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Renta inesperada: críticas de AEA y un apoyo caro para Syngenta

El proyecto de crear un nuevo impuesto a la “renta inesperada”, que aún tiene un largo camino antes de volverse realidad, ya inquieta a las empresas grandes. Tras el anuncio, el lunes pasado, desde Juntos por el Cambio ya habían anunciado que no acompañarían el proyecto. Ahora, llegó el turno de las empresas.

Ayer, miércoles, desde la Asociación Empresaria Argentina (AEA) salieron a criticar el gravamen, que el Gobierno anunció que creará para financiar los bonos que se entregarán en abril y mayo y que gravará a las empresas que cumplan dos requisitos: que tengan ganancias mayores a $1.000 millones anuales y que estas hayan “aumentado de forma significativa” en 2022.

“Argentina debe volver a retomar la senda del desarrollo económico y social sostenible. Para ello resulta esencial generar las condiciones para que las pequeñas, medianas y grandes empresas puedan concretar inversiones que generen empleo y hagan crecer la producción y las exportaciones. La creación de nuevos impuestos -como el recientemente anunciado ‘impuesto a la renta inesperada’- va en la dirección opuesta a lo señalado. En Argentina ya están en vigencia 165 impuestos y la carga tributaria sobre el sector formal de la economía es muy elevada y ha crecido fuertemente en los últimos 20 años, superando holgadamente el promedio de la región. Con menos impuestos generaremos más inversiones y empleo”, señalaron en un escueto comunicado.

“Un impuesto más significa que uno envía un mensaje a toda la gente y a los empresarios de que empezar a hacer actividades económicas en Argentina va a ser cada vez más difícil”, dijo el presidente de AEA, Jaime Campos, esta mañana ayer en Radio Mitre. “La pregunta que tenemos que hacernos en Argentina es si estamos todos trabajando para crear condiciones cada vez más atractivas para que se invierta en el país. El mensaje (que envía el Gobierno) es: ‘Señor, antes de hacer negocios en Argentina mírelo 400 veces, porque cada día le ponen un impuesto nuevo’”, agregó Campos.

Rechazo de Ciara

“Desde Ciara-CEC, expresamos nuestra profunda preocupación ante la propuesta del nuevo impuesto anunciado por Martín Guzmán”, dijeron desde la Cámara de la Industria Aceitera Argentina (Ciara).

 “Si bien la guerra generó un aumento en el precio de ciertos commodities agrícolas, lo hizo también con los costos de producción, más aún en nuestro país. Sumados a la escasez de insumos críticos han neutralizado, o más, los relativos beneficios de los productos del agro. Además de ello, no hay que olvidar que el Gobierno Nacional cuotifica las exportaciones de maíz y trigo, haciendo imposible captar la suba de precios por los exportadores. Las distorsiones económicas que producen esta clase de medidas deben ser discutidas en el Congreso, particularmente cuando se trata de cuestiones impositivas. Ahí en dónde el proyecto de ley de promoción agroindustrial duerme. Argentina no necesita más impuestos. Al contrario, lo que hace falta es sacar el freno de mano a la producción y a la inversión para que haya más trabajo. Estaremos abiertos a trabajar en una propuesta de esta naturaleza, si el gobierno nos convoca”, dijeron en sus redes sociales.

Un apoyo caro

Lo que sí fue inesperado fue la reacción de algunos actores del agro ante la posición que adoptó el CEO de Syngenta, Antonio Aracre.

El ejecutivo consideró que sería “justo” cobrar un impuesto a la “renta inesperada” y valoró que se lograría una “financiación genuina”, evitando tener que recurrir a la emisión monetaria, que “a la larga termina en inflación”.

“La verdad es que los salarios están relegados. Y que este grupo (en alusión a los receptores de los bonos) que no tiene paritarias, defensores, salgan beneficiados con este bono me parece adecuado”, afirmó Aracre.

“Muchas veces la gente que se pone en contra de los impuestos también reclama mejor educación pública, que los policías nos cuiden, que la Justicia funcione. Si no queremos pagar impuestos, ¿cómo queremos recibir un buen servicio educativo o un buen servicio de seguridad?”, concluyó Aracre.

Ayer, varios productores de diferentes regiones comenzaron a manifestar en redes sociales, como mostró el portal Bichos de Campo, que dejarían de comprar los productos ofrecidos por Syngenta, filial local de la corporación china estatal ChemChina, mientras Aracre siga siendo CEO de Syngenta.

Fuente: www.eleconomista.com.ar