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Los productores de huevos, en crisis por sobreoferta

La demanda interna bajó debido a la fuerte caída del poder adquisitivo de los salarios y, en consecuencia, los precios que reciben los productores se desplomaron. Como los valores internacionales de los granos aumentaron, la ecuación no cierra y en la actualidad trabajan a pérdida. Danilo Lima

Hace un año, más o menos, cuando comenzó la pandemia de Covid-19, la producción de huevos no alcanzaba a cubrir la demanda interna; ahora, en cambio, la situación es exactamente al revés: hay sobreoferta y los precios que reciben los productores se desplomaron, al punto que están trabajando a pérdida.

¿Qué pasó? Los salarios también se desplomaron, tanto o más que los precios que les pagan a los productores, y la demanda bajó fuerte.

La producción de huevos, históricamente, ha sido un negocio con altibajos, admite Claudio Barón, quien junto a sus hermanos hace agricultura en la zona de Crespo y transforma los granos en carne de cerdo y huevos. Lo lamentable, remarca, es que siempre en estas crisis quedan productores en el camino.

Causas.

– ¿A qué obedece la crisis?

– La producción de huevos es un negocio de oferta y demanda. Cuando la oferta supera a la demanda, como sucede ahora, los precios comienzan a caer, y, como en un mes hay que colocar la producción, cuando la demanda baja aparecen los problemas.

– ¿Por qué ahora hay más oferta?

– Porque hay menor consumo, básicamente por la caída del poder adquisitivo de la gente.

En abril de 2020, hace un año, el precio que recibía el productor por la docena de huevos era de 70 pesos, y, ahora, recibe 60.

En abril del año pasado, el maíz valía 8.000 pesos y la soja 13.500, mientras hoy el maíz cuesta 18.000 y la soja 30.000. Los precios internacionales de los granos subieron y a nosotros los costos, en dólares, se nos fueron a las nubes.

A la gallina uno le da de comer en dólares y pone los huevos en pesos.

– Ante esta situación, ¿cómo están los números de los productores?

– Mientras hoy nos pagan 60 pesos la docena, producir esa docena nos cuesta entre 70 y 72 pesos. Estamos trabajando a pérdida.

– ¿Hasta cuándo pueden aguantar trabajando a pérdida?

– Y… la verdad es que mucho más no podemos aguantar.

La exportación, una salida complicada.

El panorama es, ciertamente, complejo. Con una inflación altísima y una constante erosión de los salarios pensar en un aumento de la demanda doméstica no parece una solución cercana. Una salida podría ser colocar el sobrante del mercado interno en el exterior, pero la exportación tampoco es una cuestión sencilla.

En Crespo, le contó Barón a DOS FLORINES, “entre algunos productores hemos juntado unos 11.000 cajones para exportarlos, con la idea de sacar sobrante del mercado interno y así, por lo menos, trabajar al costo, sin ganar pero sin perder.

La exportación, sin embargo, también está complicada. “Todo el huevo que sobra en el mundo se destina al mercado internacional –para tratar de que los valores internos no se desplomen– y eso tiran abajo la cotización”, explicó.

A esta dificultad hay que sumar una “cuestión argentina” que complica todavía más la exportación. “En el país tenemos un problema: somos caros para exportar, fundamentalmente por la cantidad de aranceles que hay que pagar. Por eso nosotros no pedimos ninguna ayuda especial sino que nos faciliten la posibilidad de salir al mundo sacándonos los muchos palos en la rueda que nos ponen”, remarcó el productor crespense.

El año pasado, los precios de los granos y de los huevos hacían que el negocio fuera rentable “y cuando el productor tiene un mango en el bolsillo lo reinvierte, hace otro galpón, por ejemplo, y como esto se dio en todo el país, seguramente la producción aumentará en el segundo semestre de este año y no habrá forma de que el mercado interno absorba esa mayor producción”, consideró Barón.

Con la demanda interna en el tobogán y las dificultades para exportar, los productores de huevo creen que este 2021 será muy complicado.

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