Una de cada dos personas tiene algún tipo de crédito

08/05/2020

Por Matías Dassetto – director del Centro de Estudio de Desarrollo Macroeconómico

Según el último Informe del Banco Central de la República Argentina, detalla – en promedio – que uno de cada dos argentinos adultos tiene algún tipo de financiación con el sistema bancario. Seguramente este indicador es más alto en Estados Unidos y más bajo en la República Popular China, sin embargo, resulta un guarismo considerable y significativo para la estructura económica Argentina. Es dable destacar, que en el año 2015, el porcentaje de endeudamiento con el sistema financiero era del 46.8% de la población.

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Asimismo, resulta interesante señalar, que las provincias de la Patagonia poseen un endeudamiento mayor al promedio nacional. Por su parte, el Noroeste y Nordeste Argentino poseen una proporción menor. En el caso de nuestra Provincia de Entre Ríos, este indicador alcanza al 45%. En cambio, las provincias hermanas de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires se posicionan por encima del 50%. Resulta lógico, que estas provincias muestren una apetencia mayor a la financiación, dado su sistema productivo, económico y social en muchos casos triplican ratios de nuestra provincia.

Un dato revelador, es que en la Ciudad de Buenos Aires, el 82% de la población registra algún movimiento de crédito con las instituciones financieras.

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También, queremos poner en relieve, que el 54.4% de la población es masculino y el 45.6% femenino. Si nos enfocamos en el tipo de financiamiento, se puede observar que la mayor proporción de crédito se encuentra en las tarjetas de crédito, los préstamos personales y adelantos de cuentas bancarias (en descubierto, financiación, empresas).

Los créditos hipotecarios, prendarios y productivos son los de menor peso relativo.

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Segmentación.

Como era de esperarse, el segmento etario con mayor demanda al crédito es el de los 30 a 44 años. Sin dudas tiene un correlato con el ciclo de la vida. El joven – adulto es la fracción poblacional con mayor necesidades económicas y sociales. A su vez, es la edad de madurez, estabilidad y previsibilidad para el resto de la vida. En efecto, a medida que pasan los segmentos de edad poblacional, la aversión al endeudamiento es mayor.

Si seguimos profundizando el análisis, podemos verificar que: de las personas humanas que tienen alguna actividad comercial “pequeña o micropyme”, solo el 13% no utilizó alguna herramienta de financiación bancaria. Es decir, que el 87% de las restantes Pymes demandan algún tipo de asistencia de fondos.

Si la comparamos con el escalón de medianas y grandes empresas, este guarismo cae al 8%.

Además, la cultura de la uso de pago vía electrónica crece al igual que la caída de la demanda de efectivo. En el último año, el medio más usado de pago es la tarjeta de crédito y débito, seguidos por transferencias bancarias y tarjetas prepagas. Esta última con un crecimiento más que proporcional. En promedio mensual/pesos un adulto tuvo una erogación del $ 5.110 pesos con transferencia del sistema financiero, $ 3.777 con tarjeta de crédito y $ 2.042 con tarjeta de débito.

De los $ 5.110 promedio/mensual/adulto, $ 4.068 se realizó por homebanking (80% de las transacciones), $ 337 por celular – banking (6.5%) y el resto $ 705 por cajeros automáticos (13.5%).

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