AL DÍA PORTADA

Oleinizak: “Los sectores productivos entrerrianos crecieron a pesar de los gobiernos”

El emprendedor y periodista con más de tres décadas de ejercicio está cumpliendo 10 años con su revista XMás. Considera que los empresarios están en la adolescencia y aún “no tienen conciencia de su poder”. Gustavo Sánchez Romero

Martín Oleinizak es empresario de medios, emprendedor y periodista, con todo lo que ello implica. Hoy orilla los 50 años y hace más de 30 que batalla –verbo deliberadamente incluido para definir esta profesión- entre cámaras de televisión y cables, pero también se debe ensuciar las manos con tinta porque hizo productos para diarios y revistas.

Este mes presentó en sociedad la revista que celebra el 10 aniversario de XMás, una publicación en papel ilustración que está entre los productos impresos con mayor calidad grafica de la región, para no ser exagerados y trasladarla a todo el país. Por ella paga una factura de imprenta de más de 400 mil pesos, y los empresarios quieren estar y verse en sus páginas.

“Si algo aprendí de moverme en el mundo empresario es que para ganar hay que invertir y ser profesional. Si hago un producto de menor calidad gráfica seguramente ganaré más dinero, pero esta es una revista que la gente no va a tirar, que va a permanecer en la biblioteca, el consultorio o la oficina, y eso tiene un valor que el hombre de negocios valora”, asegura a DOS FLORINES que lo entrevistó precisamente para hablar sobre periodismo, empresas y Estado, pavada de trilogía para una provincia como Entre Ríos.

Es aquí donde tiene las definiciones más fuertes, en las que prescribe cosas como que nunca coincidieron en la provincia un buen gobernador con un buen ministro de Producción, que el Estado maneja medios y la Justicia a su criterio, que los industriales son aún un sector muy joven y que no tiene conciencia de su poder se muestra pusilánime con el poder político o que los sectores productivos crecieron a pesar de los Gobiernos.

Últimamente ha tenido mayores incursiones en el terreno político con editoriales muy fuertes sobre la desidia de los poderes políticos y dice que el periodismo entrerriano no habla de esto. Y claramente está en lo cierto.  

Estuvo en relación de dependencia apenas unos meses en sus inicios en un canal y comenzó trabajando a riesgo en televisión con un programa del sector salud, hasta que se dio cuenta que “con los médicos no se puede trabajar”, y entonces se reflejó, como la mayoría de los que se definieron por este concepto en la figura controversial pero esclarecedora de Martín Bustamante (padre) que realizaba más de 5.000 kilómetros por mes porque quería estar “donde el trabajo es noticia”. Esta autonomía tampoco es muy común en el ejercicio de esta disciplina.

Conoce muy bien al empresario entrerriano y ha logrado constituir una empresa con 10 trabajadores estables, un estilo propio incursionando en televisión, gráfica y en el periodismo corporativo. Sin embargo, con extraña humildad para este medio, asegura que Martín Bustamante fue un inspirador. Gracias a su modelo apuntó para este lado con el norte puesto en satisfacer una demanda imperceptible en Entre Ríos con un modelo que había funcionado bien en Santa Fe.

Oferta y demanda.

-¿Cuándo advirtió que había un mercado informativo en el sector corporativo entrerriano en las empresas o en la actividad económica?

-El concepto de Bustamante de “Estamos donde el trabajo es noticia” lo tomamos como propio, ya que donde hay trabajo hay noticia. La televisión del interior y, los medios en general, prevalecen sobre los medios nacionales. A mayor globalización, mayor regionalización, porque a la gente le gusta ver al que vive al lado mío. Y se valora es de valor tardíamente al vecino porque “Mirá lo que hace y yo no me había dado cuenta. Si yo lo tenía por un pelotudo y mirá que bien que hace esto. Es un descubrir valorativo muy interesante que se traslada a los medios.

-¿Ese potencial del interior no se ha perdido?

-No, y debemos seguir estando donde el trabajo es noticia. La frase del viejo no es un slogan, es una definición filosófica extraordinaria. Mostró a un sector que estaba oculto y que le dio visibilidad con alta calidad en un tiempo donde eso no sucedía. Le dirán entre comillas bruto y todo lo demás; pero fue un visionario.

-Con el diario del lunes los “brutos”, parecemos nosotros…

-Sí, su figura adquiere otra relevancia. Hablamos siempre de Martín padre y hace unas cuatro décadas atrás.

-¿Cómo construyó la relación con un empresario que no estaba acostumbrado a hacer público su trabajo?

