsto un desembolso de u$s 6.000 millones.

La compañía ya anticipó en reiteradas oportunidades que sin esas vías su plan no tiene sentido, por lo que si no prospera el Ferrocarril Central la nueva planta de UPM corre serios riesgos de ver la luz. Para la empresa, ese tramo es fundamental ya que lo utilizará para transportar sus productos.

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