Provincias aumentaron 69% en promedio los empleos públicos en 20 años: en Entre Ríos subió 59%

07/03/2024

La cantidad de empleados públicos provinciales cada mil habitantes aumentó de 36 hasta los 49 en las últimas dos décadas, indica el informe de Fundación Libertad y Progreso. Dos Florines

Un informe de la Fundación Libertad y Progreso en base a estadísticas oficiales señala un alarmante aumento en la cantidad de empleados públicos a nivel subnacional. Entre los años 2002 y 2022 (último dato disponible), el empleo público dependiente de las 23 provincias y CABA se incrementó en un 69%, aumentando de 1,34 a 2,27 millones.

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La expansión en el empleo público fue transversal; en otras palabras, no hubo una sola jurisdicción donde el empleo público se mantuviese estable o se redujera. El mayor crecimiento se registró en Tierra del Fuego (+197%), provincia que casi triplicó la cantidad de trabajadores estatales. Mientras que la menor expansión se dio en Formosa (20%).

Según los especialistas este aumento “inédito” se debe a un desorden en la administración de fondos provinciales, que a lo largo de 20 años comprometieron las cuentas públicas y que hoy deben afrontar sus obligaciones, indica el texto.

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La cantidad de empleados públicos provinciales aumentó muy por encima del crecimiento poblacional (23%). Con esto, se observó un crecimiento igual de vertiginoso en la cantidad de empleados públicos provinciales por cada mil habitantes; mientras que en 2002 era de 36, para 2022 creció hasta los 49.

Bajo esta métrica, Tierra del Fuego ocupa el primer lugar con 128 empleados públicos provinciales por cada 1.000 habitantes. Esto es 50 trabajadores más que en 2002. Además, Santa Cruz, La Rioja, Catamarca y Neuquén completan la lista de provincias que superan los 100 empleados públicos provinciales por cada 1.000 personas. En Entre Ríos creció 59% y son 60 cada 1.000.

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Entre las jurisdicciones con menos trabajadores públicos por habitante aparecen Córdoba (32), Buenos Aires (37), Santa Fe (40) y Mendoza (46).

Análisis

Valentín Gutiérrez, analista de la Fundación Libertad y Progreso, señala que “así como en los sistemas de pensiones es necesario tener más aportantes que beneficiarios, en la composición del empleo es fundamental que la parte privada supere a la pública, ya que la primera soporta a la segunda, y de otra forma el sistema se vuelve insostenible. Lo cierto es que en muchas provincias argentinas las actuales composiciones de empleo solo son posibles bajo los malos incentivos que genera la coparticipación, que lleva a las jurisdicciones subnacionales a comportarse irresponsablemente, generando que en los últimos años aumentaran su personal de sobremanera, mucho por encima de la administración nacional”.

Eugenio Marí, economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso, señala que el incremento del número de empleados estatales en el sector público provincial “no tuvo ningún justificativo posible”, sino que además “no se explica en nuevas funciones estatales o contraprestaciones a los ciudadanos, sino en los impulsos de la política y de la propia ineficiencia estatal, sumado en algunos casos el clientelismo o el copamiento partidario de áreas de gobierno”. El economista destaca que este aumento repercutió negativamente sobre el desarrollo del sector privado y la creación de empleo genuino.

Lautaro Moschet, economista de la Fundación Libertad y Progreso, sostuvo que que “lo que revelan estos datos es que el sector público tanto provincial como nacional se expanden a un ritmo superior que el sector privado. Esto es preocupante porque precisamente es el sector privado el que sostiene la estructura del Estado en todos sus niveles. Esta dinámica es insostenible y a partir del incremento en el gasto público es que se genera la mayor carga sobre los privados. Sin embargo, en un contexto como en el que se presenta en Argentina, es necesario generar un impulso que promueva ese crecimiento del sector privado formal y para ello es importante que se modernice el mercado laboral con leyes que respalden las innovaciones tecnológicas y las nuevas formas de trabajo que nada tienen que ver con la situación de hace 50 años”.