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Tras el efecto sequía, la citricultura traza mejores perspectivas

Desde la Cámara de Exportadores de Citrus del Nordeste Argentino (Cecnea) emitieron un comunicado en el que dan cuenta de las consecuencias de La Niña, pero reconocen que el ciclo que comienza se presente con mejores proyecciones.

Roberto Varela, gerente de la Cámara de Exportadores de Citrus del Nordeste Argentino (Cecnea), elaboró un comunicado en el que da cuenta de los efectos negativos de la sequía en el sector. De todas maneras, se mostró con optimismo respecto de la próxima campaña, en las cuales el régimen de lluvias se presenta más alentador. A continuación el texto:

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En los últimos tres años, se ha manifestado de forma persistente el fenómeno de la Niña, que provocó una sequía de larga duración en nuestras tierras. En estos días hemos recibido consultas de periodistas y diversos sectores de la actividad económica, preocupados con las noticias de la caída de producción del citrus y de las consecuencias que el fenómeno provocó en la llegada de nuestras frutas a puertos lejanos y los problemas que ello ha generado a las empresas del sector.

La alteración climática, que en nuestra región (el NEA) fue la prolongada sequía, contribuyó fuertemente a la caída de la producción y por ende la exportación de nuestra zona. En el año 2021 exportamos 50.000 toneladas, en el 2022, 30.000 y este año 20.000 toneladas.

Pero además en nuestro caso, los efectos de la sequía prolongada 2021 -2023 fueron la reducción de tamaño y peso de las frutas cítricas, fragilidad de estructura de la fruta para soportar largos tránsitos a destino y malas llegadas a los clientes del exterior, con problemas que repercutieron en la calidad, con adversos efectos en lo comercial y complicaciones financieras en nuestras empresas.

Fundamentalmente, las empresas sufrieron severos descuentos como consecuencia de la mala llegada de la fruta y en algunos casos el no pago de la fruta e inclusive pedidos de que no continuaran enviando fruta, lo que alteró los programas de exportación y fundamentalmente la planificación financiera; así como el no ingreso de divisas, con las consecuencias que ello acarrea.

En estos momentos, las condiciones climáticas en nuestra zona van cambiando tal cual lo previsto y comenzaremos un nuevo ciclo con renovado optimismo sobre el futuro de la próxima campaña cuyos azahares ya están entre nosotros; lo señalamos pues si bien las empresas han sufrido mucho en el año 2022 y en este 2023, todo indica que las condiciones cambiarían para la próxima campaña.

Grandes y persistentes cambios climáticos han producido daños importantes que estamos analizando y tratando de prevenir a futuro con trabajo, esfuerzo y con el aporte de todos los citricultores y técnicos de la actividad. Saldremos adelante.

El fenómeno de la sequía fue excepcional, sus consecuencias también.

A todos los que se han comunicado para interesarse les agradecemos la importancia que han dado a nuestra producción citrícola y les decimos que estamos trabajando para que la próxima campaña sea mejor que la de estos años.

Ingeniero Roberto A. Varela

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