Por la inflación que no cede y el dólar que presiona, el BCRA mantuvo la tasa
13/03/2018
La autoridad monetaria planteó que “no relajará su política monetaria hasta que se confirmen señales de desinflación compatibles con el sendero buscado”
Tal como se esperaba, el BCRA mantuvo la tasa de política monetaria en 27,25% ante la persistencia de la inflación, que mostrará una nueva aceleración en el IPC de febrero, y la suba del dolar, que la propia entidad tuvo que salir a controlar.
“En las últimas semanas se conoció el resultado del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM). La inflación esperada para 2018 aumentó de 19,4% a 19,9% para el nivel general y de 16,9% a 17,1% para el componente núcleo. En tanto, la expectativa de inflación creció de 13,5% a 14% para 2019 y de 9,1% a 9,7% para 2020. La inflación esperada para los próximos doce meses disminuyó de 18,6% a 17,6%”, repasó la autoridad monetaria en un comunicado. Y remarcó que la inflación de febrero será mayor a la de enero, tanto en el nivel general como en la inflación núcleo, principalmente como producto de un aumento en los precios regulados y del precio de algunos bienes transables. “El BCRA considera que esa aceleración de precios es temporaria y que, completadas buena parte de las correcciones tarifarias y apaciguada la dinámica cambiaria local, la inflación consolidará su tendencia a la baja”, matizó.
Intervención.
Además, se refirió a la escalada del dólar y las intervenciones oficiales: “Luego de la pronunciada depreciación observada desde diciembre, durante las últimas semanas el peso siguió mostrando signos de debilidad. En ese contexto, el BCRA decidió intervenir para sostener el valor de la moneda, en la convicción de que, en las condiciones actuales, una depreciación mayor a la ya ocurrida no estaría justificada ni por impactos económicos reales ni por el curso planeado de su política monetaria y que, de no evitarse, tendría el potencial de ralentizar el proceso de desinflación. El Banco Central ratifica su esquema de flotación cambiaria con intervenciones ocasionales, como complemento de su política monetaria, ante dinámicas disruptivas capaces de alterar la marcha de la inflación o de generar efectos negativos en las condiciones financieras”.
Así, la entidad que preside Federico Sturzenegger planteó que “seguirá monitoreando esta situación, y no relajará su política monetaria hasta que se confirmen señales de desinflación compatibles con el sendero buscado”, por lo que “decidió mantener su tasa de política monetaria, el centro del corredor de pases a 7 días, en 27,25%”.
“El Banco Central conducirá su política monetaria para alcanzar su meta intermedia de 15% en 2018”, aseguró.
Fuente: El Economista