Los complejos de fútbol 5 de Paraná ven pasar la pelota y sobreviven sin expectativas
22/07/2020

La reapertura es una incógnita y en cuatro meses ya hubo cierres. Qué opinan los emprendedores sobre el partido más difícil. Nahuel Amore
En un contexto sanitario y económico cada vez más complejo en todo el país y del cual Paraná no está exento, los deportes grupales, y más aún los amateurs, ven perder en el horizonte la posibilidad concreta de volver a la cancha. Detrás de este parate se encuentran decenas de emprendedores, muchos de ellos jóvenes inversores, que han hecho, sobre todo del fútbol, una oportunidad de negocio, sustento y hasta de creación de puestos de trabajo que, durante estos cuatro meses, se quedaron sin ingresos, acumulan deudas y hasta quedan fuera de competencia al quedar al borde del quiebre.

Los complejos de fútbol 5 de la ciudad y alrededores viven su peor partido, sin expectativas claras de cuándo podrá volver a girar la pelota, incluso de realizar cumpleaños y otras fiestas para los que suelen alquilar los salones. La situación es quizá más aliviada para aquellos que son propietarios de los inmuebles, que no tienen empleados a cargo y que se las arreglan como pueden con otros ingresos. Sin embargo, la crisis golpea con más fuerza a quienes pagan un canon de uso de las canchas e incluso aquellos que tienen deudas acumuladas por las millonarias inversiones que debieron realizar para poner a punto el césped, valuado en dólares.
Así las cosas, en Paraná ya hay ejemplos de sueños que se convirtieron en pesadillas y actores que decidieron cerrar para frenar la sangría de gastos. Si bien algunos emprendimientos deportivos, ligados a clubes, pudieron acceder a los ATP para el pago de sueldos, en la mayoría de los casos deben quemar los ahorros para pagar los impuestos y los servicios. Incluso, hay coincidencias de propietarios que optaron por tomar los créditos blandos para monotributistas y autónomos que les está permitiendo, al menos, sobrevivir.

En el mientras tanto, a los emprendedores los une la impotencia de ver que la pelota viene pasando de largo, por otros sectores a los que fueron habilitando mientras ellos quedan sin posibilidad de realización. Con escaso optimismo y un dejo de resignación a la espera de que la “nueva normalidad” sea la regla, resisten en la crisis, agazapados, con la ilusión de que haya luz verde posiblemente en septiembre, cuando el invierno y el pico de la pandemia hayan mermado. No obstante, en el camino algunos van quedando fuera de juego y reclaman que alguna autoridad municipal o provincial los escuche.
Enzo Fosgt, Roja Directa y La Redonda

