Un sector sin derecho al bronce
29/05/2020
Por Alejandro Di Palma, empresario*
Es realmente difícil aceptar el hecho de que la crisis actual del Sector Porcino es resultado de la pura contingencia, que simplemente ha ocurrido y no hay ningún significado oculto o cuestionamiento posible.

Si vemos las cosas desde una perspectiva más amplia, somos un sector que ha perdido o nunca aspiró a poseer centralidad o importancia y como tal, sin Poder de negociación. Quizás es ese el motivo por el cual hemos sido sistemáticamente objeto tanto de IMPORTACIONES lascivas como de ninguneos de parte de los distintos gobiernos, que han terminado erosionado la red de los productores más débiles de nuestra cadena, sin siquiera haber provocado ninguna incomodidad en términos Institucionales.
No hemos sido capaces, como sector, de encontrar Poder ni siquiera en la legitimidad, integridad, compromiso, tolerancia o conocimiento de las necesidades propias. La persistencia, las habilidades de persuasión tanto como la capacidad de análisis, que son también formas de Poder durante una negociación, estas han sido también grandes ausentes en el mérito de nuestra dirigencia y como corolario, todo esto ha tenido un correlato fácil de interpretar, hemos rebotado entre distintas crisis con apenas el mínimo aliento para respirar.

Hoy nos reconocemos sin discusión alguna, inmersos en la enésima crisis y otra vez compartimos la incertidumbre sobre los efectos de esta suerte de “festival de carne de cerdo importada” que destruye la Producción Nacional, descuida el insipiente mercado interno, desploma los precios que nos sostienen y peor aún, distorsionan el resultado de la publicidad que se está haciendo… única acción real que nuestro sector atina a materializar como respuesta a cualquier problemática.
Hay quienes sostienen que China se beneficia gracias a la tradición de Confucio, con su énfasis en la conformidad y la deferencia hacia la autoridad, a diferencia de las democracias Occidentales que enfatizan la autonomía individual, creo que está claro que nuestro sector, con tanta empatía con China, finalmente ha catalizado ese espíritu Confucionista conformándose con lo que el gobierno de turno nos propone como alternativa única, un callejón sin salida que solo nos lleva a reaccionar con “publicidad” para el consumo, nuestra única medicina.

Hoy el logo de “100% Argentina” que acompaña a nuestras publicidades, es una patraña, una simple aspiración que contrasta con el negocio de la reventa de mercadería, importada y descongelada, como fresca, “un negocio que no nos animamos a denunciar ni a desarticular”, por tanto, hemos definido casi por decreto como transparente o intrascendente.
Mientas tanto con esta gravosa omisión de denuncias, se libera la codicia de los intermediarios quienes se ven beneficiados por la subvención del Estado para importar cortes seleccionados que ocupan el lugar, en las góndolas, de nuestra producción.
Hemos naturalizado un negocio que explotó de la mano del ex Secretario de Comercio Peña Braun, quien no solo permitió, sino fomento de la mano de una troupe de funcionarios menores, la importación de carne porcina para su venta como fresco, hoy ese negocio sigue vivo con el agravante de una caída abrupta de la demanda, los “Catter Meat”, Los “Di Benedetto”, entre otros son los actores principales de esta sátira a los que se le sumó el subconjunto de “los 4 de Copas”, los “Soychu” son en definitiva un ejemplo, después de todo los animales menores también tienen derecho a rapiñar de la carroña… en un negocio simple.
La perversión consiste en que las Instituciones del sector se desinteresaron por extinguir este negocio sin riesgos, como dirían los americanos “easy money”, claro que cualquiera de los “Importadores Bondioleros” me podría explicar del riesgo del salto cambiario y el costo de la distribución, etc…. Pero los GILES que entramos en este negocio de “Capital Intensivo”, sostenemos la Producción Nacional, que ofrecemos trabajo y vivimos de una producción desplazada por esta oferta importada, solo recibimos un beso en la frente y una declamación de una supuesta condición de HÉROES.
Los HÉROES son Poderosos, los HÉROES luchan, denuncian, pelean y a veces mueren por sus derechos…digamos que merecen el bronce… definitivamente NO SOMOS HÉROES.
*Titular de Bioder SA y Estaciones de Servicio Laurencena