Según el CEER, Entre Ríos volvió a tener déficit primario y financiero en 2019
27/02/2020
Un informe advierte que se deterioraron otra vez las cuentas públicas, ante la recesión, la inflación y la presión impositiva. Dos Florines
Nuevamente, las cuentas públicas de Entre Ríos entraron en desequilibrio durante 2019, según el estudio del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) del Consejo Empresario de Entre Ríos (CEER). En las conclusiones, advierten por el déficit no sólo financiero -que todavía persistía-, sino también primario, por un incremento real de gastos por encima de los ingresos, en medio de la recesión, la inflación y la presión impositiva.

Precisamente, el año pasado, el gasto primario fue de 8 puntos porcentuales superior a lo recaudado, lo que convirtió al resultado primario positivo en 2018 a negativo en 2019 por 5 mil millones de pesos. De esta manera, además, se alcanzó un déficit financiero de 8 mil millones de pesos, si se contempla la deuda pública provincial, posiblemente “reperfilada”, tal como reveló DOS FLORINES.
De acuerdo al informe enviado a esta Redacción, los ítems de gastos que más subieron fueron los salarios y las jubilaciones, y el de mayor caída en términos reales, fue el de las inversiones públicas. Al respecto, desde el CEER cuestionan que esto impactó negativamente sobre la competitividad provincial, ya que se crearon menos empresas, se deterioró el empleo formal y se redujeron los ingresos de los hogares, generando más pobreza.

Recursos públicos

El informe plantea que los ingresos que más crecieron fueron los que provienen de la distribución automática de recursos nacionales, que se incrementaron un 48%, mientras que las transferencias discrecionales se redujeron un 14%. En tanto, los recursos tributarios y de seguridad social provinciales subieron entre un 44% y 48% respectivamente.
La inflación interanual en el período fue del 54%, es decir que, los principales componentes de los ingresos públicos crecieron por debajo de la misma.
El principal impuesto de la recaudación provincial es sobre los Ingresos Brutos (IIBB). El directo, que es la recaudación sobre unidades productivas de Entre Ríos por ventas en la provincia escaló un 45%, mientras que el de convenio multilateral, que corresponde a ventas hechas por empresas de otras provincias en Entre Ríos, subió un 36%.
Los impuestos que crecieron por encima de la inflación fueron, el inmobiliario urbano, el rural y el automotor. Según información de la Administración Tributaria de Entre Ríos (ATER) el incremento se debió a la devolución de cuotas correspondientes al ejercicio 2018, las cuales se habían postergado por la emergencia agropecuaria y la actualización de los avalúos fiscales anuales donde tuvo gran incidencia la devaluación de la moneda nacional.
Gasto público
El 73% del gasto total se destinó a conceptos rígidos, es decir el pago de salarios, jubilaciones y coparticipación de municipios, que representaron 43%, 21% y 9% del total de erogaciones públicas, respectivamente.
Los salarios y la coparticipación aumentaron por debajo de la inflación (variación real anual -5% cada uno) pero por encima de los ingresos públicos (variación real anual -11%). El gasto en jubilaciones subió al mismo ritmo que la inflación, lo que implica que el desequilibrio previsional tendió a agravarse.
El gasto de capital es el que más se resintió, ya que acrecentó un 21,3%, es decir 22% por debajo de la inflación, siendo el concepto más importante el de la inversión en obras de infraestructura, que se incrementó un 29,5% interanual, es decir -16% en términos reales.
Conclusión
Desde el CEER plantean que “el contexto recesivo hizo que los recursos fiscales hayan crecido por debajo de la inflación y del gasto público, lo que generó el desequilibrio fiscal”.
El rezago en los ingresos se debió a que el sector privado productivo, creador de la riqueza provincial, se encontró imposibilitado de dar más recursos al Estado (nacional, provincial y municipal) debido a la prolongada depresión económica.
En esta línea, también hacen hincapié en que la suba de la presión tributaria, lejos de generar más ingresos fiscales, agravó la recesión, ya que provocó caídas adicionales en la recaudación impositiva en términos reales.
“El sector público, en lugar de ordenar sus dos principales fuentes de gasto: pago de salarios y jubilaciones, buscó contener su aumento reduciendo en términos reales la inversión pública, lo cual afectó la competitividad de las empresas entrerrianas”, sostienen.
Finalmente, el informe concluye con que “la pérdida de competitividad y la creciente presión impositiva, provocadas por un sector público desordenado, impidió la creación de más empresas privadas formales y la expansión de las existentes, por lo tanto, no se generaron nuevos puestos de trabajos formales, lo cual condujo a contracción del ingreso en los hogares, generando más estancamiento económico y pobreza”.
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