La empresa dará el cierre definitivo a la venta de autos cero kilómetros el 30 de junio. Garantizan la continuidad de los servicios y venta de repuestos, además de la estabilidad de los trabajadores. Nahuel Amore
La concesionaria de automóviles de Honda Paraná camina hacia su cierre definitivo, tras cumplir el 11 de abril 30 años de vida. Según reveló a DOS FLORINES Rodolfo Marconi, titular de la empresa local, ya no reciben unidades cero kilómetro, por lo cual a mediados de año bajarán definitivamente las persianas. La reestructuración garantiza los servicios de postventa para los clientes y la estabilidad laboral de 23 empleados.
La agonía se viene estirando desde agosto de 2019, mes en el que, tras las elecciones primarias, la marca japonesa anunció que dejaba de fabricar autos en la Argentina y continuaba con importaciones, pero con un volumen menor. Un año después, y con problemas para ingresar vehículos al país, Marconi se enteraba de que tenía un plazo de seis meses para finalizar su contrato.
Fue así que, en medio de las negociaciones de la firma con el Gobierno y la incertidumbre por la pandemia, el primer ultimátum llegó el 28 de febrero de este año. Sin embargo, llegado el momento, Honda envió una carta al empresario entrerriano en la que comunicó la prórroga por dos meses más, hasta el 30 de abril, fecha que ahora se estiró por última vez hasta el 30 de junio.
De cara al vencimiento de la última autorización y en un contexto crítico para la marca, Marconi terminó de decidir que cierra una importante etapa de su vida empresarial: deja de vender autos y avanza en una reestructuración que dará continuidad de los servicios de posventa en el inmueble de enfrente, donde actualmente se comercializan motos -las que se seguirán vendiendo-.
“El panorama está cada vez más complicado, porque hasta junio no nos entregan más unidades. Así que el 30 de junio cerraremos definitivamente la concesionaria de autos y llevaremos el servicio y la venta de repuestos de automóviles al edificio de la concesionaria de motos”, confirmó a DOS FLORINES. “Con la venta de motos continuamos, por suerte por ahora bien”, aclaró.
Reestructuración
Desde 1991, Rodolfo Marconi se asoció con Honda y su nombre fue el representante histórico e identificado con la marca para toda la región. Ahora, pandemia de por medio, encara una reconversión hacia una concesionaria integral, que venderá motos, productos de fuerza y motores fuera de borda, pero ya sin automóviles nuevos. Al mismo tiempo, sobre calle Echagüe continuará el taller de motos, mientras que el de autos será sobre 25 de Mayo.
“Avanzamos ahora en arreglos del taller que está enfrente, para continuar con los servicios, con repuestos para autos y motos, accesorios, atención a las compañías de seguros, entre otras cosas. Es decir, los autos que hay en la calle van a seguir teniendo todos los servicios, sin problemas”, explicó.
La reestructuración también contempló un diálogo franco con los empleados, que le permitió llegar a esta fecha sin conflictos ni sospresas. “Hace un año y medio eran 43 y ahora quedaron 23, pero de esos 20 no echamos ninguno. Con todos nos reunimos, hablé con ellos y fui negociando”, aseguró.
Consultado respecto de los montos con que los empleados se desvincularon, destacó que “todos se fueron con un 10 o 15% más de dinero que la doble indemnización”. “Tratamos de no dejar a nadie en la calle. Los que se fueron, fueron con emprendimientos propios. Uno puso un lavadero de autos, otro expandió su local de comidas y otros se pusieron una empresa constructora, por dar ejemplos. Es decir, casi todos cumplieron el sueño de su emprendimiento”, resaltó.
30 años después…
Luego de haber vivido 30 años con la concesionaria de autos en pie, el empresario paranaense lamentó cómo se dio este proceso de ajuste. “Esto es un dolor terrible. Tuvimos gente que trabajó más de veinte años y no podíamos enviarles telegramas para echarlos. Eso no lo quería hacer, jamás. No mandé ni un solo telegrama. Con las 20 personas negocié y se fueron con más del doble de indemnización. Era una cuestión hasta sentimental, de no ser desagradecido porque entregaron los mejores años de su vida”, sostuvo.
Por otro lado, Marconi se explayó sobre el impacto de las políticas que hicieron que Honda desarmara la estructura que había montado en Argentina. “En este contexto del país, están complicados con las importaciones. Los directivos de Honda con los que yo trataba, se fueron todos. No quedó nadie. Es muy doloroso, porque llamás y no quedan las personas con quienes tratamos durante años”, contó.
Finalmente, para el hombre de negocios de Paraná, el gran problema del país es la falta de estabilidad macroeconómica, por la elevada inflación constante, la pérdida progresiva de poder adquisitivo, la elevada presión impositiva, los cambios de políticas y la ausencia de oportunidades para los jóvenes. “Eso Honda no lo soportó más”, afirmó, y concluyó: “Es muy penoso, muy doloroso, porque es más de media vida mía”.
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