Preocupa al Copaer el ejercicio ilegal de profesiones relacionadas al sector agropecuario
13/12/2020

“Trabajamos a diario en la defensa del ejercicio legal de la profesión”, dijo Carina Gallegos, la vicepresidente del Colegio de Profesionales de la Agronomía de Entre Ríos. La entidad invitó a los matriculados a exponer aquellas situaciones que presuntamente pudieran encuadrarse en ejercicio ilegal de la profesión. Gallegos, asimismo, se refirió a la realidad laboral de los ingenieros agrónomos. Danilo Lima
El ejercicio ilegal de una profesión, lamentablemente, se da en todos los ámbitos, y los colegios profesionales tienen la responsabilidad, delegada por el Estado, de controlar y verificar la prestación de los servicios profesionales.

El Colegio de Profesionales de la Agronomía de Entre Ríos (Copaer), en este sentido, salió a expresar su preocupación ante esta realidad y, desde su página web, invita a los matriculados a efectuar la denuncia de aquellos casos que presuntamente pudieran considerarse ilegales.
“Si sabés o presumís que un profesional de la agronomía está ejerciendo sin matrícula habilitante o realiza dichas tareas sin poseer título, o cualquier otro acto que configure con el ejercicio ilegal de las profesiones reglamentadas en la Ley 8.801, Artículo 19, comprometete y exponé la situación utilizando el formulario”, dice el Copaer, y lo argumenta: “Somos responsables ética y socialmente por lo que sabemos. Desde nuestro sitio web (copaer.org.ar), accedé al formulario de denuncia, la información declarada es de suma importancia y podés hacerlo en forma anónima”.


Responsabilidad social.
Carina Gallegos, la vicepresidente del Copaer, durante una entrevista con DOS FLORINES, sostuvo que “si bien el control es responsabilidad de los propios colegios, apelamos a la responsabilidad social de todos los colegas para que denuncien cualquier presunto ejercicio ilegal, en nuestro caso en el ámbito de las profesiones relacionadas con las ciencias agropecuarias: ingeniería agronómica, ingeniería forestal, ingeniería en producción agropecuaria, ingeniería zootécnica, entre otras, que son profesiones que se desarrollan de manera bastante independiente, y, en muchas ocasiones, solitaria, como solemos decir nosotros, porque muchos trabajamos solos en el medio rural, sólo en contacto con los productores. Aunque también se da mucho ejercicio profesional en relación de dependencia, en instituciones privadas o públicas”.

