Reconversión, la clave para subsistir a la pospandemia, según los consultores
18/07/2020
Reingeniería de procesos, reconversión, adaptación al cambio que llegó para quedarse, son los ejes del nuevo tiempo según los asesores. Gustavo Sánchez Romero
Seguramente con oscilaciones e incertidumbres, retrocesos en las decisiones oficiales y marchas y contramarchas, el mundo empresario se ilusiona con que la bruma que envolvió estos cuatro meses a la realidad corporativa empiece a diluirse y, para todos, la aparición de un tiempo nuevo será un punto de inflexión.

Sin embargo, muy pocos creen que llegará cargado de buenas noticias, sino que más bien se preparan para todo lo contrario. Si la cuarentena se flexibiliza y el virus se debilita, la pospandemia nos encontrará en el umbral de una crisis económica terminal y sin antecedentes -enrarecida por la debilidad institucional del país y las contradicciones de orden político- que profundizará el proceso negativo.
Cierre de empresas, caída del empleo y desgajamiento del tejido productivo que pone ante grandes y profundos desafíos a los empresarios y sus recursos humanos, sin por ahora tener ninguna precisión acerca de cómo se puede salir del laberinto de la realidad.

En este marco, Dos Florines consultó a reconocidos consultores de la región acerca de cuáles serán las pocas certezas con que se encontrarán los empresarios para planificar el futuro y tomar decisiones, con la presunción que todas serán productos de las consecuencias que dejará esta crisis sanitaria y de las que se deberá trabajar con la dinámica de ensayo y error.
Rodolfo Pacher (Pacher Consultores), Carlos Sosa (Sosa & Asoc.), Estefanía Gerolth (Kutsche & Asoc.) y Fernando Borghello (Grupo Comunicar) miran el futuro desde sus categorías teóricas y dejan una plataforma posible con una resultante común a los cuatro: quién antes de la pandemia no se haya reconvertido o no haya iniciado un proceso con seriedad, no podrá subsistir al nuevo tiempo.

Todos coinciden en que los cambios que ya se advierten todavía con la pandemia desplegada y que las empresas experimentaron estos meses llegaron para quedarse y que modificó el sentido de muchas cosas; por lo que no habrá otra alternativa que moverse rápido para identificarlos con precisión y actuar en consecuencia.
En el mismo sentido se ubica el concepto de virtualidad, ya que los consultores creen que la aparición de las formas de trabajo virtual, el relacionamiento dentro de la cadena de valor para continuar con el negocio ha resultado exitoso y esa será una marca del nuevo tiempo, como así también las nuevas plataformas de comercialización con la irrupción de nuevos canales.
Virtualidad.
Un punto de coincidencia ha sido que la nueva normalidad es, en definitiva, una nueva virtualidad.
“Esto cambia el sentido de las cosas, la apreciación, la ubicación, sobre todo la ubicación espacial de las personas para hacernos tomar conciencia que vivimos en un mundo virtual y que en ese mundo se pueden generar realidades tan reales como las físicas. El desafío se presenta con mayor incidencia para las empresas que venían desorganizadas y no han hecho una inversión en su ingeniería integral, una inversión en reinventarse y sobre todo en ordenarse con gestión de calidad. La empresa que estaba ordenada, dependiendo del sector donde esté la postpandemia, le impactará de manera distinta. A todos no impactará con mayor o menor fuerza. Hay muchos empresarios muy focalizados en las variables no controlables, aquellas que no están sujetos a su voluntad y que no tienen nada que hacer, y dejan de ver lo que si pueden hacer. Y qué se puede hacer juntos. Un empresario ordenado va a dejar de ganar y quizá pueda solicitar financiamiento y puede ganar menos -salvo actividades que están cortadas hace cuatro meses y su estructura sigue teniendo la misma incidencia versus cero ingresos-. Ese es un desafío de existencia. Aun así, la diferencia entre responder y reaccionar es salir desesperadamente a hacer cualquier cosas y estar todo el día supeditado a sucesos negativos y el responder es analizar la info que tenemos, el sector dónde estamos, las posibilidades y que readecuación puede haber”, anticipa Rodolfo Pacher, a título de introducción para describir al empresario y su visión sobre el contexto.
En un andarivel algo similar, Carlos Sosa cree que analizar el futuro requiere una mirada previa sobre la realidad de muchas empresas que no estaban trabajando bien antes de esta coyuntura sanitaria. El consultor considera que existían quiénes no profesionalizaron su gestión y otras recién estaban empezando a intentar profesionalizar sus procesos. “La postpandemia, para aquel que había hecho una reconversión o que venía en un proceso de profesionalización, le dará una ventaja importantísima, porque en esta crisis va a marcar la diferencia. Profesionalizar la gestión sería tener un método de trabajo, una estrategia, un equipo, un liderazgo que nuclea y proyecta. Quien estaba inmerso en ese proceso tendrán una diferencia y esas empresas van a ser creíbles desde la confianza. No hablo de una confianza emocional, sino un equilibrio entre los valores, la actitud que genera confianza, la capacidad técnica que genera confianza y una imagen o marca personal que genera confianza. De alguna manera hay una ampliación del concepto de confianza”, expresa Sosa.
