Los corredores inmobiliarios inauguraron nueva sede en Gualeguaychú
02/11/2020

En medio de la pandemia y transcurriendo una crisis del sector de prolongación sin precedentes, el Colegio de Corredores Públicos Inmobiliarios de Entre Ríos suma una nueva sede. Carlos Marcelo Pintos
El viernes 30 de octubre se realizó la entrega de llaves de la nueva sede adquirida por el Colegio de Corredores Público Inmobiliarios de Entre Ríos -CCPIER- para la Delegación de Gualeguaychú, que contó la presencia del presidente Julio Molina, el secretario Benjamín Ledesma y el tesorero de la institución Martín Budó; en la oportunidad, Molina, además de destacar la adquisición de la nueva sede, se refirió a la crisis que atraviesa el sector inmobiliario por la inestabilidad cambiaria.
El inmueble que albergará a la delegación se encuentra en calle Juan Francisco Seguí 36, fue comprado al Colegio de Maestros Mayores de Obra y será de uso periódico para reuniones, asambleas y capacitaciones -entre otras actividades- una vez que se vuelva a la normalidad. En el edificio actualmente operan las oficinas del Colegio de Arquitectos, del Colegio de Ingenieros Civiles y del Colegio de Agrimensores.

Vale destacar que la delegación del departamento del sur entrerriano cuenta con la matrícula de más de cien corredores inmobiliarios; 83 matriculados de la ciudad de Gualeguaychú, 15 de la ciudad de Urdinarráin y 8 dela ciudad de Larroque
Al consultarle sobre cómo se está atravesando la crisis económica producto de la pandemia y la inestabilidad cambiaria, Julio Molina expresó: “Veníamos ya con un proceso de caída de ventas y hoy la crisis económica que se agudizó por la pandemia, golpeó a nuestro sector como a la mayoría. Luego la inestabilidad cambiaria es un problema importante para alcanzar operaciones, porque tuvo movimientos increíbles y esto cuesta a la hora de concretar negocios”.


Compras de materiales de construcción.
En los últimos dos meses se registró una reactivación en la compra de materiales y la construcción para poder protegerse de la crisis ¿es así?
“La compra de materiales, como una forma de refugiarse en los ladrillos, produjo una reactivación porque considera la construcción y la compra de terrenos como una buena opción. Sobre todo esto se registró hace dos meses, estimamos que estos movimientos se llevan a cabo para resguardar el dinero, como una forma de asegurar su estabilidad en lo económico cuando vemos que hoy tener dinero en los bancos, o en una caja de seguridad es un riesgo”, expresó Molina.


El presidente del CCPIER dijo que pese a la devaluación del peso: “aún se siguen realizando transacciones inmobiliarias en peso y en dólares declarados. Lo que hacemos es acercar a las partes interesadas para poder alcanzar acuerdos, es un trabajo duro pero es una manera segura que tiene la gente de resguardar su patrimonio bajo el asesoramiento de un corredor inmobiliario”. Resaltó que: “Esta es una crisis muy importante, venimos de problemas tras problemas y ahora estamos en pandemia. Yo tomé la presidencia desde hace un año y ya veníamos en caída con las ventas, así que estamos complicados, tenemos que poner voluntad y tener más confianza en los mercados, para que el país tenga una gran proyección a la inversión, que hoy está restringida por falta de expectativas y ahora con el problema de garantizar la propiedad privada”.
Referido a esto último, Molina subrayó: “Realmente este problema en Entre Ríos se pudo resolver bien, la ministra de Seguridad Rosario Romero y el intendente de Paraná Adán Bahl actuaron rápido cuando hubo una usurpación en Paraná. El conflicto en La Paz (en el campo Casa Nueva) también se resolvió bien a favor de la propiedad privada y nos da tranquilidad de que la Justicia haya actuado bien”.

El costo de los alquileres.
Al referirse al valor de los alquileres, Molina expresó que: “El costo de los alquileres llegaron al máximo; hoy un trabajador si tiene que destinar entre 12 a 13 mil pesos para rentar un departamento o una casas de entre 18 a 20 mil pesos, es un golpe fuerte para su bolsillo y le puso un tope al precio de los alquileres.
“Por otro lado, hace que la rentabilidad para el propietario se le caiga; hoy se tiene la rentabilidad más baja de la historia; representa al 0,50 por ciento del valor de la vivienda. Hoy un trabajador con un salario promedio tendría que trabajar 40 años para poder comprarse una vivienda, entonces necesitamos de créditos accesible ajustado a valor salario, sino llegamos a los problemas de siempre porque suben las tasas de interés y después el empleado no puede cumplir con sus obligaciones.
Respecto de los créditos hipotecarios Molina afirmó: “Tienen que ser ajustado al salario, si este aumenta un 10 por ciento la cuota debería subir igual, tiene que haber un sistema crediticio para que los trabajadores puedan acceder a una casa y así bajar el déficit habitacional que tiene este país.
“Si bien los créditos Procrear ayudan, pero las demoras que hay para la adjudicación del monto de 500 mil pesos para comprar un terreno, por ejemplo, en la espera se va devaluando.
“De todos modo –sentención Julio Molina- el programa crediticio es una ayuda, pero en otra época fueron muy beneficiosos y logró mover el mercado inmobiliario, pero hoy con los valores que están otorgando para las ampliaciones y refacciones no alcanzan para lograr una reactivación sostenida del mercado”.
Fuente: El Argentino / Editado