– ¿Quiénes son los que ejercen ilegalmente la profesión? ¿Estudiantes, profesionales sin matricularse?
– Hay distintos casos que constituyen ejercicio ilegal de la profesión; por ejemplo, ostentar o arrogarse públicamente un título que no se tiene. También ofrecer, anunciar, o, incluso, ejecutar una tarea o servicio profesional sin poseer el título habilitante.
Y aun poseyendo el título profesional, para ejercer tareas de incumbencia del título sin haberse inscripto en la matrícula correspondiente, en nuestro caso en el Copaer, o haciendo ejercicio de la profesión teniendo la matrícula suspendida o cancelada, también constituyen casos de ejercicio ilegal.
Es ejercicio ilegal, también, teniendo el título y la matrícula habilitada, extralimitarse en el ejercicio de la función o de las incumbencias del título.
– ¿Qué sería, exactamente, extralimitarse?
– Las carreras, en sí mismas, poseen determinadas incumbencias que han sido atribuidas por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación.
Para poner un ejemplo simple: los ingenieros forestales no poseen dentro de sus incumbencias la posibilidad de prescribir el uso de fitosanitarios, es decir no pueden hacer ni firmar recetas agronómicas; es decir, no están habilitados para brindar asesoramiento técnico a empresas aplicadoras ni expendedoras de fitosanitarios
Estas son tareas de un ingeniero en producción agropecuaria o un ingeniero agrónomo, pero no de los ingenieros forestales ni los licenciados en administración agropecuaria.
Hay muchos títulos que actualmente son de matriculación en nuestro colegio, porque son afines a las ciencias agropecuarias, que no están habilitados a desarrollar determinadas tareas porque carecen de numerosas incumbencias. Tales los casos, por ejemplo, de las carreras de tecnicaturas.
Cualquier ejercicio extralimitado de las incumbencias, entonces, también constituye ejercicio ilegal.
– ¿Tienen en el Copaer alguna estadística respecto de cuántos casos de ejercicio ilegal de la profesión se producen?
– Llevar una cuenta es difícil porque, si bien el Colegio es agente de información de otras instituciones, no hemos logrado, hasta el momento, que las facultades que otorgan los títulos afines a las ciencias agropecuarias, se constituyan en prestadores de información del Copaer.
Ante esta situación, tratamos de hacernos presentes en todas las colaciones de grados para tomar conocimiento de los nombres de los profesionales egresados, pero no de la información para contactarlos, y ahí vamos tiendo un registro de cuántos graduados hay por año.
Desde el Copaer, asimismo, se viene haciendo una campaña en todas las carreras de ciencias agropecuarias de Entre Ríos para dar a conocer a los estudiantes los fines y las funciones de nuestra institución y, a su vez, explicarles cuáles son los deberes y las obligaciones de los profesionales que egresan.
– ¿Por qué hay profesionales que no se matriculan en el colegio?
– Creo que faltan en la currícula, en el programa de la carrera, más materias relacionadas con un abordaje más profundo de la ley de colegiación que, obviamente, es obligatoria.
Esto se da entre los profesionales jóvenes, por eso una de nuestras estrategias para salvar este desconocimiento es la campaña que estamos haciendo con los estudiantes a lo largo de la carrera. También, con ese objetivo, sponsoreamos los cuadernillos que se les da a los ingresantes y los equipos deportivos, con el objetivo de que el colegio esté lo más presente posible en la vida de los estudiantes y ellos vayan familiarizándose con la institución.
Vemos, por otro lado, que los profesionales de mayor edad o los foráneos –aquellos egresados de facultades de otras provincias– que están haciendo parte de su ejercicio profesional en Entre Ríos tienen una reticencia, con el argumento de que ya están matriculados en otros colegios. Aducen también que necesitarían una matriculación nacional y no provincial, algo que es incorrecto porque las leyes de colegiación son provinciales. Por eso es que hay convenios de reciprocidad entre colegios de distintas provincias.
– ¿Cuál es el procedimiento a seguir para denunciar un presunto caso de ejercicio ilegal de la profesión?
– Tenemos disponible en la página web del Copaer un formulario, que se puede completar de manera anónima. Nosotros hablamos de presunto acto de ejercicio ilegal porque a la denuncia la consideramos una presunción que, después, deberá ser corroborada.
En ese formulario hay varios campos para completar y, obviamente, cuanto mayor sea la información suministrada será más fácil corroborar la denuncia. No alcanza sólo con la denuncia de un nombre porque lo importante es demostrar que efectivamente estamos ante un caso de ejercicio ilegal de la profesión.
– Formulada la denuncia, ¿qué hace el Copaer?
– Hacemos, en primer lugar, averiguaciones internas respecto de si el profesional en algún momento inscribió en la matrícula y por alguna cuestión la tiene suspendida o cancelada. O bien nunca la inscribió y, en este caso, averiguamos de qué facultad es egresado, y si es egresado, porque, a veces, hay estudiantes que no han completado la carrera y, haciendo uso de los conocimientos que adquirieron en los años cursados, prestan servicios –que no son profesionales porque no están graduados– y trabajan en el sector agropecuario.
La realidad laboral de los agrónomos.
Gallegos, en otro orden, y más allá de las complicaciones que pudo haber generado la pandemia –aun siendo considerada esencial la actividad agropecuaria–, se refirió a la situación laboral real de los profesionales de la agronomía.
“Hay una relación laboral, en el caso de los ingenieros agrónomos que ejercemos la profesión de manera independiente, poco formal, precaria”, señaló la vice del Copaer.
– ¿Esto significa trabajo en negro?
– En muchos casos sí, y en muchos casos significa facturación de honorarios por debajo del mínimo obligatorio que establece el Copaer. Me refiero a lo que se llama Día Agronómico y también a determinadas tareas, como, por ejemplo, aquellas relacionadas con el asesoramiento técnico a empresas aplicadoras o expendedoras, a empresas del sector forestal, del Plan Ganadero, cada una de las cuales tiene los honorarios regulados por el colegio.
Esa regulación tiene como objetivo establecer una competencia leal entre los profesionales. Todos tenemos un mínimo, pero no un máximo, porque nos interesa garantizar ese mínimo porque el máximo, en todo caso, dependerá de la experiencia de cada profesional.
Los profesionales de la agronomía, a su vez, tenemos por ley provincial, que hacer aportes jubilatorios en una caja de previsión, que están sujetos a ese mínimo obligatorio.
Fácil es imaginarse el compromiso que pone a un profesional de la agronomía aquella empresa que contrata gente en negro. Si factura por debajo de ese mínimo, el profesional igualmente tiene que hacer el aporte a la caja de previsión de manera obligatoria, por lo que debe sacar plata de su bolsillo para cumplir con la ley.
Hay, asimismo, casos de profesionales que están encuadrados en convenios colectivos de trabajo que no son los correspondientes, tal el caso de ingenieros agrónomos que están inscriptos como empleados de comercio cuando, en realidad, son expendedores de fitosanitarios. Pasa seguido.
En el afán de abaratar la contratación de personal, las empresas, a veces, caen en la contratación de personas que están ejerciendo ilegalmente la profesión, por lo que son corresponsables de la ilegalidad.