Ruscoin, la criptomoneda con la que innova una compañía de seguros entrerriana
04/02/2021

Río Uruguay Seguros decidió apostar por la innovación de la tecnología blockchain y avanza en una billetera virtual, por ahora, para sus productores. Gustavo Sánchez Romero
Algunos meses antes que Bitcoin o Ethereum estuvieran en el tapete por el nivel de su cotización en el mercado y sean consideradas la vedette del 2020, una compañía de seguros ya estaba preparando el lanzamiento de su propia criptomoneda. En rigor, venía estudiando abrazarse al concepto de blockchain, y en este caso era el puerto al que llegarían más temprano que tarde. Y así fue.

Una definición de blockchain la explica como un conjunto de tecnologías que permiten mantener un registro distribuido, descentralizado, sincronizado y muy seguro de la información que trabajan ordenadores y otros dispositivos. Es decir, vendría a cumplir la función de un registro público en las operaciones digitales, ya que permite identificar a cada persona y dispositivo de forma única y almacenar y trazar esa identificación en todo momento. Esta tecnología admite el intercambio de criptomonedas como Bitcoin o las más de 200 que existen en circulación virtual.
En esto venía pensando desde hace más de dos años Andrés Fiorotto, responsable de Coordinación de Transformación Digital de Río Uruguay Seguros –una compañía líder del mercado con asiento en Concepción del Uruguay y trascendencia nacional- y que desembocó en el hecho que la empresa decidió apostar por el lanzamiento de propia criptomoneda: el Ruscoin.

Asegura el ejecutivo que es la primera innovación de este tipo en las casi 200 empresas que posee el rubro del seguro en el país y fue todo un desafío porque todo se hizo bajo el paradigma ensayo y error, que trabaja a diario sin red y con la expectativa de parte de toda la compañía, especialmente el consejo directivo ya que se trata de una cooperativa, de ser exitosa.
Rus –ese es su acrónimo en el mercado- decidió apostar a un viejo apotegma del marketing: más vale ser el primero; para ser el mejor habrá tiempo.

“Arrancamos con el proyecto en el año 2018 y allí comenzamos a trabajar y analizamos muchos lo que es la tecnología blockchain, que tiene un interesante anclaje en todo lo que tiene que ver con documentación y poder hacer operaciones totalmente transparentes y con muy baja posibilidad de alteración o jaqueo, y nos pareció bueno. Veníamos leyendo que el seguro y la banca serían lugares donde el blockchain iba a pegar fuerte. Al ser una tecnología que permite descentralizar operaciones o contratos iba a permitir por ejemplo que dos personas que tengan un siniestro puedan intercambiar información de vehículos, de sensores o lo que se ocurra con la tranquilidad que esos datos no puedan filtrarse a un tercero. Eso lo veíamos a mediano plazo. Pero lo más identificatorio del blockchain es la moneda, es el Bitcoin. Y dijimos: hagamos una moneda virtual que genere confianza en el consumidor, y que si todo marcha de acuerdo a lo previsto se convierta en una moneda de curso legal, o por lo menos en una moneda que sirva para que un grupo cerrado de personas la utilice como moneda de cambio”.
Así lo presenta el joven referente de Rus, al hablar de los antecedentes de algo que hoy, en su compañía, ya empezó a girar y no tiene límites.
Mientras la empresa y toda la industria del seguro busca la forma de aplicar esta tecnología en uso masivo como contratos inteligentes o determinadas pólizas, lo que está aún en etapa experimental, el Ruscoin se ha convertido en la moneda virtual de una billetera en la que los más de 5000 productores (vendedores o asesores de seguros) ya la reciben como un bono adicional a las comisiones y pueden intercambiarla en una tienda propia de bienes y servicios que funciona como estímulo para incrementar las ventas de la compañía.
“Es un moneda de cambio que se le brinda a los productores por cumplir con ciertos objetivos comerciales. Todos sabemos que la póliza de auto es lo que todo el mundo busca y necesita, y por eso esas pólizas quedan afuera. El resto de las pólizas de ramas varias (Vida, Hogar, Salud) obtienen una comisión por sus ventas, y el porcentaje de los premios se los otorga en Ruscoin, y funciona como un obsequio complementario. No paga por esa moneda. Se la agrega a la comisión y sería como un bono Ruscoin. Estas monedas las puede canjear en nuestra tienda ingresando a www.tiendarus.com.ar donde deberán registrarse y obtienen su billetera creada a través de una aplicación que tiene la compañía y ahí donde van a alojarse las monedas. Esas monedas las pueden canjear por cualquier producto. Empezamos con una cantidad chica y la vamos ampliando con una variedad importante. La entrega se hace a través de un correo privado para más seguridad. Si el productor tiene suficientes Ruscoins, las puede comprar 100 % , sino puede pagar una parte de su compra a través de mercado pago”, complementa Jacqueline Suarez Thome, asistente de Fiorotto y secretaría de Administración de Río Uruguay, atendiendo que, la compañía de la que hablamos, es una exitosa cooperativa.

