Según la Federación Agraria, las economías regionales continúan en jaque y a la deriva

19/12/2020

La entidad consideró que esas producciones, claves para el interior del país, no tienen destino frente a “un Estado que abandonó las políticas públicas para rescatarlas”. Dos Florines

Los integrantes de la Comisión de Economías Regionales de Federación Agraria Argentina (FAA), luego de su última reunión, elaboraron un duro documento en donde denunciaron, básicamente, que esa producciones siguen en jaque y la deriva, al tiempo acusaron al Estado de haberlas abandonado.

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Durante la reunión, los federados analizaron la situación económica, financiera, productiva y social que atraviesan miles de pequeños y medianos productores, “en territorios abandonados por las políticas públicas agropecuarias, arrojando a cientos de familias rurales a un destino sin oportunidades”.

Las economías regionales, recordaron, si bien no son el sector potencialmente exportador en comparación con la zona pampeana, “sí lo son en materia de generación de empleo, arraigo y motor económico” del mercado interno.

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Contradicción.

Es por eso que los federados ven una “enorme contradicción” al no sentirse apreciados por los Gobiernos nacional, provinciales y municipales, frente a ese rol protagónico que tienen en la economía, “que no ven o no entienden que es un sector que con respuestas y políticas públicas adecuadas para revertir la situación que atraviesa, puede de modo ágil y dinámico, contribuir a poner a nuestra Argentina de pie”.

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“La falta de políticas públicas que incentiven al sector, que están vinculadas a la necesidad de financiamiento, el acceso al crédito, la ausencia de un seguro multirriesgo frente a los daños que causan en las producciones las inclemencias climáticas, un precio mínimo sostén, el fortalecimiento de fondos de emergencia agropecuaria, y una fuerte intervención del Estado que ampare a los pequeños productores de la concentración, arrojan a miles de ellos cada año fuera de la cancha, sin posibilidad de reinsertarse nuevamente en el sistema productivo. Una situación que mantiene a las economías regionales en jaque y a la deriva”, remarco la entidad que preside el mendocino Carlos Achetoni.

Esas economías regionales, se subrayó en el texto, “son las que contienen la migración incesante de familias del interior a las grandes ciudades. Por ello, para entender que le sucedió a nuestro país en su reorganización territorial en el último tiempo, con tantas villas miserias en cuanto cordón urbano exista, debemos analizar las producciones en cada lugar del país y por qué dejaron de demandar mano de obra, si no se tecnificaron. Lamentablemente, la respuesta está en las millones de hectáreas a lo largo y ancho del país en estado de abandono”.

La desidia de la política le hizo mucho daño al sector productivo, especialmente al de economías regionales. “Desde los ‘90 a la fecha son efímeros los períodos que fueron buenos para nuestros representados. Y, ante la falta de políticas públicas y un Estado ausente en defensa de la competencia, dejaron el camino allanado para que las grandes industrias tomaran las riendas con las reglas de mercado y un Estado brillando por su ausencia. Como consecuencia de ello, miles de pymes y agricultores pequeños fueron desapareciendo”.

Silencio cómplice.

Estos factores, sin embargo, no son los únicos que “oprimen a los productores, que no son una unidad de negocios, sino una forma de vida atada a la producción, que en algunos casos muy aislados le dan valor agregado. Los precios de los costos de producción están atados al dólar, por lo que suben sin parar, mientras que la venta de nuestras materias primas es en pesos y con precios de hace dos años, en un mercado interno cada vez más deprimido. No hay forma de que una economía productiva resista con estas complejas variables. Y lo que más indigna es el silencio cómplice de quienes nos gobiernan”.

“Un esquema más, que complica e indigna, es que terminan siendo los intermediarios los grandes ganadores, porque la distancia y el encarecimiento de la producción por falta de transporte, tira abajo la rentabilidad del productor”, advirtieron-

La falta de acceso al crédito sigue siendo un gran problema, dado que la mayoría de los productores de las economías regionales, según los requerimientos actuales de la banca pública y privada, no son sujetos de créditos y por ello se hace muy difícil que los mismos se tecnifiquen o le den mayor valor agregado a su producción.

Indignación.

Los federados, asimismo, manifestaron su indignación frente al ingreso de productos importados como el caso del durazno al natural de China en Mendoza, en simultáneo que se cosecha la producción local. Y lo mismo se repite con la yerba de Paraguay y Brasil, y la banana de Bolivia y Paraguay.

“Los que representamos a las economías regionales instamos a los Gobiernos nacional, provinciales y municipales, que nos apunten con las políticas públicas que necesitamos, que no nos vean como si fuéramos grandes productores, y que observen que esta cultura de vida, que produce los mejores productos del mundo, está dispuesta a través de reglas claras a ser el motor de la generación de empleo en los territorios y ayudar a reactivar la economía, con un aporte fundacional, para asegurar la soberanía alimentaria nacional”, concluyó el documento de la FAA.

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