ENFOQUE PORTADA

Para salir de un pozo profundo debemos dejar de cavar

Por Ubaldo Roberto Domingo – CPN – Asesor económico, financiero y Pymes locales – Especialista en Sindicatura Concursal ///

Nuestra provincia de Entre Ríos necesita de manera urgente un cambio de rumbo. La crisis ha logrado que nuestra sociedad tome una postura tolerante o en su caso hasta indiferente con una situación que, de prolongarse por más tiempo, sus efectos parecen ser impredecibles.

Los índices de pobreza publicados por el Indec arrojan para nuestro país un doloroso 36,5%, con lo cual más de 17 millones de argentinos son pobres, dentro de este indicador, contiene un 8,8% de indigentes.

Nosotros exhibimos, con vergüenza dentro de nuestro territorio provincial un exponente como es la ciudad de Concordia, con un 49.20% de pobreza, algo así como 83.400 entrerrianos que habitan esa ciudad son pobres.

Concordia produce citrus, arándano, arroz, pasturas, cría y engorde de ganado, madera producto de su forestación, agricultura extensiva, dentro de las actividades mineras, arenas para la construcción, canto rodado y basalto, junto con otras variadas actividades de menor importancia.

Urgencias.

Entre Ríos debe, de manera impostergable generar trabajo, y este retribuirá salario. Es el salario y no otro factor lo que hará la diferencia substancial.

El salario otorga la base material y la gama de posibilidades para el habitante de nuestro suelo. El salario es mercado y como consecuencia mercado interno. Y para ese mercado interno producen las Pymes. Si no hay salario real suficiente, no hay demanda y las Pymes desaparecen.

Las actividades primarias que son eficientes e indispensables, ya no dan las respuestas, no emplean la mano de obra necesaria que se corresponda con el crecimiento vegetativo de nuestra población. La respuesta se encuentra en la industria, la cual, tomando nuestras inagotables materias primas, procesándolas, incorporándole valor agregado y salario provincial, generará aquel salario que mencionaba al principio.

Con los datos acuciantes que posee nuestra provincia, que expresan a las claras el nivel de deterioro el centro de gravedad debe situarse sin ningún lugar a la discusión en revertir la carente base material de un sector social que demanda trabajo, recursos y acceder a un nivel de vida con las oportunidades que debe brindar un país, y una provincia llena de recursos.

Estrategias.

Bajo el principio de que “para salir de un profundo pozo se debe dejar de cavar”, es que se propone lo siguiente:

1) Abandonar el sesgo financiero abrumador que tienen nuestros economistas, los cuales son los encargados y elaboran los modelos económicos que ejecuta la clase política. En verdad que la parte financiera es importante, pero es evidente que estos técnicos del Excel no nos han traído a buen destino. La cotización del dólar, el índice de inflación, la

tasa de interés y los rendimientos bursátiles son importantes y útiles, esto nos puede dar un panorama de cómo estamos en un momento, pero para saber hacia dónde vamos debemos observar, cuanto se invierte en capital fijo, cuantas pymes se han fundado, cuanta mano de obra demandan, cuantas rutas, caminos y puentes se están construyendo, que obra de infraestructura de relevancia se encuentra proyectada.

2) Construir salario. Solo este elemento puede revertir la pendiente decadente. El salario es el mercado. Para esto se necesita una profunda racionalización del pesado Estado, reformarlo, hacerlo eficiente, liviano, amigable, de manera que acompañe los procesos productivos, y de esa forma la carga impositiva que lo sostiene sea aceptable con los servicios que brinda, liberados esos fondos, se reestablecerá el núcleo de la inversión.

3) Atraer y tentar inversiones a la provincia. Comenzando por lo que la demanda requiere, que no son pocas actividades. Incentivar mediante un decreto ley una promoción industrial beneficiando mediante todos los mecanismos posibles (impositivos, arancelarios, aduaneros, etc.), como lo hizo la provincia de Santa Fe mediante el decreto número 1361/22 que refuerza y reinvindica la Ley 8478/79, la radicación de nuevos establecimientos como la ampliación de los ya existentes, con plazos de exenciones de hasta 10 años.

4) Terminar con la degradación de la fuerza del trabajo: esto es transformar el cuentapropismo, y los servicios desarticulados que se traducen en medios de producción atrasados, lo que significa un paso atrás en la organización eficiente de las fuerzas productiva, en aplicar la capacidad laboral en capital productiva de envergadura, valorizando la producción, obteniendo excedentes que se incorporen a nuevas unidades de capital. (veo a diario ejércitos de motomandados que perciben lo mínimo, sin seguridad, obra social o estabilidad y proyección). Se trata sin lugar a dudas de la manifestación más descarnada del achicamiento económico y la falta de oportunidades.

Hasta la fecha existen en Entre Ríos, los organismos y las estructuras burocráticas que deberían ocuparse de todo lo que he mencionado hasta ahora, pero tienen una quietud, ineficiencia y parsimonia alarmante.

En definitiva, para salir del profundo pozo en que nos encontramos debemos dejar de hacer lo que venimos haciendo, fórmula fracasada hasta el hastío, cosa a la que se niegan sistemáticamente nuestros dirigentes, necesitamos cambiar, necesitamos dejar de cavar.