Terminar con la informalidad, la clave para el desarrollo de la cadena ovina en Entre Ríos
15/03/2021
Es uno de los problemas centrales que conspira contra el despegue de un sector que tiene un gran potencial en la provincia. También debe trabajarse para aumentar el volumen de faena requerido por la industria. Un proyecto de ley, bajo análisis en la Cámara de Diputados, prevé herramientas para superar esas dificultades. Danilo Lima
En la Cámara de Diputados de Entre Ríos ya se debate el proyecto de ley para el desarrollo de las producciones ovina y caprina, una iniciativa del Poder Ejecutivo cuyo objetivo central es el fomento y expansión de ambas actividades.
Para ello se propone asistencia técnica en lo relativo a producción, industrialización y comercialización; y también para la búsqueda de mercados y oportunidades comerciales para las carnes y derivados ovinos y caprinos. El proyecto, además, incluye beneficios fiscales: se suspenderá por el término de dos años el cobro de las tasas por solicitud, renovación o duplicado de carné de señales, como así también el cobro de guías que graven la libre circulación de la producción obtenida dentro del territorio provincial.
Prevé, asimismo, promover la formación de grupos de productores para facilitar el acceso a la asistencia técnica estatal; la incorporación de tecnología; la integración entre productores; los programas de capacitación; y la comercialización de lo producido.
Mirada.
El director de Ganadería y Pesca de Entre Ríos, Exequiel Alvarenque, en este sentido, le dijo a DOS FLORINES que el proyecto de ley enviado a la Legislatura resume una serie de ideas y propuestas debatidas en las mesas técnicas del sector en donde están contemplados los reclamos de los productores con una visión de mediano plazo. “Una ley no va cambiar la situación de una determinada producción de un día para el otro pero sí puede ayudar, apalancar, acompañar, la actividad productiva con una visión de mediano plazo”, señaló.
La informalidad.
El funcionario hizo hincapié en la necesidad de trabajar fuertemente para terminar contra la informalidad en el sector productivo que existe en Entre Ríos. “El productor tiene dificultades para acceder a un mercado formal en donde faenar sus animales, y, consecuentemente, ingresar al circuito de comercialización hasta llegar al consumidor. Hoy, concretamente, no existe una cadena ovina como tal”, remarcó Alvarenque.
Ante esta realidad, el productor debe formalizarse, tener un carné de señal, que acredite la titularidad del animal, y, después, pagar un sellado y una guía para el traslado de los animales. El proyecto de ley, por la vía de la excepción, contempla estas dos cuestiones.
La iniciativa prevé la creación de un Registro Provincial de Productores Ovinos y Caprinos, en el que deberán registrarse todos aquellos productores, asociaciones de productores o sucesiones indivisas que desarrollen la actividad ovina o caprina. A partir de ahí, podrán acceder a créditos destinados a la compra de material genético para recomposición o mejora de las majadas, la compra de instalaciones para mejora de la productividad e intensificación racional de la explotación o la industrialización de la producción.
En la ley, vale remarcarlo, se establece la exención del pago de las tasas por solicitud, renovación o duplicado de carné de señales, y el cobro de guías, cuyo objetivo es reducir los costos y gastos de los productores. “Esto ayudará a los productores a blanquearse, y, por eso, hablamos de medidas que acompañen el desarrollo de la actividad”, destacó Alvarenque.
– ¿El productor de ovinos está predispuesto a blanquearse?
– Yo no hablaría de un sector en particular. La gente, en general, el individuo, tiene alguna reticencia en este sentido. Nosotros entendemos que es indispensable hacer un trabajo de concientización y por eso apelamos mucho al diálogo a través de las entidades de productores y de las mesas productivas.
Volumen.
Otro de los problemas que enfrentan los productores entrerrianos es la falta de volumen para abastecer a la industria –preocupación compartida por la Cámara de Industrias Frigoríficas de Entre Ríos– y que quedó claramente demostrado a fines del año pasado cuando el frigorífico de la Cooperativa de Mansilla no consiguió el volumen de corderos que buscaba, al punto que debió faenar menos de lo previsto.
Ante esta realidad, enfatizó Alvarenque, “estamos analizando cómo trabajar de manera asociativa para poder conseguir los volúmenes necesarios. No decimos que los productores formen una cooperativa, pero sí que se sumen a un clúster o a un grupo de Cambio Rural o Giser, para aumentar la producción y, por tanto, el volumen. No es lo mismo un productor con 30/40 corderos, solo, que cinco productores trabajando en forma asociativa. Ahí ya hablaríamos 150/200 corderos”, explicó.
– ¿Falta mucho tiempo para que el consumidor vaya a un supermercado y encuentre en las góndolas bandejas con cortes ovinos, como sucede hoy con el pollo y el cerdo?
– Creo, en lo personal, que no estamos lejos. Uno cruza al Uruguay y eso es habitual, común. Si los uruguayos han podido hacerlo, si han podido llevar adelante un desarrollo impresionante en la llegada de los cortes ovinos a la góndola, también lo podemos hacer acá.
Si en Entre Ríos lo pudo hacer la cadena avícola hace ya muchos años, y si lo ha hecho el sector porcino, también lo puede hacer el sector ovino.
Lo que productor debe entender es que, además de tecnificarse y producir, tiene que escuchar qué busca el consumidor. Esto tenemos que trabajarlo y para eso están las mesas técnicas, para tener una visión integral de la cadena.