-Es una relación que se construyó generando confianza y no cobrando nunca una nota. Mostrándole que lo hacía respetando sus expectativas, porque para cada empresario su empresa es su hija, y muchas veces la quiere más que a ella. Y nosotros nos propusimos mostrar siempre lo suyo con la mejor técnica y calidad. En pandemia podríamos haber contratado camarógrafos de cada lugar y hacer imágenes o notas sin necesidad de viajar; pero no lo hicimos porque consideramos que un camarógrafo o fotógrafo debe mostrar lo que se tiene que mostrar, y nada mejor que nuestros técnicos que entienden y despliegan este concepto. Hay que hacerlo con el profesionalismo necesario para mostrar la empresa mejor de lo que es. Eso construye confianza. Vas a su empresa, te interesás, conocés lo que le pasa y mostrás lo que hace y eso genera confianza. Eso hizo que nos abrieran las puertas. Creo que la única empresa en la que nunca pudimos entrar es una de Gualeguaychú, el resto entramos en todas. Nadie nos ha negado la entrada. Es confianza y tiempo.

-¿Y con los Estados municipales no han entablado relación?

-Y… ahí está lleno de gente. Están todos los periodistas allí. Y no van a querer mostrar algo vinculado al bien público, más bien se van a querer mostrar ellos. Hay un montón de empresarios a los que no les hago notas, y son aquellos que quieren ser más importantes que sus propias empresas o productos. No me interesa hacerle notas, porque si les gusta más la cámara que su empresa, no parecen ser muy empresarios que digamos.

Ficha Técnica

-Programa XMas que se emite por youtube, canal 9 y AET

– Revista XMás que cumplió 10 años con una tirada de 1000 ejemplares con alta calidad y con un costo de imprenta de 400 mil pesos por ejemplar.

-Programa Proyectar que sale por youtube, Canal 9 y AET

-Prometeo SRL – Empresa de servicios de captura de imágenes para la industria y el campo.

-Servicio de justicia privada con el instituto de arbitraje Iana Laudem – Instituto Argentino de Negociación y Arbitraje- junto a Roberto Krochick y Julio Federik.

Conceptos.

Martín hace apología de la estructura y considera que allí está el secreto de la independencia. Este cronista le pregunta acerca de si está enojado, a juzgar que en sus últimas editoriales se lo ve más intransigentes en sus conceptos, especialmente contra los hombres del poder político. Asegura que no, que “sólo se trata de hacer lo que corresponde”.

Su posición con respecto a la relación con la publicidad oficial es directa y critica la forma en que la maneja el Gobierno, y muchas veces en el tiempo ha demostrado esa necesaria independencia para tener posiciones claras.

Reconoce que hubo empresarios que lo ayudaron en los momentos difíciles y por eso hace hincapié en el orden en la empresa para funcionar con criterios sustentables y poder hacer frente a momentos como éste, a pesar que pondera a 2020 como “un año donde la facturación anduvo muy bien”.

A la hora de definirse prefiere verse con un hombre que tiene que sostener una empresa, un producto y no perder la ética y bohemia que los mejores exponentes de esta profesión despliegan a diario, aunque sabe que no es fácil porque las condiciones con que se debe trabajar en Entre Ríos no son sencillas.

Sin embargo, relata que apuesta a no quedarse y en su espíritu emprendedor creó una empresa que brinda el servicio de imágenes satelitales con un ejército de drones y personal especializado para empresas agropecuarias y se está adentrando en el servicio de arbitraje privado para resolver problemas, cosa que permite las modificaciones en el nuevo Código Civil. No se queda, y sale a correr junto con el futuro. Sin embargo considera que a pesar que ve su futuro más ligado a las innovaciones tecnológicas, “el periodismo es la llave de todo”.

Con todos estos años recorridos ha logrado un especial impulso a decir las cosas sin filtro, plantear sus enojos sin miramientos y responder sin agenda previa, una virtud que en el reinado del miedo no todos pueden hacer. Y en este punto también es crítico del empresariado, al que considera en evolución pero que aún no ha logrado imponerse ante el funcionariado que muchas veces “lo usa”.

-¿Cómo ve comparativamente la evolución de aquella provincia que empezó a recorrer hace más de 30 años?

