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Sequía: Entre Ríos perdió el 14% del sorgo y del maíz de segunda

Son alrededor de 14.000 hectáreas las que se perdieron por el sorgo y unas 9.800 del maíz de segunda. Las recientes lluvias llegaron tarde”. Dos Florines

El área total de sorgo en Entre Ríos para el actual ciclo es cercana a las 100.000 hectáreas, indica el Sistema de Información de Bolsa de Cereales de Entre Ríos (Siber). De ese total, el 14% de perdió producto de la sequía

La fenología del cultivo se enmarca fundamentalmente dentro de las etapas reproductiva y de maduración. A nivel provincial la condición se resume del siguiente modo: Buena 10%, Regular 45%, Mala 31% y Perdida 14%.

El área perdida se estimó en un 14 %, es decir alrededor de 14.000 hectáreas. La condición de los lotes que aún siguen en carrera se ha mantenido desde el último reporte, en parte debido al regreso de las precipitaciones”, indica el reporte semanal.

En general se observa a campo un cultivo muy afectado, desparejo en cuanto a fenología dentro de un mismo lote y en algunos casos también se le suman ataques de pájaros.

Qué sucede con el maíz de segunda

Por otro lado, el SIBER informó sobre la condición del maíz tardío y de segunda en la provincia. El área cultivada se posiciona alrededor de 70.000 hectáreas, en función de las primeras proyecciones. Debido a que la siembra del cereal inició a mediados de diciembre y culminó a principios de febrero, el estado fenológico comprende desde prefloración hasta R4 (grano de la espiga en estado pastoso).

El reporte sostiene que la condición general del cultivo a nivel provincial se resume de la siguiente manera: Muy buena 1 %, Buena 20 %, Regular 36 %, Mala 29 % y Perdido 14 %.

El retorno de las precipitaciones a la región, tuvo un impacto positivo, pero para gran parte del área fue demasiado tarde. El área bajo una condición buena a muy buena ascendió del 6 al 21 %, pero por otra parte, la superficie perdida se incrementó del 11 al 14 %”, indican desde el SIBER.

Los colaboradores reportan que, los lotes implantados entre mediados de diciembre a mediados de enero, florecieron en plena sequía (a lo cual hay que sumarle el efecto de las marcas térmicas muy elevadas), por lo tanto, su condición es de regular a mala.

Mientras que, los sembrados desde fines de enero principio de febrero, son los que todavía “siguen en carrera”, no obstante, preocupa la posibilidad de que heladas tempranas en la región corten el ciclo del cereal.