EMPRESAS PORTADA

“Panorama muy oscuro”, el duro pronóstico de Leandro Arús para las importaciones

Leandro Arús aseguró que “desde que comenzó octubre está prohibido importar”, debido a la falta de respuestas de los organismos nacionales para autorizar o denegar las operaciones. Aseguró que el ánimo de los colegas es preocupante y hay dudas respecto de un nuevo sistema en carpeta. Nahuel Amore

El Gobierno nacional sigue padeciendo el cuello de botella estructural que tiene la Argentina por la falta de dólares necesarios para hacer frente a todos sus compromisos, fundamentalmente de deuda y de pago de importaciones. Las restricciones se siguen acumulando y entre los empresarios dedicados al comercio exterior ven con suma preocupación este escenario, sin luz al final del túnel, dado que las variables permanecen en franco desequilibrio y no observan señales de previsibilidad para garantizar el acceso a insumos y maquinaria básica para sostener los ritmos de producción de muchas pymes.

“El panorama es muy oscuro. A nivel país, escuchamos la misma versión. Pensamos que en octubre se iba a dar vuelta la página, pero las SIMI (Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones) que presentamos hasta hoy de ninguna obtuvimos respuestas, ni positiva ni negativa”, sintetizó Leandro Arús, agente del área de importaciones de la firma que lleva su apellido, quien participó esta semana junto a su padre, Aquiles Arús, de una reunión cumbre en la Federación de Cámaras de Comercio Exterior (Fecacera).

 “Pensé que algo podía cambiar y mejorar, pero la verdad es que me equivoqué porque a partir de octubre, de las 20 SIMIs que hicimos, ninguna ha cambiado de estado. Cuando hacés una SIMI queda en estado oficializado; al otro día, aparece aprobada o rechazada. Todas las de octubre siguen oficializadas, o sea que estamos en el peor panorama. Nunca me pasó que una SIMI esté más de un día sin conocer su estado, sea aprobada o rechazada”, describió a DOS FLORINES sobre el nivel de incertidumbre en esta coyuntura.

En otras palabras, las operaciones están frenadas y lo preocupante es el silencio oficial. Consultado por los motivos que derivaron en este panorama, consideró que el trasfondo apunta a la resolución del Banco Central del 3 de marzo pasado, que prorrogaba por seis meses los pagos de importaciones. Lo cierto es que en septiembre comenzaron a finalizar los 180 días y no hay novedades, incluso a pesar de las medidas de Sergio Massa al frente del Ministerio de Economía para recuperar el colchón de divisas.

“Los 180 días empezaron a vencer el 3 de septiembre, pero las operaciones no llegaron el 3 de septiembre, sino que empezaron a llegar a fines de septiembre, porque cualquier operación exige tres, cuatro, cinco o diez días de viaje, por más de que sea en avión o fronteriza. ¿Por qué sale el ‘dólar soja’ tan rápido, de la noche a la mañana, y tan rápido lo instrumentaron? Fue por esto, y por ello se recaudaron poco más de 8.000 millones de dólares. Pero lo que tenían pendiente de pago de SIMI serían unos 13.000 millones de dólares. Todavía les está faltando”, analizó.

Nuevo sistema

Crean Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones, que reemplaza a las  DJAI - CCIRR - Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región

En los últimos días trascendió que el Gobierno lanzará un nuevo mecanismo de control de importaciones, al que llamarían Sistema de Trazabilidad y ordenamiento de importaciones (TRAZ). Según circula, Economía centralizaría las operaciones y le quitaría poder al Banco Central en esta materia, con un énfasis en el “riesgo aduanero”. La promesa, aparentemente, es que las empresas podrían saber la fecha en la que accederán a los dólares para poder importar y realizar un seguimiento del proceso.

En relación a estos trascendidos, Arús ve con buenos ojos que se revea el sistema y sea de manera integrado. “Teniendo en cuenta el estado de situación que vivimos, me parece acertado en cierto modo que el control sea unificado. Hoy en día tenemos controles por separado. Si llegado el caso, una operación puntual la mira un control integrado, pueden saber todo, quién es la empresa, a qué se dedica, si realizó un pago y está pendiente otro”, señaló.