Ejes.
-¿Cuál es el motivo por el que hacen anclaje en el productor?
-AF: Allá por 2018 pensamos en Río Uruguay en generar una moneda que haga las veces de activo como para poder aplicar en nuestros productores un programa de fidelización. Así nace Ruscoin, que además busca propender la digitalización de productores, estimulando la venta variada, que a nosotros como empresa de seguros nos interesa mucho que se difunda. Para nosotros el productor es una figura clave. En un contexto de altísima digitalización de la empresa de seguros, muchos productores temen por el futuro de su rol en el mercado. Se preguntan hasta qué punto las empresas van a seguir siendo fieles a todo lo que han hecho ellos en estos años por la industria del seguro. Por eso Río Uruguay los mira como empresa con un sentido estratégico. Nosotros queremos que el productor se digitalice y capacite como tal, que deje de ser esa persona que realiza operaciones analógicas o presenciales. Queremos que avance hacia la digitalización, pero por otro lado también queremos incentivarlo para que apueste por otros seguros de la compañía que no sea sólo el automóvil. Y entonces nos dijimos qué tal si aprovechamos esta tecnología que tiene muchísimo de transparencia y seguridad para darle al productor un programa de incentivos que lo motive en ese camino. Entonces el productor aparece como el principal consumidor de Ruscoin y de tecnología blockchain para hacer una criptomoneda que avale todo eso.
-De los atributos intrínsecos de una moneda, la de unidad de cambio es la que menos han desarrollado las criptomonedas…
-AF: Es verdad. No está todavía muy intensificado el intercambio de bienes y servicios con criptomonedas. Nosotros tenemos el respaldo de la empresa y un abanico de bienes y servicios para poder canjear tus Ruscoins. La diferencia es que a la moneda no la comprás, no es que hacés un canje de esos Ruscoins que ganás por tus acciones comerciales, por tanto es una especie de incentivo o premio. En ese sentido quizá no se ajuste estrictamente a la definición de moneda.
-¿Hay expectativas de trascender al productor en algún tiempo?
JST: Sí, hoy nos enfocamos en el productor, y la idea es ganar la suficiente experiencia para poder ir generando acciones en el segmento del consumidor. La expectativa es abrirlo a los clientes. Podríamos decir sin subestimar que los productores fueron la prueba piloto. Tenemos unos cinco mil productores compartidos, y exclusivos de Río Uruguay deben ser unos mil productores.
-¿Con cuántos Ruscoins un productor accede a un beneficio?
-JST: Podemos decir que con 40 Ruscoins podés comprar una botellita de running o gimnasio, y en el tope de los productos podés encontrar un set de juegos de mesa premiun por 750 Ruscoins. En general, la mayoría de los productores hoy tienen suficientes Ruscoins en su billetera para comprar productos al 100%, dependiendo de sus ventas.

