Para Szczech, Procrear permitirá “cambiar la inercia” ante la fuerte crisis
06/08/2020

Para el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, el plan va “en la dirección correcta”. Empleo y empresas, los desafíos en la pospandemia. Nahuel Amore
Con vistas a encarar la pospandemia y revertir la depresión económica y financiera que afecta a la Argentina, esta semana el Gobierno nacional relanzó Procrear, el programa de construcción creado durante el kirchnerismo que busca apalancar a una de las industrias más dinamizadoras de la economía del país, las provincias y hasta de las ciudades más pequeñas. En esta oportunidad, se trata de nueve líneas de créditos para construir, refaccionar y ampliar viviendas, con una inversión de 25.000 millones de pesos, focalizadas hacia una franja de ingresos medios que no aplica para los préstamos hipotecarios tradicionales.

Si bien propios y extraños comprenden que el alcance de la iniciativa oficial no posibilitará una recuperación total del sector -que sufre una de las caídas históricas en medio de la pandemia-, sí destacan que al menos servirá como puntapié para que la rueda vuelva a girar en tiempos en que está prácticamente paralizada. El desafío sigue siendo grande ante un déficit habitacional que supera ampliamente los 3.000.000 de viviendas en todo el país.
Los programas lanzados por Alberto Fernández junto a la ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat, María Eugenia Bielsa, apuntan a comenzar a cubrir una parte de esta problemática, con 300 mil créditos y 44.000 unidades de viviendas nuevas. En este sentido, el empresario entrerriano Iván Szczech, al frente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), dijo a DOS FLORINES que la medida se constituye en “un excelente primer paso, en la dirección correcta, para cambiar la inercia del sector y para volver a crecer”.

En este sentido, de cara a la etapa que se viene en el país, el Procrear junto con otros proyectos impulsados con fondos nacionales como Argentina Construye, intentarán ser impulsores de dos temas críticos para el sector. Por un lado, la industria debe recuperar 50 mil empleos perdidos en pandemia –que totalizan 150.000 desde 2018–, y por otro lado regenerar la oferta perdida por la desaparición de miles de pequeñas y medianas empresas constructoras.
Programas