No obstante, sugirió que “la gente que pongan a ver esos controles tiene que ser capacitada e idónea en el tema, porque si no las pobres pymes que están queriendo importar insumos para fabricar sus productos quedan varadas, sin un futuro cierto, esperando no sé qué”. “Al ser integrado y controlado por gente idónea, sería hasta más coherente. De ese modo podría ver si es posible darle curso o descubrir si se trata de una operación fraudulenta”, acotó.

Al respecto, destacó además que resulta fundamental darle previsibilidad a las empresas que necesitan garantías para producir. “A la larga, a las máquinas las terminan aprobando, pero ¿y los insumos? Este nuevo sistema que circula decía que los insumos iban a tener un tratamiento diferenciado para darle movimiento, pero la verdad es que no sabemos qué va a pasar. Sin embargo, por otro lado pasaron casi el 50% de la mercadería a licencias no automáticas”, planteó.

En ese sentido, remarcó que para este tipo de operaciones, tener certezas es elemental. “Dicen que en este sistema de trazabilidad, las pymes van a tener acceso en la página de la AFIP a una función que les va a dar la fecha posible de pago de estas operaciones. Si lo establecen y cumplen, puede ser una herramienta muy válida para las empresas. Si escriben algo coherente y lo cumplen, ahí están las certezas para las pymes”, señaló, aunque no dejó de plantear dudas sobre cómo se instrumentará.

Panorama

Importaciones: el nuevo sistema analizará el perfil de riesgo de las  empresas

—¿Ese “panorama oscuro” podría revertirse o hay colegas que analizan otras señales que generan desconfianza?

—El principal problema es que hoy no aprueban ninguna SIMI y que a muchos productos los pasaron de licencias automáticas a no automáticas. Eso ya va a depender de que alguien lo mire y apruebe. Hoy en día ni siquiera aprueban las licencias automáticas. No sabemos si están armando un departamento con gente idónea o directamente se está pateando para adelante. Desde que empezó octubre no hubo ninguna SIMI aprobada, o sea que a partir de octubre prohibieron importar porque el sistema demuestra eso.

—En la práctica es una prohibición de importaciones, ¿así lo entienden?

—Sí, desde que arrancó octubre está prohibido importar porque así lo demuestran los hechos.

—¿Hay empresas en Entre Ríos que ya están teniendo problemas frente a este cambio de licencias automáticas a no automáticas?

—El abanico de posiciones arancelarias es muy amplio. Estuvimos haciendo SIMI de clientes habituales y en estos días me encuentro con que el producto que siempre traen pasó a ser de licencia no automática, siendo que dábamos por hecho que era automático. Te vas dando cuenta en el día a día de estos problemas.

—Aquiles Arús anticipaba que todo apuntaba a que las empresas utilizaran sus dólares para poder importar, con todos los riesgos que ello implica para registrar operaciones. ¿Hoy es viable?

—Es posible y es posible hacerlo legal. El tema es que no te dan los números. Para traer cualquier producto a valor dólar, salvo alguna máquina, para todas las otras cosas no dan los números para pagarlo a dólar oficial, con los impuestos que esa operación implica, pagando a dólar billete. Mi padre muchas veces ha dicho que si quieren importar, sea con un mismo tipo de cambio para la exportación. De ese modo cada uno verá si sus ventas son suficientes para comprar una máquina.

—Entonces, ¿ven alguna luz de salida con un cambio de sistema de importaciones o sigue siendo parte de lo mismo?

—Yo creo que sigue siendo parte de lo mismo y, por lo que venimos viendo, diría que se viene cada vez peor. Hay una salida de dólares importante y las formas de recaudar para el Estado se van achicando; así sucedió, por ejemplo, con la exportación de carnes que el Gobierno las limitó ahora nos encontramos con que China ha bajado 2.000 dólares por tonelada los precios. Cuando empezás a mirar esas cosas, te encontrás más encerrado todavía. Si no recaudan, no van a poder importar y ahí vemos las limitaciones de hoy en día. Con un tipo de cambio bajo, no se fomenta la exportación. Si el tipo de cambio sube, las exportaciones suben; aunque ¿a qué costo inflacionario lo hacen?