Tienda.
Las primeras cargas de Ruscoins en las billeteras de los productores comenzaron a realizarse allá por febrero de 2020, pero recién la tienda fue confirmada en octubre, luego de concluida la resolución de la adquisición de los productos, la apertura de la tienda on line y la contratación del correo que hace la logística en todo el país.
En la actualidad hay muchos productores que ya tienen un buen volumen a partir de los premios, los obsequios realizados en el Día del Productor y por las fiestas navideñas. Sin embargo todavía no está muy extendida la cultura y hoy hacen una fuerte apuesta por la comunicación. Para la compañía la estrategia tiene varias aristas: la tecnológica, la comunicacional, la estratégica, pero esencialmente la comercial, y de allí que este estímulo define cómo avanzará la compañía a futuro a través de la criptomoneda.
Pero adentrémonos en las cuestiones operativas y las claves de su funcionamiento.
-Bitcoin y Ethereum tiene programado un nivel de emisión a largo plazo para evitar inflación; ¿Cómo lo abordan ustedes?
-AF: Sucede que nosotros emitimos solamente en función de la producción y por lo tanto no hay inflación. La gente del equipo de Control de Gestión están haciendo un seguimiento muy de cerca de lo que es el control de la moneda, en función de variables que tienen que ver la con el crecimiento de nuestra empresa. En general, en la economía estos controles se hacen con variables macroeconómicas. Nosotros lo hacemos a nuestra escala con variables micro que están vinculadas con el incremento de ventas, el crecimiento de la empresa y la inflación. En función de estas referencias se le asigna el valor al Ruscoin, que hoy está fijado en 10 pesos. Pero se va ajustando al valor del peso, porque nuestros productos de la tienda están en pesos y la póliza está en pesos. No obstante, el principal indicador del valor del Ruscoin es el crecimiento de la empresa. La idea no es comprometer valores que puedan llegar a generar desbarajustes en la compañía. Este tema lo charlamos en reuniones hace poco y una de las cosas que tuvimos que corregir es que entregábamos Ruscoins en función de la cantidad de pólizas vendidas, y luego tuvimos que girar hacia el volumen de las pólizas, porque el parámetro era irreal. Una póliza puede valer millones y otra muy poquito. Entonces ajustamos en función de lo que cobra un productor y no tanto de la cantidad, y es más justo. Y eso no nos ha generado problemas con el valor de la moneda.
-¿Cuánto llevan emitido?
-JST: El proceso empezó hace un año y tomó impulso a fines de octubre con la inauguración de la tienda, que hubo que armarla y lleva un tiempo por la logística y la oferta. La emisión crece, pero va a crecer más cuando los productores la incorporen más directamente.
-¿Qué inversión han hecho para montar el sistema?
-AF: Hay una cuestión del diseño de la tienda que requiere una inversión al adquirir productos de varios proveedores. Después está la inversión en tecnología de los servidores por donde corre blockchain, que es una inversión importante. Lo que decidimos en Río Uruguay es esta etapa es montarlo en una estructura tercerizada, con la expectativa de que cuando se consolide podamos volcarlo a los clientes, y recién allí haremos la inversión necesaria en adquirir los servidores y sistemas. Hoy tenemos el respaldo de Koinbans, una empresa con mucho conocimiento en la banca, y que aterriza en el mercado del seguro con nosotros. La experiencia con ellos estuvo muy buena, y ya que aún estamos en etapa experimental también aprendemos de ellos.
-¿Qué áreas de la compañía trabajaron?
-JST: El proyecto fue encarado por varias personas. En principio había más gente impulsando y después con la pandemia se fue achicando, y cuando se reimpulsó éramos dos o tres. En realidad, no es necesario tener demasiado conocimiento. Con las ganas de hacer y si empujás, lo lográs.
-AF: La idea era sacar un buen producto. Hemos apostado a grupos heterogéneos. Este es un producto de mucha innovación. Esta idea surgió de mi, que siempre estoy en congresos y seminarios, y todos dicen que esta tecnología se viene, se viene y se viene, pero nadie te dice “lo estamos aplicando y nos fue bien o mal, o tuvimos estos problemas”. Así que decidimos encararlo nosotros a sabiendas que no sería fácil. Soy Coordinador de Transformación Digital de Río Uruguay y estamos en línea con Jacqueline, que siempre trabaja junto a mí, pero con el objetivo de lograr equipos que no sean tan vinculados a sistemas, sino más bien que tengan una visión estratégica de la empresa.
-¿Cómo reaccionó el productor?
-JST: (Risas)- Bueno, como toda situación nueva genera algunas resistencias y a veces es necesario explicar, ser pedagógico, convencer porque se trata de una cuestión cultural para muchos. El productor debe ingresar a una App y suscribirse a la billetera. Para muchos el problema fue el registro. Como es nuevo, a nosotros también nos falta comunicación para que el productor se amigue con el sistema. Por eso hablamos de equipos no tan vinculados a sistemas sino a estrategia, porque el problema puede ser de comunicación, y no tanto de sistemas, que la tienen muy clara a la hora del diseño y la aplicabilidad. No sabíamos cómo iba a impactar. No hay blockchain en el seguro, no es tan fácil. No es previsible y estamos todo el tiempo aprendiendo, y necesitamos de gente que pueda volar en esto sin riesgo a equivocarse y poder corregir.
Apoyo cooperativo.
La entrevista fue virtual y se llevó a cabo en forma amena y distendida a través de una plataforma digital.
El diálogo giraba entre tecnología y expectativas; reacciones humanas y condicionantes futuros; cambios y revoluciones. Los ejecutivos hicieron siempre hincapié en el apoyo para poder trabajar sin red en un mercado donde son los primeros, y quieren consolidar la plataforma para ir todavía más allá. “Cualquier tecnología que se está aplicando hoy en el negocio del seguro viene con la salvedad que no ha sido probada nunca. La banca tiene un poco más de desarrollo y vienen probando desde hace muchos años. El mundo del seguro, de verdad, viene recién mirando y experimentando desde hace un año, y mucho fue gracias a los condicionantes que generó la pandemia. Este año pasado arrancó una aceleración de tecnología en el mundo del seguro como nunca vimos y me parece que estábamos con un poco de pachorra. Por eso todo tiene mucho de experimental”, se sincera Andrés, como una reflexión final.
En este marco, ambos coinciden en que se necesita mucha flexibilidad mental, y a veces los valores humanos vinculados a sistemas demandan más seguridades y certezas, y necesitan tener todo testeado para arrancar. “Acá no tenemos ni prueba ni anticipación. Es trabajar como un equilibrista sin red”, ironizó Andrés.
Conociendo los actores de la provincia, hay una pregunta que es insoslayable y que el Coordinador de Transformación Digital de Río Uruguay afrontará con una respuesta meridiana.
-¿Cómo reaccionó Juan Carlos Lucio Godoy –presidente de la empresa- ante la propuesta de generar una criptomoneda?
-AF: Si este proyecto existe es porque él se lo puso al hombro. Yo lo charlé primero con él y no sólo que lo apoyó, sino que fue uno de sus grandes impulsores. Lo poco o mucho que hace esta empresa en materia de innovación y tecnología ha sido porqué para él es un tema clave y lo carga sobre sus espaldas con visión estratégica. Es difícil encontrar líderes que impongan el concepto de innovación tecnológica. En Río Uruguay se impulsa de arriba para abajo, y eso no es normal.