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Pacuar busca expandir su mercado y mejorar 60% su productividad

La empresa entrerriana dedicada a la cría y comercialización de pacús tiene como objetivo llegar a las cinco toneladas de carne anualmente. Gabriel Schamne  

El establecimiento Productivo de Piscicultura “Pacuar” Pacú de Campo, de la localidad de Espinillo, departamento Paraná, es un emprendimiento dedicado a la cría y engorde de pacú, mediante un régimen de producción primaria a través de tecnología semi-intensiva, con el objetivo de producir carne de calidad homogénea, bajo un entorno ambiental sustentable. Bajo esa filosofía, van por más y buscan aumentar su productividad un 60%.

“Vimos que era un sector con un mercado donde había mucho por desarrollar y además, observamos que a nivel mundial el consumo de carne de pescado aumenta considerablemente año a año”, señaló Lucas Marcos, uno de los tres socios de la firma entrerriana, en diálogo con DOS FLORINES.

A su vez, remarcó que actualmente es muy precario el desarrollo del sector, pero que en Argentina y la región, es una actividad con mucho potencial. “Entendemos que es una oportunidad a futuro”, aseguró.

Pacuar cuenta con 12 estanques -10 de 11×50 metros y 2 de 11×20 metros- y según el entrevistado, la mayor cantidad de inversión inicial está abocada a la elaboración de los mismos. “Hace cuatro años que iniciamos y la inversión ha sido constante. Es así hasta que uno se arma de la unidad productiva en su totalidad”, sostuvo el entrevistado.

En la actualidad, la capacidad productiva ronda las tres toneladas de carne de pacú anuales y el objetivo está puesto en llegar a cinco toneladas en el corto plazo, a partir de lograr una mayor eficiencia de la unidad productiva actual.  

En cuanto a la comercialización, Marcos afirmó que “todos nuestros clientes son consumidores finales. Principalmente, comercializamos vía redes sociales y nuestro mayor caudal de ventas es hacia domicilios particulares”. En relación a esto, la marca posiciona la mayor parte de su producción en el mercado paranaense y también en otras localidades del Gran Paraná, como Crespo, Seguí, Viale, entre otras. “Nosotros vendemos el pescado limpio, despinado y frisado”.

Proceso

La cría de Pacú conlleva un proceso de de gestación del animal que varía entre los 12 y 14 meses, período que contempla desde el alevín de 50 gramos hasta un pez de 1,200 kg., pesaje en el que se procede a la faena. Si bien las campañas no se rigen por meses marcados, el dueño de Pacuar explicó que el mejor momento para la cosecha es entre los meses de marzo y abril.

De igual manera, el empresario contó que actualmente tienen tres campañas de cría y engorde en proceso y de manera paralela. “En nuestra unidad productiva tenemos la capacidad para tener hasta cuatro campañas juntas, principalmente cuando no se llega a faenar y ya tenés que sembrar una nueva”, declaró,

Asimismo, añadió que todo depende de la cuestión climática y que existen cuatro o cinco meses que el pacú no crece debido a las bajas temperaturas en el ambiente. “El clima es muy importante en la producción y por esta razón aquí en Entre Ríos no podemos seguir los mismos métodos que en la región norte del país, donde también se cría pacú”, argumentó.

En cuanto al funcionamiento de Pacuar, hoy la mano de obra se divide entre los tres socios y un empleado. “Juan Manuel Rossi está focalizado en la parte productiva, Liliana Vera se encuentra abocada a las cuestiones legales y yo me dedico a la comercialización. Por otra parte, tenemos una persona que está en el predio haciendo mantenimiento, alimentación y cuidados”, describió Marcos.

Poca ayuda

Si bien la piscicultura está en la agenda política, el gobierno no brinda grandes asistencias económicas a productores del sector. “Recientemente Provincia, a través del Ministerio de Producción, nos otorgó un crédito de 900 mil pesos por intermedio del banco Bersa, pero es la única ayuda que hemos recibido en los cuatro años”, expresó el dueño.

Además, afirmó que si bien es un monto que ayuda y que le permite a la empresa seguir creciendo, es menor a lo necesario para poder desarrollar y expandirse. “En una segunda etapa de la empresa, donde el negocio se vuelve rentable a determinada escala, vamos a requerir de una gran inversión y es imprescindible de una buena forma de financiación estatal”, sentenció el productor.

Para finalizar, manifestó optimismo por la situación actual y dijo que en el sector la actividad fluye de manera constante, sin tantos altibajos. A esto, le sumó que no se vieron grandes pérdidas en el período de pandemia, ya que “la demanda siempre se mantuvo en una misma línea”. En cuanto a picos de comercialización, subrayó que Semana Santa es el el mejor momento del año, “tanto para vender como para cosechar”.