-No veo evolución, veo involución. Cuando yo era chico, cuando estudiaba en la secundaria se decía que Entre Ríos era similar a Mendoza. La comparación era con Mendoza, y hoy dudo que estemos a la altura de Formosa. Lo que creció la provincia en estas últimas décadas en los sectores económicos ha sido a pesar de los gobiernos que hemos tenido. No fue a favor. No veo una sola medida que haya sido significante en este crecimiento de los sectores productivos.

-Ese es un título que le haría atragantar la medialuna a varios…

-Es así y lo digo siempre. Tuvimos dos grandes ministros de Producción que fueron la Pulga Mouliá (José) y Daniel Welschen, que coincidieron con pésimos gobernadores. A Busti no le importaba nada la cuestión productiva. Si hoy le preguntás sobre citricultura no conoce casi nada. Y tuvimos una muy buena gestión de un gobernador, y me refiero a la primera de Sergio Urribarri porque es un gran vendedor, pero tuvo un pésimo ministro que fue Roberto Shunck. Yo mismo se lo pregunté a Urribarri en una nota que me costó dolores de cabezas porque lo saqué en tapa con un bebé y a los 20 días lanza “El sueño entrerriano” y aún hoy me siguen puteando por esa nota que no fue leída y se quedaron con la foto de tapa. Ahí le hice esta pregunta sobre por qué tener una figura como Schunk y él me respondió tajante: “El ministro de Producción soy yo”.  Nunca coincidió un buen gobernador con un buen ministro; ni hablar de allí para acá que ha sido pésimo. Bahillo (Juan José) tiene ganas, pero tiene ganas de ser gobernador, y no ministro de Producción. Si un día antes de asumir, habiendo pasado seis meses desde que ganaste la elección, al que iba a poner al frente de Infraestructura lo volcás a Producción es porque muy claro no tenés las cosas. Pero Entre Ríos involucionó como provincia y hoy somos Formosa más que Mendoza. Ves Paraná y ves que la involución es doble que la de Entre Ríos, porque hace 10  años Santa Fe era horrible y ellos venían a disfrutar acá, y hoy está hermoso del otro lado y nosotros parecemos cualquier cosa. Así que seamos respetuosos cuando digamos Formosa, porque no sé si no está más linda que Paraná. Ni hablar de Corrientes, que nos ha pasado por encima.

-¿Y cómo pondera al empresario en este contexto?

-El empresario está evolucionando. La primera tapa que hicimos para el Día de la Industria, en 2007, fue la más significativa porque había hormigas. En Entre Ríos la industria no existía, y había una economía agropecuaria. “Trabajo de hormiga” fue el título y se veían dos hormigas transportando una hoja. Esto lo entendí en una convención de la Cámara de la Construcción, en el Sheraton de Buenos Aires. Cuando comienza el ingreso de gente hacen lugar para que ingresen dos señores grandes en sillas de ruedas y con la bolsita de suero y lo ponen adelante. Ellos eran Don Paolo Rocca y otro que ya ni recuerdo. Pero ahí te dás cuenta que estás ante una industria de 100 años. Tienen peso específico y saben dónde están parados. Si ves hoy la construcción en Entre Ríos, ves que la empresa más grande es Luis Losi, que no llega a los 50 años. Cuáles son las empresas más grandes. No tienen volumen de tiempo. Hoy vemos que las industrias están pasando a una segunda generación de hacedores. Hubo una primera generación que se está retirando y la que viene tiene una cabeza más acorde a estos tiempos. Los anteriores hacían de todo. Compraban, vendían, producían, comercio exterior, recursos humanos y todo. Construyendo la empresa. Después necesitaron un gerente de producción, después un gerente financiero, después de un gerente de recursos humanos. Ya va a llegar el momento que adviertan que necesitan un gerente de comunicaciones.

-No estaremos nosotros para ese momento…

-No, no te creas. Eso ya llegó, y si no lo viste ya estás afuera. Pero hay una evolución con el empresariado y tiene que ver con la inauguración del Túnel Subfluvial. Éramos una isla. La industria tuvo su inicio incipiente en los ´70 y ´80. Es muy chiquita y no le podemos exigir que tenga esa noción de poder.

Contradicciones.

-¿Dice que la industria entrerriana es adolescente y no tiene aún autoconciencia de su poder?

-Sí, exactamente. Si una industria automotriz te dice “o me arreglás la paritaria o te tengo que echar 500 empleados”, para el poder político no hay mucha opción. Salta todo el mundo. Acá cierran las biodiesel, cierran las exportaciones de carne e importa tres belines. A la industria le falta esa convicción para hacerse escuchar. Hoy dicen: “Señor gobernador, saquemos una foto y después cágueme como quiera”. Es al revés. “Pase señor gobernador. Hablemos, pero la prensa se queda afuera. Cuando usted me resuelva los problemas sacamos la foto que quiera, pero ahora resuelva los problemas”.