Transición.
Para la titular de Kustche, hablar de nueva normalidad implica entender un tiempo de transición entre “lo viejo, conocido o aceptado, o incluso cómodo, y lo nuevo que tiene que ver con nuevas formas de relacionarse y probablemente en formas de interactuar entre colaboradores, clientes, cadenas de suministros, intercambio de datos y la celeridad de este intercambio para la toma de decisiones”, expresa.
Pero más que esto, ella cree, se requerirá “crear” una nueva normalidad y para eso necesita poner a funcionar el propio músculo para generar las condiciones para afrontar estos nuevos desafíos, entre los cuales hay muchos que sobrevienen.
“Por un lado, lo que está más evidente es que el trabajo remoto se impuso y ya hay muchas encuestas y empresas que validan el beneficio de este tipo de trabajo e incluso ya van a elegir entre modelos híbridos que combinen lo presencial con lo que es remoto. Obviamente con beneficios pero también con aspectos negativos y que muchos de ellos tiene que ver con aquellas que no pueden implementarlo y aquellas que no podrán transmitir a personas que no estén en el ámbito de la empresa lo que tiene que ver con el propósito de la compañía, con el compromiso, la esencia de la cultura de la organización. Hay riesgo de crear dos culturas distintas entre los que están dentro de la organización y los que no. Pero vinculado a eso también lo que se relaciona con las estructuras tradicionales. Ahora que necesitamos tomar resoluciones más rápidas y ágiles y empezar a mirar más a la confianza y a la experiencia que quizá al rango o al puesto. Lo veo entre la confianza y el deber ser. Una forma de poder agilizar la toma de decisiones y poder ejecutar más rápido lo que se decide y salir de esa burocracia que la vemos tanto en algunas empresas como en la parte pública. Poder empezar una transición hacia la agilidad, es decir cómo reconfiguramos nuestras estrategias, nuestros procesos y la tecnología hacia la creación de valor, mirando las necesidades del afuera”, describe Estefanía Gerolth.
Finalmente, en la consulta realizada por Dos Florines, llegamos hasta Fernando Borghello, un profesional que lidera la división consultoría de Grupo Comunicar. Con experiencia en distintos niveles empresarios. Aportó que para entender el futuro hay que mirar lo que está pasando hoy, especialmente porque ha sido muy ecléctico el comportamiento de las empresas durante este período.
Asegura que hay quienes han podido transitar este tiempo con cierta normalidad como las empresas vinculadas a la agroindustria; los que quedaron inmovilizados por el miedo, los que debieron seguir pero con el ánimo muy débil o con pocas ganas, como el caso de empresas con dueños demasiado grandes que aún no han hecho el traspaso generacional.
“Vemos empresas que se han visto favorecidas como las del campo o la salud; existen otras como la de transporte de mercaderías que se han potenciado y hoy sus desafíos pasan por la aceleración de lo digital, nuevos conceptos de gestión y el aprovechamiento de datos; y a su vez cómo monetizar todo esto. Pero todas debe interpretar a los públicos jóvenes que siguen siendo un canal muy importante y se expresan por medios digitales y requieren otras experiencias de usuario”, detalló.
Avanzó un poco más y asegura que, en cuanto a recursos humanos, las incógnitas hoy se diferencian entre el talento actual y el talento requerido, porque “se han acelerado las demandas que requieren características de mayor formación y muchos encuentran que hoy su personal no las tiene, y miran la opción de la tercerización o bien deciden esperar por las dificultades del contexto a pesar que creo que todos ya entendieron que los cambios llegaron para quedarse”, prescribe Borghello.
En este marco advierte que nuestro mercado no tiene el mismo nivel de competitividad que otras ciudades más desarrolladas, pero el impacto será similar en empresas de cualquier ciudad. Para el mercado laboral, “este escenario es un nuevo espejo para poder formarse mejor y crecer en las condiciones de empleabilidad; en tanto que por el lado de las empresas se presentan nuevas oportunidades de negocios porque habrá muchas empresas que no habrán podido continuar; algunas que nacerán con el nuevo formato y otras que buscarán su lugar con destino incierto”, expresó el consultor.
El día después.
Desde Consultores Pacher, Rodolfo considera que en este camino de la reconversión muchos, como ejemplo, que fueron una metalúrgica mediana deberán fabricar parrillas para la industria gastronómica cuando lo demande si es que quiere sobrevivir, pero antes deberá emprender el camino de la reestructuracción. “Quienes vienen trabajando en neuroventas, en base a las neurociencias, entendemos que siempre están en situación más favorable de aquel que quiere partir de cero y ver cómo administra su ansiedad, sus situaciones adversas; y esto un desafío que lleva tiempo, como todo proceso de cambio. Y como si fuera poco, existe naturalmente una reacción ante el cambio, con un cerebro reptil nos lleva a reaccionar porque vemos que todo es una amenaza. Pero si nos serenamos y empezamos a utilizar otras herramientas podemos llegar a descubrir que en este mundo de caos hay oportunidades que nos esperan”, aconsejó el especialista.
