Gastón Monzón, gerente Operativo de Integral Software, analizó los cambios acelerados en el sector y reflexionó sobre cómo influye la inteligencia artificial. “Estas herramientas son necesarias”, afirmó. Nahuel Amore
La tecnología sigue avanzando a pasos agigantados y resulta cada vez más necesaria en distintos ámbitos laborales. La salud es uno de los nichos donde más está acelerando los procesos y fue el Covid-19 uno de los factores que imprimió un crecimiento inédito a la industria del software.
En este contexto, Gastón Monzón, gerente Operativo de Integral Software -empresa líder en el sector radicada en Paraná-, dialogó con DOS FLORINES para analizar hacia dónde apuntan los desarrollos, cuáles son los desafíos ante la irrupción de la inteligencia artificial y cómo se complementan estas herramientas con las personas.
—¿Cómo avanzó en los últimos años el desarrollo de software para salud?
—Hoy avanzó mucho el desarrollo de software para salud. Por el lado de Integral Software hemos avanzado mucho en términos de entornos cloud, es decir, a la nube. Veníamos de un modelo de clientes con sistemas instalados en los servidores y hoy todo esto fue mutando desde hace 10 años, al tener servidores en la nube, resguardos en la nube, trabajando en un sistema cloud, sin tener los data center físicos en las organizaciones, sino todo montado en alguna marca que comercializan cloud para software para salud.
—¿Y qué cambios llegaron para quedarse con la pandemia?
—Hoy hay muchas soluciones focalizadas en la atención médica, sobre todo desde la pandemia para acá. Se evolucionó mucho con la atención médica en línea, con la videollamada por ejemplo. Creo que ese crecimiento fue bastante acelerado en la Argentina y nos impactó en el área para los clientes, lo cual nos demandó más trabajo y un crecimiento en evolución. El sistema de salud de Argentina, que viene plagado de otros temas burocráticos y más atrasados respecto de otros países, tuvo un avance importante para el sector. De hecho, trabajamos mucho sobre la salud digital, la receta digital y la firma digital en nuestras soluciones y para los clientes. También se avanzó en las aplicaciones mobile y web.
—Se podría decir que se avanza hacia un modelo de salud digital…
—El foco va por ese lado, con la salud digital focalizada en realizar una inteoperabilidad de los sistemas de salud, intercambiando datos clínicos entre organizaciones y sistemas, independientemente de la tecnología que se tenga, sino a través de un protocolo único llamado HL7, que en otros continentes ya funciona. Creo que la salud argentina debe ir hacia ese norte, avanzando hacia esa agenda 2030. Creo que el sistema de salud está preparado para hacerlo y nosotros iremos de la mano como proveedores tecnológicos.
—¿Cómo interviene en el sector hoy la inteligencia artificial? ¿Se está aplicando?
—Sí, aplicamos la parte de inteligencia artificial no solamente en nuestras soluciones. Hemos evaluado y trabajado en proyectos de I+D en la empresa aplicada a la inteligencia predictiva, que tiene que ver con el análisis de datos para la predicción de patógenos a través de patologías médicas, para prevenir enfermedades en algún paciente. La inteligencia artificial está muy desarrollada en otros países y nosotros también lo estamos trabajando.
—Está generando cambios acelerados de los procesos.
—En el sector del desarrollo de software en sí, se viene trabajando un montón. De hecho, Chat GPT y lo vinculado a OpenAI han ayudado al desarrollo, a la programación, a mejorar, acortar los tiempos de entrega y testeo de códigos. Eso es algo que se ha aplicado mucho. Google lo viene aplicando y otras empresas que realizan desarrollos propios. La versatilidad de la herramienta viene a acortar los tiempos de procesos que podían llevar más. Tiene que ser una herramienta para acoplarse al mundo que se viene, para que las inteligencias artificiales ayuden en tu labor sin necesidad de esta paranoia del reemplazo que se ha generado. Debemos aplicar la inteligencia artificial razonablemente y reguladamente para poder tener un desarrollo más implicativo dentro del sector y más grande. A eso hay que apuntar, a lograr una regulación estandarizada de estos métodos para seguir trabajando.
—¿Hacia dónde apunta el sector en medio de estos cambios tan vertiginosos?
—Creo que el sector del software apunta al desarrollo y la transformación tecnológica. La Ley de Economía del Conocimiento fue un puntapié muy grande para abarcar aquellos intangibles a nivel global dentro de una ley, con beneficios nacionales y provinciales, como lo está Integral Software. Los beneficios impositivos implican que más empresas se sumen y que no sean solamente desarrollos de software, sino también la industria 4.0 y la transformación digital, como la robótica, la nanotecnología, la bioinformática, el análisis de datos, los servicios de consultoría, el marketing digital, los contenidos audiovisuales… El cambio vertiginoso se da y va en crecimiento. No tengo dudas que estos cambios son para mejor en materia de crecimiento del sector. Y en esto creo que tienen que acompañar las políticas públicas, porque son cambios que pueden hacer expandir el sector y el país. El sector va hacia la transformación digital ampliamente y muchos de nosotros estamos en ese trabajo, vendiendo transformaciones digitales para los clientes, en el caso nuestro orientado a la salud. El día de mañana la idea es lograr cambios más radicales con la inteligencia artificial.
—Hay todo un debate en torno a qué pasará con las personas. ¿Cómo creés que se complementan estas nuevas herramientas con los recursos humanos en las empresas u otros organismos?
—Estas nuevas herramientas tecnológicas en nuestro sector son un complemento de ayuda, de respaldo para los recursos humanos. No se trata de un reemplazo, sino que las tecnologías pueden mejorar y hacer más fácil los mecanismos del día a día, sea laboral o cotidiana. La tecnología y estas herramientas de IA, de inteoperabilidad, de conexión e intercambio de datos, nos permiten dar un respaldo en nuestro trabajo para facilitar la vida de las personas. Es un complemento esencial.
—Hay quienes son muy críticos.
—Puede haber otras aristas y personas que no estén de acuerdo; de hecho se está debatiendo a nivel mundial la ética de la inteligencia artificial. Pero son herramientas necesarias que el mundo va y es inevitable. Es el común denominador de las personas y la humanidad seguir investigando, creciendo, mejorando, inventando y reinventándose. Lo que hay que hacer es reinventarse cuando tenés estas herramientas. Hay que buscar un modelo de trabajo que sea constante a la actualización, que se pueda aplicar y volcar a tu conocimiento, tu trabajo, tu familia. Por ese lado, creo que hay que seguir impulsando estas tecnologías, trabajando en la industria 4.0 y en la transformación digital; hay que capacitarse y aprender de los demás. Estas herramientas son necesarias y ayudan a las empresas y organismos públicos, sean de salud o educación. La tecnología es transversal.