Con esta definición Martín Oleinizak pone de relieve una realidad que muchas veces se cuestiona al sector privado que no termina de encontrar un posicionamiento político y social definido. Es cierto que las entidades empresarias que están el debate frontal aún no cumplen 20 años, que los foros multisectoriales del sector privado no terminan de consolidarse. Por eso pide determinación para asumir el rol que la sociedad espera de ellos.

“Me tocó ver casos donde los partes de prensa del Gobierno ponían en boca de empresarios cosas que no decían y nunca los vi contradecirlos públicamente…”, reafirma Dos Florines sobre este punto. Oleinizak coincide y va más allá:Sí, tal cual. Yo también lo vi muchas veces. Ahora, qué pasa si un gerente tuyo te hace eso. No dura ni un minuto en la empresa. Sin embargo para arriba no dicen nada. Vos sos el que pagás los impuestos. La plata que paga el Parque Industrial de Paraná es impresionante”.

-En el Parque Industrial de Paraná se muestran conformes con la actual gestión municipal, cosa que no ha pasado anteriormente…

-Sí, pero cuál es la vara. El otro día entré al Parque y vi que estaban cortando el pasto, y la evolución era que a lo cortado lo ponían en una bolsa y no lo dejaban tirado como hacían antes. Mirá que bárbaro, quizá la próxima gestión se lleven la bolsa. Es tremendo lo bajo que está la vara. Entonces, si tus estándares de calidad internacional son cortar el pasto, estamos jodiddos.

-¿Hacia dónde crees que evoluciona el periodismo económico o de empresas?

-Yo creo que el momento del periodismo en general es complejo. Yo me meto a hacer, entre comillas, periodismo político porque no hay nadie diciendo nada. No es periodismo político. Es algo que se cae de maduro, y hay un montón de obviedades y que por ser consecuente en el tiempo hay que decirlas. ¿Cómo es posible que los jueces del Superior Tribunal cobren el dinero que cobran mensualmente?; ¿Cómo permitimos lo de las vacunas?; ¿Cómo aceptamos sin quejarnos que un concejal por no hacer nada cobre semejante salario?; ¿Cómo permitimos que el Gobernador diga que cobra 120 mil pesos cuando todos sabemos que no es así?; ¿Porqué lo permitimos?. Y cómo el periodismo no está haciendo estas preguntas. Alguna vez el viejo Fuertes (Carlos) entró a una oficina donde estaba un amigo mío y le dijo a los gritos: “El problema de ustedes no es que son radicales; el problema que tienen es que son baratos”. Bueno, creo que el problema del periodismo actual es que no hace estas preguntas y que es barato. El periodismo, por no tener un medio o una empresa detrás que los respalde y que le brinde libertad, lo deja a merced de condicionamientos. Las notas que salen en XMás, muchas veces no cuentan con mi aprobación, pero las discutimos, la debatimos constantemente y salen como el periodista quiere. A mí me da la sensación que muchas veces nos toman el pelo, y Sebastián Martínez no escribe nada que no esté documentado. El Iosper no contestó al pedido de información sobre los sueldos de la obra social. Entonces, yo me siento habilitado a escribir que el presidente del Iosper cobra 950 mil pesos por mes. Y ahí se va a enojar y entonces saldrá a desmentir diciendo que cobra 500 mil… ahhhh menos mal que no cobra tanto. Muchas gracias. Esa  potestad que tiene Sebastián de escribir lo que quiere, no está en todos lados. Ahí se resalta la figura de Luis “Zahorí” Etchevehere y lo del respaldo de la empresa periodística que ya no existe.

-¿Cómo evalúa la incidencia de las redes sociales en este tipo de periodismo?

– Creo que no hay un medio preponderante, aunque sí hay medios con más reconocimiento que otros. Hoy todo es complementario.  El programa de televisión es el alma mater, pero se complementa con la revista. Yo no creo que el Estado debe financiar al periodismo y a los medios de comunicación. Hasta que no se vuelvan a construir medios con conciencia periodística creo que el periodismo en Entre Ríos está complicado y el Gobierno seguirá haciendo lo que quiere. El 80 % de los abogados viven del Estado, de una u otra manera. El 95 % del periodismo también. Así no vamos a tener ni justicia ni medios de comunicación independientes

Deja un comentario