Por su parte, Carlos Sosa -que acaba de publicar un libro sobre su especialidad y que ya está en el mercado con el nombre “Líderes 360”- confió que “los consumidores buscarán empresas que transmitan seguridad en un contexto de incertidumbre, que transmitan confianza. Que tengan un equilibrio entre tener un proceso en marcha y tener emocionalidad, empatía. Es una ampliación de alguna manera, que se va a dar de este concepto de confianza en una búsqueda de equilibrio. El consumidor van a buscar marcas y empresas -en cualquier escala- y se va a asociar a aquellas que transmitan seguridad”, sentenció.
En este sentido, para Estepanía Gerolth, el nuevo tiempo requiere apostar al protagonismo de los colaboradores, de las personas comprometidas e involucradas, “porque yo miro mucho ese movimiento intercolaborador que se genera cuando se le da la posibilidad de innovar y crear nuevas unidades dentro de la empresa”, ya que sin dudas generará muchos beneficios y serán parte de la creación de nuevos negocios, entiende la profesional. Continuando con la línea, Gerolth cree que empresas chicas y de servicios, muchos afectadas por la pandemia, deberán trabajar con su cadena de valor en la creación de lo que llama “ecosistemas empresariales” que nucleen a socios y clientes trabajando en conjunto y basándose en el concepto de confianza. “En tiempos de crisis hay que pensar en el largo plazo y construir a partir del concepto de ecosistema, crear algo más sostenible en el tiempo. Esto incluye, por supuesto, pensar un nuevo esquema para la cadena de suministros”, subraya la consultora.
Finalmente, para Fernando Borghello, la localización de la empresa también tiene algo para decir, y no debe ser subestimado. A partir de su experiencia actual advierte que este proceso no está impactando en igual forma en las empresas de Paraná o las grandes ciudades que en aquellas que se ubican en zonas rurales o pueblos más pequeños. “Los que están en zonas rurales, generalmente agroindustria tiene el foco más puesto en sus desafíos de negocios porque el mundo sigue funcionando. Las empresas de las ciudades deben trabajar más en todos sus procesos, recursos humanos y hacer un buen diagnóstico de cómo quedan cuando empiece a disiparse esta bruma que no nos permite ver bien del todo la realidad”, entiende en su razonamiento.
Consultores dixit:
Rodolfo Pacher: “No veo que haya un día después de la pandemia, veo que hay un mundo nuevo en una pandemia emocional donde la administración del cerebro, las emociones y la inteligencia para administrar la incertidumbre. Para las situaciones disruptivas es clave el entrenamiento, al que el empresario le prestado muy poca atención generalmente y hoy ocupa un lugar central”.
Carlos Sosa: “Desde el punto de vista del consumo veo que habrá un efecto rebote, la gente sentirá libertad y va a salir a gastar lo que no tiene, lo que le ingrese, y digo que si el Gobierno sabe aprovechar eso, a partir de captar ese impulso hacia el consumo, puede verse favorecido si se pone una herramienta de financiamiento. Los empresarios deberán profesionalizarse en conceptos modernos, en redes sociales, en nuevas plataformas. Se necesitarán líderes 360 que tengan equilibrio entre lo racional y lo emocional”.
Estefanía Gerolth:
“Nacerá una fuerte tendencia a la economía sin contacto, esto que si bien quita lo humano y que a muchos no les gusta o no se adapta. Requiere encontrar lo mejor de los dos mundos, sabiendo que desde esta forma podemos generar servicios de más calidad y que lleguen a más personas. De regreso a cierta normalidad, habrá que ver cómo reconstruir ingresos, como reconstruir operaciones, como repensar las organizaciones y cómo pensar en la adopción y aceleración de las soluciones digitales que es una tendencia que no tiene vuelta atrás. Acá parece una cuestión de responsabilidad empresaria que tiene que ver en cómo pensamos sistemas públicos-privado para rediseñar la capacitación de esas personas que se van a quedar sin trabajo y cómo los preparamos y readaptamos en nuevas formas de trabajo”.
Fernando Borghello: “El desafío desde lo laboral o los negocios para por la reisilencia, la capacidad de volver a un estado ideal para poder transformarse y actuar. Ahora todo este proceso en medio de grandes vaivenes requiere ser analizado cuando termine la cuarentena y el aislamiento para ver cómo impactó en las personas, porque terminará impactando en las empresas ya que no se puede escindirse de las empresas donde trabajan; y en su comportamiento y performance”.