Ivirati S.A. es la primera en la provincia que comenzó a disminuir el uso de agroquímicos, probando productos orgánicos. Aseguran que “por ahora, viene respondiendo muy bien”. En mayo será la primera cosecha. POR Johanna Peltzer
La producción agroecológica comenzó a entrar en debate en los últimos años, pero fueron pocos los que se animaron a dar el paso y migrar hacia lo desconocido. Algunos fueron y volvieron, otros se quedaron y muchos poco a poco van informándose y probando en pequeñas hectáreas de su siembra.
Es el caso de Ivirati S.A., una empresa familiar dedicada a la producción de nuez pecán, que en 2020 decidieron probar fertilizantes y plaguicidas orgánicos en algunas parcelas de su plantación y, si los resultados acompañan, empezar poco a poco el éxodo.
Ricardo Tonelli, una de los responsables de la firma, en diálogo con DOS FLORINES explicó cómo fue llevar adelante el proceso: “Nos informamos bastante antes de arriesgarnos, sin embargo, siempre es prueba y error. Hace 15 años tuvimos un paso por lo orgánico y fue un desastre, pero esta vez nuestra socia Elsita Schulte nos convenció y probamos. Hasta ahora viene bien”, indicó.
La compañía posee 1200 plantas, de las cuales el 10% está bajo tratamiento agroecológico. “Tenemos dos sectores bien diferenciados donde el 20% de los productos son orgánicos. Si esta cosecha va bien, esperamos el próximo año pasar de dos a cinco sectores y así hasta que dentro de cinco años tengamos toda la plantación orgánica en un 80%”, aseguró Tonelli.
Causas de la apuesta de la empresa hay muchas, pero el ambiente es la principal: “O cuidamos el mundo entre nosotros o no lo cuida nadie”, dijo el productor. “Actualmente hay muchos interesados sobre este tipo de producción, preguntan, se informan, pero no muchos se arriesgan. Creo que es un tema que va a tardar mucho tiempo”, añadió.
En el mismo orden, Tonelli comentó que están realizando presupuestos y trámites para empezar a utilizar energía alternativa con paneles solares. “De todo esto es el primer año, hay que ver qué pasa en mayo cuando empiece la cosecha. A veces, cuando se realizan cambios, hay que esperar mínimo tres años”, finalizó Ricardo.
Una planta en auge
En los últimos años, se ha incrementado el interés por la producción de nuez pecán en la provincia de Entre Ríos, con nuevas plantaciones que se ven en distintos puntos de la región. Así lo entiende Tonelli: “Se da mucho y por varias razones: primero porque es el alimento del futuro, debido a los ácidos y grasas insaturadas que no tiene ninguna otra fruta seca; segundo, porque no requieren mucho terreno y son amigables con el medio ambiente; y, sin dudas, porque las personas que la plantan quieren mantener su poder adquisitivo durante la jubilación”, valoró.
“A veces, los que comienzan piensan que es una producción sencilla, pero es muy sacrificada. Requiere que uno ande con el ojo cerca. Que una planta comience a dar una pequeña cosecha tarda aproximadamente diez años, por lo que cada error es muy costoso”, agregó el productor.
Por su parte, Ivirati S.A. está en el mercado hace 20 años y actualmente tiene cinco variedades de pecán, con una cosecha promedio de 25 kilos por planta. “En general vendemos con cáscara, pero hace dos años hacemos pelar algunas toneladas”, expresó Ricardo. En Argentina, sólo el 20% de lo producido se consume en el mercado interno, mientras que el resto se exporta hacia el exterior: un 40% pelado y el resto con cáscara.
“Ivirati” significa “conjunto de árboles” en guaraní. La sociedad anónima está integrada por dos familias cruzadas: los Tonelli y los Schulte.
