SMATA planteó a las automotrices que el ajuste deje de ser trimestral y pase a ser bimestral, para que haya menor distorsión.
Pese a que el índice de inflación de junio mostró un nuevo retroceso, la tensión por el aumento del costo de vida y la pérdida del poder adquisitivo de los salarios se mantiene.
La presión de los gremios por lograr mejores acuerdos en las discusiones paritarias es cada vez mayor con el propósito de recuperar lo perdido en los últimos meses. Muchos de convenios firmados se hicieron con una expectativa alza de precios menor a la actual. A esto se suma que no todas las ramas sindicales alcanzaron ajustes acordes a los niveles inflacionarios existentes.
Hay sindicatos poderosos que, por su capacidad de negociación, acompañaron mejor esos aumentos. Pero otro punto importante no es sólo el porcentaje obtenido sino la forma de pago. Con un piso de 6% mensual de alza del costo de vida, la demora en dos o tres meses en recibir la actualización licúa el incremento.
Paritarias e inflación: gremios discuten pautas salariales
Es por eso que algunos sindicatos lograron, hace ya un largo tiempo, recibir aumentos trimestrales en base a la inflación vencida.
Uno de los casos más conocidos es el del gremio del SMATA que representa al sector automotor. Desde hace años, cuando la inflación anual pasó del 30%, acordó con las terminales agrupadas en ADEFA este mecanismo.
Por ejemplo, para el período abril-mayo-junio acaban de recibir un 24,53% de aumento. Esto incluso está un par de puntos porcentuales por arriba del acumulado del IPC que fue de 22,2%
Pese a esto, desde el gremio conducido por Ricardo Pignanelli vienen reclamando que la aceleración del proceso inflacionario que se produce desde inicios del 2022 está afectado el poder adquisitivo de los trabajadores mecánicos.
El argumento utilizado es que reciben al final del trimestre un ajuste por la inflación pasada y eso no llega a cubrir el costo de vida actualizado. Esto implica estos dos puntos adicionales que recibieron en julio. Fue una forma de compensar ese desfase inflacionario.
Pero para el gremio, esta no es la mejor solución y es por eso que planteó a las automotrices que el ajuste deje de ser trimestral y pase a ser bimestral, para que haya menor distorsión.
La medida está siendo analizada entre las empresas asociadas a ADEFA. Fuentes del sector consultadas por Ámbito confirmaron que se está evaluando el tema y algunos llegaron a aventurar que hay posibilidades de que se acepte. De ser así, sería el primer gremio importante que pasaría a recibir aumentos bimestrales en base a la inflación.
La industria automotriz está trabajando con altos niveles de actividad, en gran parte por la necesidad de exportar y generar dólares propios para importar el resto de vehículos que requiere para completar la gama.
La falta de reservas en el Banco Central limita mucho las posibilidades de mejorar la oferta de 0km en el mercado interno. Eso se evidencia con las demoras en entregas de muchos modelos y la existencia de sobreprecios.
Toyota es el principal productor de vehículos y, por ejemplo, está trabajando en tres turnos, de lunes a viernes, para cubrir la demanda.
Otras terminales también se encuentran en proceso de incrementar la producción por lo que un conflicto gremial sería un serio perjuicio económico.
Esto se genera en un contexto de serias dificultades de abastecimiento de insumos por las restricciones a las importaciones y la falta de dólares que hace que varias terminales tengan que estar parando las líneas de montaje de forma intermitente.
Es por eso que el reclamo del SMATA está siendo analizado seriamente por ADEFA ya que se quiere descartar cualquier medida de fuerza que complique más la producción.
De llegarse a un acuerdo, la idea es que el ajuste bimestral comience a implementarse a partir de septiembre.