Por una deuda de $12 millones, Gasnea frena inversiones en la fábrica de jabones

17/02/2020

Los inversores denuncian que el pasivo es preexistente y reclaman el servicio para reactivar la emblemática planta de Aldea Brasilera. Nahuel Amore

Desde hace poco más de seis meses, la famosa fábrica de jabones y grasas de Aldea Brasilera fue reactivada de manera incipiente a partir de la inversión -de alquiler con opción de compra- que decidió encarar Diamond Protein, una sociedad conformada por conocidos empresarios santafesinos que se dedican al agregado de valor en subproductos de origen animal. Sin embargo, el ambicioso plan de crecimiento se encontró inmediatamente con un freno, debido a que Gasnea les reclama un pasivo cercano a los 12 millones de pesos para poder habilitar el servicio.

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La denuncia llegó a esta Redacción a partir de la denuncia realizada por Leonardo Lequio, integrante de la empresa Euro SA, que cuenta además con la mitad accionaria del Frigorífico Alberdi y el 70% de Carnes del Litoral. Según explicó, conformaron una sociedad junto a la firma Insuga SA –con fuerte presencia en Santa Fe y Chaco–, bajo el propósito de reactivar la emblemática planta conocida como “La Moza”, de Saúl Mocarbel SRL. Sin embargo, se toparon con un “pasivo preexistente” -uno de varios que habrían quedado- que coarta los planes que tienen en carpeta.

“Nos encontramos con un grave problema porque la empresa proveedora de gas, que es Gasnea, nos niega el abastecimiento para la planta, a causa de una deuda antigua de las empresas arrendatarias o locatarias o titulares de ese establecimiento en el pasado. Nos exigen el pago de 12 millones de pesos para poder brindarnos el servicio”, cuestionó Lequio, en diálogo con este cronista.

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En este sentido, el empresario subrayó que hay 25 empleos que están en juego –sin contar los nuevos puestos de trabajo que planean generar–, por lo cual solicitan que esta decisión sea revisada. “Queremos hacer público esto para ver si alguna persona del Ministerio de Energía o de Gasnea puede tomar medidas en el asunto, proveernos el gas que estamos dispuestos a comprarlo y pagarlo como cualquier empresa y poder continuar con nuestro plan de crecimiento, de poder producir jabones y otros proyectos”, planteó.

Inversiones en la fábrica

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“Luego de la incorporación nuestra en el Frigorífico Alberdi y de empezar a trabajar en la provincia, nacieron dos nuevos proyectos en el aprovechamiento de subproductos. Uno de ellos es la planta de rendering, donde se procesa todo el descarte del frigorífico: grasas, huesos y demás. Desde ahí terminan saliendo las harinas de carne que se venden para la alimentación de pollos, por ejemplo, los cebos que se venden para la industria alimenticia o de biodiésel, y a su vez con parte del cebo se produce jabón. Desde entonces, la planta se está empezando a reactivar”, describió Lequio.

En este sentido, señaló que esta primera etapa les demandó una importante inversión en el establecimiento ubicado sobre la Ruta 11. “Se alquiló la planta con una opción a compra durante diez años, que está vigente. Se empezó a trabajar, se contrató a todo el personal que estaba prácticamente sin trabajo, que en total son 25 aproximadamente. Y después de muchos meses, incluso años, de no estar cobrando o cobrar muy mal, se regularizaron. Se les está pagando el sueldo correspondiente ya hace un tiempo”, resaltó.

Según reveló, el plan de inversión –que por el momento está frenado– promete dar impulso a toda la cadena, a partir de la puesta en marcha, entre otras cosas, de distintas líneas de jabones. “Tenemos propuestas de Unilever para procesarles jabones. Para ello, tenemos que invertir en calderas, galpones, infinidad de cosas, y sobre todo empleo para la gente, para el pueblo. Por eso es increíble que no nos brinden un servicio que estamos dispuestos a pagar y nos hagan este tipo de maniobra”, manifestó.

Reclamo

Ante la consulta, Lequio desconoció de quién es precisamente la deuda y anticipó que no la pagarán. “Nosotros obviamente que no estamos en condiciones. Es una empresa incipiente y no estamos en condiciones de abonar ese dinero. Y por otro lado, estamos con costos energéticos muy altos a causa de no tener el gas y que nos están frenando el desarrollo del proyecto”, expresó.

En este sentido, describió que actualmente están “quemando grasa, quemando aceites o utilizando madera o cualquier otro recurso”. “Es muy primitivo y costosísimo, siendo que el gas pasa por la puerta del establecimiento, siendo que tenemos todas las garantías para comprarlo y pagarlo. Pero la empresa nos niega y coercitivamente nos exige el pago de una deuda que no nos corresponde”, cuestionó.

Respecto de los procesos administrativos en marcha, negó que hayan hecho una demanda legal, aunque confirmó que enviaron una carta documento. “Exigimos que nos brinden el servicio y nos contestaron que no lo pueden habilitar porque hay una deuda preexistente. Pero la deuda preexistente no corresponde a nuestra empresa ni a nuestro grupo, sino que es de empresas que trabajaron anteriormente. Creo que es un error del departamento de cobranza de Gasnea de no haberlo cobrado en su momento. No nos corresponde en absoluto hacernos cargo”, ratificó.

¿Qué ocurrirá si no obtienen una respuesta favorable?

—Seguiremos trabajando del modo en el que estamos, pero tenemos el crecimiento muy limitado, porque en estos momentos estábamos con un plan de inversiones de una nueva caldera y no la podemos hacer si no contamos con gas para abastecerla. No vamos a poder lanzar la línea de jabones porque no tenemos presión de vapor. Queda el desarrollo frenado. Una industria que podría continuar creciendo, que podríamos exportar jabones a África, Bolivia, países que están demandando, que podría generar más empleos, está limitada porque el departamento de cobranza o legales de Gasnea se opone a brindarnos un servicio básico y esencial para la industria.

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