ENFOQUE PORTADA

Poco podemos solucionar si sólo vemos la coyuntura

Por Adrián Valín – Ingeniero agrónomo – Productor agrícola- Empresario

La situación actual climática ha hecho nuevamente movilizar al campo, no en forma física, sino haciendo conocer sus reclamos a través de pedidos de intervención del gobierno, tanto provincial como nacional.

Qué dicta la coyuntura. Un gran déficit hídrico producido entre los meses de noviembre, diciembre y parte de enero afecto en mayor o menor medida los cultivos de cosecha gruesa.

Para llevar esto a números, vale decir que en Entre Ríos se siembran 400.000 hectáreas de maíz aproximadamente.

En los tres últimos años (sin incluir la actual campaña) se implantaron 1.102.400 has. con una producción total de 6.911.180 tns. Se recaudó aproximadamente el 12 % de lo producido por retenciones, lo que representa 829.341,6 Tns. de maíz. 

Tomando los precios del mes de junio para cada año: 160 dólares al 06/19 – 125 dólares al 06/20 –  200 dólaers al 06/21. Y haciendo un cálculo promedio a mano alzada (subestimando precios) obtenemos que se recaudó en las últimas tres campañas alrededor de 135 millones de dólares.

Qué y cuánto se perdió.

Siguiendo con el análisis, he intentando hacer un promedio de lo que sera la campaña 21/22 de maíz. Establecemos las siguientes variables: Costo variable mas arrendamiento promedio 4.5 Tns. maíz / Ha.; rinde promedio esperado  3 Tn. / Ha.; pérdida estimada 1.5 Tn / Ha.; hectáreas sembradas: 420.000; precio promedio campaña 20/21: 200 dólares por tonelada.

En síntesis: la pérdida de capital de trabajo originada por el déficit hídrico rondaría los 126 millones de dólares (1.5 Tn/Ha x 200 dólares / Tn)

En definitiva: 

Retenciones tres últimas campañas: 135 millones de dólares

Pérdida por influencia climática: 126 millones de dólares

Total: 251 millones de dólares.

Qué propone el gobierno.

Créditos, devolución de IVA… Se habló de un fondo de 1.700 millones de pesos, que serían aproximadamente 16 millones de dólares. Este monto representa el 12 % de la pérdida actual. Y solo el 6 % si consideramos las retenciones de las últimas campañas. Siempre hablando de promedios, este plan sólo llegaría al 12 % del área. Y el 88 % restante?

Si a esto le sumamos la potencial pérdida en soja que rondaría entre 0.3 y 05 tonelada por hectárea; dónde quedan esos 16 millones de dólares en crédito.

Para no aburrir con datos.se sumarian otros 120 millones de dólares aproximadamente por las pérdidas en soja. El aporte solo alcanzaría para el 6 % del área sembrada.

¿Sirve? Todo en buena ley sirve; Pero, ¿alcanza?. No llena ni una muela, diría mi abuelo. Y si consideramos que resta sumar la pédida producida en el sorgo, estos recursos no llegarían al 5 % de la pérdida total.

Esperemos que esta líneas lleguen a los funcionarios. Para que nos ofrezcan mejores herramientas.

La historia continúa. Y de no recibir la respuesta necesaria, seguirá la sangría de productores, como ya viene experimentándose desde al año 2000. Hasta la fecha, donde han desaparecido más de 90.000 productores.

El sistema agrícola necesita que el Poder Legislativo y Ejecutivo se ocupe de temas que trascienden a esta seca. El principal es la ley de arrendamientos, sobre el que nos explayaremos en un futuro artículo.