Entre los créditos personales que comprende el Procrear se encuentran las líneas de Microcréditos, Mejoramientos Refacción, Mejoramientos Gas y Mejoramientos Sustentables. “Son importantísimos porque atacan el déficit habitacional, porque el déficit se compone no solamente de viviendas nuevas, sino también de muchas viviendas que no cumplen con las condiciones habitabilidad y estas líneas de Procrear atacan justamente ese sentido”, valoró Szczech.
Por otro lado, los créditos hipotecarios se dividen en Desarrollos urbanísticos, Desarrollos habitacionales, Construcción, Ampliación y Lotes con servicios. Al respecto, el empresario recordó que “son réplicas de líneas que ya habían funcionado dentro del programa, como por ejemplo la de la construcción en lote propio y la de generación de lotes con servicios”, aunque aclaró que “de alguna manera, no impactan en la actividad de nuestras empresas”.
Sobre este último aspecto, no menor para las constructoras que forman parte de la CAC, comparó que “diferentes son los desarrollos urbanísticos, como el caso de Paraná, que son líneas directamente apuntadas a las empresas constructoras, en conjuntos de predios que por algún otro motivo no se completaron en su momento”. Sobre el impulso que puede generar esta medida, consideró que “es una magnitud como para cambiar la inercia, es decir, para empezar a tener una inercia positiva”.
Mano de obra
En medio de la fuerte crisis que se profundizó con el coronavirus, el principal objetivo al que apuntan desde el Estado es la generación de mano de obra, no sólo como motor de la economía, sino también como medio de vida y de contención social. Según declaraciones de la ministra Bielsa, el programa permitiría movilizar aproximadamente 218 mil puestos de trabajo directos y 84 mil indirectos, lo que sumaría más de 300 mil puestos. Incluso, para el plan Argentina Construye, habían prometido otros 750 mil empleos.
Sin embargo, de acuerdo al relevamiento realizado por DOS FLORINES, por el alcance de los montos de los programas -29.000 millones de pesos para Argentina Construye y 25.000 millones de pesos para Procrear-, las cifras no cierran. En su mejor momento, todo el sector empleó a 430 mil trabajadores en el país y hoy alcanzan a ser unos 267 mil registrados. Del mismo modo, los empresarios coinciden en advertir que no es sencillo crear trabajos registrados de un día para el otro, siendo que ya el 70% de la generación corresponde a privados.
Consultado sobre este aspecto, Szczech resaltó que la decisión política de poner en marcha estos programas es fundamental incluso para las provincias, ya que la mayoría depende de los fondos nacionales para traccionar la obra pública, atento a que los recursos propios alcanzan para cubrir los gastos corrientes.
“Todos los programas son importantes, en este caso el Procrear, porque va a movilizar mucho la venta de materiales, con todo lo que implica, la generación de mano de obra que en algunos casos no va a ser formal como las que dan las empresas constructoras, porque hay muchos créditos de autoconstrucción”, sostuvo.
“Entendemos que va a movilizar a las economías de todo el país, porque es un programa federal. Pero también las obras públicas que se lancen a través del Ministerio de Obras públicas, como las que llegan por el Enohsa (Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento), van a ser el gran movilizador, lo mismo de lo que tenga que ver con viviendas sociales a través del Ministerio de Hábitat, pero no bajo el Procrear”, destacó.
Empresas
La particularidad del Procrear es que no todas las familias solicitarán ayuda a las empresas constructoras para ejecutar los créditos, lo que dejará librado a cada uno cómo hacer e, incluso, a contratar mano de obra informal. En este sentido, el titular de la Cámara analizó: “Cuando se lanzó el plan Procrear, justamente marcamos que lo apoyamos porque es muy necesario para la sociedad al mejorar la vida de la gente y no anteponemos nuestros intereses, pero de alguna manera vemos que hay programas que no van a pasar a través de las empresas. Como Cámara no nos vamos a oponer sino que, por el contrario, las vamos a apoyar”.
Asimismo, consideró que “es difícil generar en esos programas una formalidad como las que tenemos las empresas constructoras en función de que cada propietario puede y está habilitado para hacer su propia vivienda y contratar la gente, manejarla y administrarla”. “Como institución lo que tenemos que hacer es que haya mayor dinámica en el sector, más allá de que no nos beneficie directamente”, opinó.
Por esto mismo, valoró los programas de desarrollos urbanísticos y habitacionales, “que van a permitir presentar proyectos y ser financiados a través del Procrear para empresas constructoras que, a su vez, lo venden”. “Ese programa tiene mucho para crecer y por eso celebramos este primer paso en la dirección correcta y que después irá adquiriendo mayor volumen si acompañan un montón de factures externos al propio programa”, acotó.
Pospandemia
El acuerdo logrado con los principales bonistas extranjeros no pasa desapercibido en los empresarios de la industria del ladrillo, ya que puede oxigenar las inversiones en la pospandemia. En palabras del presidente de la entidad, “es clave” para destrabar fuentes de financiamiento que estaban en marcha y se cortaron. “Había créditos internacionales otorgados por países inclusive, en los que los desembolsos estaban interrumpidos hasta tanto no se saliera de la situación de default. Ahora, esos desembolsos se van a ver posibilitados, como el caso de un préstamo chino para inversiones en ferrocarriles.
Del mismo modo, Szczech destacó también “las posibilidades de inversión que llegan a través de las empresas que invierten en el país”. “Abierta la puerta, las inversiones pueden ingresar; con la puerta cerrada, tenés la seguridad de que esas inversiones no ingresan y las empresas no van a poder seguir financiándose para continuar su normal desenvolvimiento en el mercado de capitales internacional. Hoy queda abierta la puerta y es importante no sólo para la Argentina, sino para cualquier país del mundo con el grado de globalización que tenés hoy de las actividades”, resaltó.
Del mismo modo, en la agenda que se viene, el interrogante sigue siendo cómo recuperar a las pymes en crisis. “A medida que vaya creciendo la demanda de empresas constructoras, la oferta inmediatamente va a surgir y las empresas van a volver a estar. Es un sector muy dinámico. Así como cuando la actividad decrece, se pierde y cae mucho más que otras industrias; cuando la actividad empieza a crecer, nuestra industria es un dinamizador enorme, es de rápido impacto”, reflexionó.
De todas maneras, los interrogantes siguen siendo muchos, independientemente de las señales que llegan desde el gobierno para acomodar las fichas. “Respecto del tiempo, no sabría decirlo específicamente. Pero la realidad es que si esto empieza a cambiar y, como dice el gobierno, si las medidas van a apuntar sobre todo a que la construcción despegue, entendemos que tenemos una gran oportunidad de recuperar el escenario perdido”, aventuró el entrerriano.