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Para el CEER, 2021 cerró con $18.000 millones de superávit y sugieren a Bordet bajar impuestos

Desde la entidad que conduce Héctor Fratoni plantean al Gobierno que esta situación de superávit lograda al cierre de 2021 “es transitoria y debería ser aprovechada para ordenar el sector público y reducir los impuestos provinciales distorsivos”, entre otras medidas para bajar el gasto público real. Dos Florines

El Consejo Empresario de Entre Ríos (CEER) elaboró un informe en el que destaca que el sector público provincial cerró 2021 con un superávit, luego del pago de intereses, de 18.000 millones de pesos. Ante este escenario, le sugieren al Gobierno de Gustavo Bordet “ordenar al Estado provincial”, a través de diferentes medidas como bajar los impuestos, reducir o reacomodar la planta de personal, entre otras políticas.

Para el CEER, es un superávit importante y alcanza a ser seis veces superior al de 2020, medido a valores reales, es decir, eliminando el efecto de la inflación. “Este resultado se explica por el incremento de la recaudación y la reducción del gasto en personal, en seguridad social y en capital. Todos estos conceptos aumentaron por debajo de la inflación”, indicaron en el documento enviado a DOS FLORINES.

Tanto 2020 como 2021 fueron años particularmente atípicos, debido al impacto de la pandemia de COVID-19. Un análisis desde 2017 hasta 2021 permite tener una perspectiva más completa de la dinámica fiscal. Los recursos fiscales totales disminuyeron un 4% en términos reales, debido, principalmente, a la caída en la actividad económica. El gasto primario, sin embargo, se redujo un 14% en el mismo periodo, lo que explica que entre 2017 y 2021 la provincia haya pasado de una situación deficitaria a una superavitaria, expresaron. Ver Cuadro 1

El informe indica que los ingresos públicos de la provincia disminuyeron en 2019 y 2020 y se recuperaron con fuerza en 2021. Quedaron, sin embargo, un 4% por debajo en términos reales con respecto al nivel de 2017.

El Cuadro 2 presenta la composición del ingreso donde se destaca que el único ingreso que en el 2021 creció, en comparación con 2017, fue el correspondiente a los recursos tributarios nacionales. Aquí influye, entre otros, el aumento de la alícuota de Bienes Personales de finales del 2019, que no tuvo un impacto relevante en 2020 por el efecto de la caída de la recaudación por la pandemia, pero sí en 2021.

Los recursos tributarios provinciales —la fuente que le sigue en importancia a los nacionales— se mantuvo prácticamente constante. Se destaca el aumento del 9% en términos reales en la recaudación de Ingresos Brutos entre 2017 y 2021, a pesar de la recesión. Ver Cuadro 3. La contrapartida es la reducción de la recaudación por Ley 4035 (32%), impuesto a los sellos (17%), impuesto inmobiliario (16%) e impuesto automotor (2%). El resultado es una caída del 1% en los recursos provinciales, en términos reales, en el periodo analizado.

Asimismo, expresan que a diferencia de los ingresos, el gasto público cayó en términos reales todos los años, con la única excepción del 2021, cuando se recuperó con fuerza con respecto al 2020. De todos modos, quedó un 14% por debajo de 2017. Ver Cuadro 4. La mitad de la reducción entre 2017 y 2021 se explica por la baja en el gasto real en personal. La cantidad de personal efectivo pasó de 90.000 en 2017 a 88.00 en 2018 y allí comenzó a crecer nuevamente, para terminar el 2021 con 93.000 agentes.

En esa línea, explican que esto significa que la disminución en el gasto real en personal se ejecutó mediante aumentos de salarios nominales inferiores a la inflación. Los ítems de otros gastos corrientes, seguridad social y gastos de  capital también disminuyeron en términos reales en este periodo. El único gasto que no se redujo fue el correspondiente a las transferencias a municipios. Esto responde a que la distribución es automática y proporcional, por lo que el aumento de los recursos tributarios se traduce en aumento de transferencias para los municipios.

Un párrafo especial merece seguridad social. Entre 2017 y 2021, el gasto tuvo una contracción real de 4.543 millones de pesos, a precios de 2021, pero los ingresos de seguridad social tuvieron una contracción de 8.108 millones. Esto implica que, aun cuando el gasto se licuó con la inflación, los ingresos lo hicieron en mayor magnitud por lo que aumentó el déficit de seguridad social. El número de beneficiarios pasó de 50.000 en el 2017 a 58.000 en el 2021, mientras que la cantidad de aportantes pasó de 119.000 a 114.000, según el último dato oficial, que es de enero de 2021.

Conclusión

Finalmente, el CEER realiza un balance y plantea que del análisis anterior se desprende que el equilibrio de las cuentas públicas se alcanzó, fundamentalmente, por la disminución del gasto público en términos reales, por el efecto de la inflación. Si la inflación continuará aumentando en 2022, podría mantenerse el superávit producido por ingresos que crecen más que los gastos (en particular, el gasto en personal). Sin embargo, cuando se quiera bajar la inflación el desequilibrio fiscal retornará, advierten.

Por ello, los empresarios entrerrianos plantean en el informe que “esta situación de superávit es transitoria y debería ser aprovechada para ordenar el sector público, reducir los impuestos provinciales distorsivos, como Ingresos Brutos y Sellos, reducir o reacomodar el personal excedentario en muchas áreas del sector público provincial, profesionalizar la planta de personal y armonizar las reglas previsionales con el sistema jubilatorio general”. “En otras palabras, ordenar al Estado provincial para cuando se logre instalar un programa de estabilización de la economía en Argentina”, concluyeron.