Optimista, Zuchovicki cree que en 2019 habrá “una economía más ordenada”

18/12/2018

En Santa Fe, el economista habló de recuperación, pero aclaró que tampoco será para “tirar manteca al techo”. Nahuel Amore

Qué pasará con la economía nacional el año que viene, sigue siendo una de las grandes intrigas de los argentinos por estas semanas, mientras se definen las comidas de la Navidad y el Año Nuevo. Termina 2018 y la sensación de incertidumbre sigue latente, a pesar de que los mercados parecieran ir dejando atrás el tembladeral de la devaluación y el recrudecimiento de la inflación. Más aún, si entre analistas no hay consensos por lo que vendrá y hacer pronósticos es casi una crónica de muerte anunciada.

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De todos modos, eso no quita que se sigan elaborando bosquejos. Precisamente, para hablar sobre el escenario que se acerca, Claudio Zuchovicki llegó a la ciudad de Santa Fe convocado por Integrar y disertó bajo el título “Anticipando el 2019 en el lenguaje de los mercados”. En ese marco, tuvo un mano a mano con cronistas de DOS FLORINES y deslizó con más optimismo que cautela definiciones sobre la economía a partir del próximo trimestre.

En términos generales, el especialista considera que el “choque” ya se produjo y a partir de ahora lo que viene es una leve recuperación. “No vamos a recuperar para nada lo que perdimos, pero vamos a estar un poco mejor”, aseguró. En este sentido, si bien contempló el rol que juega en los mercados el panorama electoral, anticipó que “el político que gane en 2019 va a encontrar una economía más ordenada”, aunque aclaró que será “sin tirar manteca al techo”. “Insisto, no soy tan negativo. Creo que estamos preparados”, subrayó, a modo de síntesis de sus conjeturas.

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—¿Cómo será el comportamiento de los mercados en 2019?

—Argentina tiene ventajas comparativas, porque mejoró mucho sus números macro, no porque quiso o lo planificó, sino porque lo hizo el mercado. Por la gran devaluación, Argentina ya tiene superávit comercial. ¿Qué sectores van a ganar? Energía, sobre todo Vaca Muerta va a empezar a ser el principal exportador y le va a ganar a la soja; minería; turismo; tecnología; y campo. Para el mercado interno va a faltar, va a mejorar un poco. Este año perdimos un 20% del poder adquisitivo. En el primer trimestre del año que viene no vamos a recuperar para nada lo que perdimos, pero vamos a estar un poco mejor de lo que estábamos este trimestre. Como hay consumo postergado, desde ese punto de vista puede tener un impulso en el mercado local.

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—¿La variable política es un condicionante de los mercados en 2019? ¿Cristina Kirchner puntualmente?

—Sí, la política obviamente lo es. También es en qué condiciones. Porque una cosa es lo que podes hacer si tenés caja para hacerlo.

—El populismo sin caja no sería populismo…

—Tal cual. Si vos debés plata, no vas a regir lo que querés hacer o a qué hora te vas a levantar. En otro contexto, es probable que vos podrías haber manejado la agenda. Ahora, el político que gane en 2019 va a encontrar una economía más ordenada, que lo hizo el mercado, pero sin tirar manteca al techo. Vas a tener que seguir ajustando, porque tenés un déficit fiscal enorme y un mercado que no está dispuesto a financiártelo. Con lo cual, vas a tener que ser prolijo, independientemente de quién gane. Después, la incertidumbre es lo que genera el parate de hoy. Pero no sólo pasa en Argentina, todo el mundo lo tiene.

—¿Cuán sustentable es el ordenamiento macro que proyecta para 2019 y qué factores pueden romperlo?

—El ordenamiento es por recesión, con lo cual es sustentable desde el punto de vista de que es sustentable en números. No es sustentable en términos sociales. No es sustentable porque si es por recesión, hasta dónde aguanta una sociedad en ese punto. Con lo cual, el control de las variables de la indigencia se hace con asistencia para que aguante. La sustentabilidad social es lo más complicado, no puede aguantar mucho tiempo. Argentina necesita empezar a crecer lo suficientemente rápido como para aflojar un poco, sobre todo a los de abajo. Las condiciones macro empiezan a prepararse, ahora no sé la reacción de la economía real.

—¿Cree que el contexto internacional ahora va a ayudar?

—La respuesta es sí. Da la sensación que desde el punto de vista del contexto, el último mes fue menos malo que los anteriores. Ahora, también estamos cansados de sorprendernos todo el tiempo. Yo tampoco me animo a hablar más allá de veinte minutos. Si miro lo que pensaba que iba a pasar a principios de año, no la emboqué. Uno también confunde lo que quiere que pase. El mundo varía tan rápido, que es difícil.

—Algunos dicen que el agro no llegaría a derramar como el Gobierno espera para el mercado interno, ¿es complejo anticiparlo?

—Lo que se percibe es que la sequía provocó tanto dolor que hace falta la guita, con lo cual no van a retener en silobolsas. Van a tener que vender porque necesitan plata y endeudarte hoy es muy complicado a esta tasa de interés. Con lo cual, es probable que se dinamice el mercado, no porque voy a invertir para el futuro sino porque quizá necesito pagar lo que debo de antes, es decir, aunque sea para pagar deuda.

—¿Coincide entonces que el dinamismo se dará más en las localidades ligadas a la producción agropecuaria que en los grandes centros urbanos?

—Hoy lo ves. La mayoría de las provincias hoy tienen superávit. Hace mucho que no veo esto. Santa Cruz tiene superávit. Insisto, no soy tan negativo. Creo que estamos preparados. Hemos vivido tantas crisis que la gente se anticipó. Entiendo la cautela, hay que ser muy respetuosos, pero me parece que tampoco somos lo peor del mundo.

—¿Estamos en un país binario, donde por un lado se muestran tasas altas, desocupación y pobreza, mientras que por otro lado hay un repunte económico a partir de commodities que traccionan aún cuando no están altas en el mundo?

—El origen de la crisis argentina es una clara crisis de balanza de pagos, porque te quedaste sin dólares. Ahora que tenés más vendedores que compradores, se estabiliza el tipo de cambio, si puede bajar la inflación y luego bajar la tasa de interés. Lo que te desacomodó las variables, te las puede volver a acomodar. Eso es teoría. La otra historia, de que es un país binario, creo que es una descripción nuestra. Esto es un meaculpa. Es como un partido de fútbol, que lo relatamos todos los días por radio, que parece que hubo un gol cada dos minutos, pero lo ves por televisión a la noche y no llegaron ni al arco. Nosotros relatamos la realidad como que todo explota.

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