Los hermanos Fosgt hace cuatro años que explotan los servicios de Roja Directa –en Avenida de Las Américas- y durante la pandemia decidieron invertir en la administración de La Redonda –sobre O’Higgins 175–, que no pudo sostener quien tenía anteriormente la concesión. De todas maneras, a pesar de esta decisión, perdieron las expectativas en el corto plazo.
“Es mucha la incertidumbre con la que estamos viviendo. Nosotros estamos seguros de que venimos después de los gimnasios y todavía no se han habilitado. En ese sentido, siendo optimistas, tampoco lo vemos tan cerca a poder abrir”, sostuvo Enzo Fosgt a DOS FLORINES.
Sin ingresos ni ayudas del Estado, los gastos se acumulan. “Ya estamos en el límite”, advierte el joven, quien cuenta que para sostenerse estos cuatro meses se tuvieron que “reinventar”. “Hicimos repartos, tratamos de abrir una pequeña distribuidora, nos pusimos a trabajar en la despensa de mi viejo. Hemos hecho varias cosas para sostener a un empleado, porque es muy difícil pagar el sueldo sin generar ingresos”, alertó.
Respecto de los costos, describió: “Tenemos dos complejos, en los que los alquileres son muy altos. Seguimos pagando impuestos. Por eso, sin recibir ayuda de nadie, se hace muy complicado. Hemos metido manos en los pequeños ahorros que teníamos, pero ya no hay más”.
En esta línea, ante la consulta, anticipó que “de no abrir en el lapso de un mes más, lo que nos queda, y que ya lo empezamos a pensar, es empezar a vender vehículos. Tenemos una camioneta y un auto que por cualquier cosa es un respaldo. No queremos llegar a eso pero no nos queda otra, es la única manera que tenemos de aguantar para afrontar los costos que tenemos”.
Finalmente, lamentó: “Hay sectores que abren y no nos dejan abrir a nosotros que hasta hay menos contacto. Cuando habilitan las reuniones de 10 personas, creemos que estaría bien poder jugar un fútbol 5, sin abrir las cantinas, yendo cada uno para su casa, con todos los protocolos. Te indigna mucho cuando vas por la calle y ves gente jugando a la pelota o mucha gente en los bancos. Esta es la situación y la vamos a pelear, hasta las últimas consecuencias, yendo para adelante”.
Matías Quinteros, Metagol F5
El joven emprendedor inauguró en agosto del año pasado el complejo deportivo ubicado en la Ruta 12 y calle Guido Marizza, en San Benito. “Estuvimos abiertos entre siete y ocho meses. Falta mucho para solventar la inversión. El césped es un gran llamador, se cotiza en dólar y eso por ahí te aterra, porque tiene fecha de vencimiento y se complica en este tiempo que paramos”, lamentó.
Consultado por las fechas, Quinteros dijo a DOS FLORINES que creen poder reabrir cerca de septiembre. “Creo que desde el primer momento nos dijeron esa fecha; hubo un tire y afloje para ir reabriendo lo más rápido posible, pero en septiembre estaría todo más tranquilo luego de pasar el frío”, consideró.
Mientras tanto, deben hacerse cargo de los tributos provinciales y municipales, además de los servicios de luz y agua. “Los costos los seguimos sosteniendo con ahorros que tenía el complejo, tras una muy buena temporada en verano hasta marzo inclusive. Siempre tratando de reinventarse uno y buscando maneras”, resaltó, y contó que sobrevive con ventas de cerveza artesanal, entre otros trabajos de gestoría con su madre.
Respecto de los procedimientos en caso de reapertura, destacó que el protocolo es “bastante estricto, donde se mide la temperatura, se higieniza a cada uno de los jugadores y el único contacto es en la cancha. El baño no se ocupa, salvo casos extremos, pero no se pueden quedar a comer ni a compartir charlas como es habitual y se esperan unos 20 minutos para el próximo turno así se desinfectaban pelotas, lugares de ingreso y egreso, arcos y mantener todo limpio”. Incluso, recordó que no habría problemas para incorporar una declaración jurada para conocer a cada uno de los jugadores, en el hipotético caso de que se produzca algún contagio.
Con todo ello, manifestó también su malestar por quedar rezagados de las medidas. “Se hace muy complejo escuchar que abren bares y otras actividades donde hay mucha gente y rotación, sin saber a quién tenés al lado. Acá somos un grupo de 10 personas que se conocen, que previamente se hablan, que tienen una comunicación entre sí, que entran, participan y se van”, señaló.
Agustín Luti, La Masía
La familia Luti inauguró en los días previos de la cuarentena estricta el moderno complejo ubicado en el exhipódromo de Paraná, con césped de calidad internacional y todo un proyecto innovador para la ciudad y una zona olvidada. Sin embargo, hasta el momento no han podido comenzar a amortizar la inversión. “Consideramos urgente la apertura del deporte porque, más allá de estar encerrados y que el sedentarismo no ayuda, trae salud y es una buena barrera contra el virus”, opinó Agustín, uno de los hermanos, en diálogo con DOS FLORINES.
Las fechas son un gran interrogante y, peor aún, desconcierta el silencio oficial. “En un momento arrancamos con la ilusión cuando vimos que no había casos y que arrancaban con la habilitación de bares, las salidas recreativas y demás. Pero caímos en la realidad de que nuestra área del fútbol no está muy acompañada. Nos llama demasiado la atención que no haya siquiera un comentario positivo. Nosotros vendemos salud y muchas de las causales por las cuales afecta el coronavirus a los pacientes es la falta de salud, de buena alimentación, de ejercicios”, analizó.
Luti aseguró que desde la empresa realizaron un protocolo “de excelencia, impecable”, que se presentó ante las autoridades, pero no tuvo una respuesta. “Lo que nosotros vemos es que no hay un norte. Por más de que haya protocolos, se cuiden a los jugadores, vemos que no nos están escuchando. Cuándo nos pueden habilitar, no lo sabemos”, lamentó, y disparó: “No entendemos cómo no se puede salir a caminar pero sí se puede ir a un bar”.
Independientemente de la situación propia de La Masía, el joven se puso en la piel de otros colegas que la tienen más difícil. “En estos cuatro meses gracias a Dios que no asumimos tantos costos porque no llegamos a abrir, pero nuestros socios del rubro están muy complicados, porque han tenido números negativos, sin ningún tipo de ingresos, así que están realmente mal”, sostuvo.
En esta línea, alertó que muchos emprendedores “tienen que sostener estructuras de empleados, de pagar alquileres por instalaciones y familias que quedan sin trabajo. Ellos sí han tomado deuda para subsistir y la siguen tomando y la bola se hace más grande. Si no hay un norte, tienen contado los días”.
Hernán Cepellotti, Complejo 5
“No tengo muchas expectativas de que se pueda habilitar el fútbol 5 debido a que no hemos tenido respuestas de parte de los políticos que nos representan, tanto en Paraná como en Entre Ríos. Además, ahora en la ciudad estamos más complicados que antes, todos los días surgen casos nuevos y se ve difícil la posibilidad de que nos puedan habilitar ya que es un deporte de contacto”, expresó Cepellotti, titular de Complejo 5 en calles Garrigó y Juan B. Justo.
En este caso, la situación se puede llevar de otra manera debido al tipo de estructura. “En estos cuatro meses de cuarentena, gracias a Dios no pago alquiler y no tengo empleados, por eso me puedo mantener, si no estaría muy complicado. Soy profesor de Educación Física y tengo el sueldo docente, pero se achicaron los gastos y no nos metemos en cuentas nuevas. No tuve grandes problemas, pero el complejo de fútbol 5 es una entrada más que la necesitamos todos”, describió, y remarcó: “Ojalá que se vuelva cuanto antes”.
A la hora de analizar las diferencias de criterios para habilitar determinados sectores, planteó su mirada: “Es algo muy incoherente, de gente que pareciera inoperante. Creo que se debe a que los sectores que han abierto tienen más poder, más contactos que nosotros que tenemos las canchas y complejos. Nosotros estamos solos, nadie que nos represente y no nos escuchan. Incluso los otros sectores tienen más posibilidad de contagio y han abierto. A nosotros no nos han dado ni una respuesta”.
Roberto Sachs, Master
El titular de Master Fútbol 5, ubicada en Gobernador Tibiletti, recordó que “las expectativas de que habiliten siempre estuvieron, pero a medida que pasó el tiempo fueron bajando; está supeditado a la vuelta del fútbol, cuando regrese la Primera. Se dice que nuestro deporte es de contacto, por eso se patea cada vez más para adelante. Ojalá sea antes”.
Consultado por cómo afronta económica y financieramente estas circunstancias, contó que sacó “un crédito a tasa cero, porque lógicamente había cuentas que pagar, deudas tomadas con anterioridad”. “Los costos a afrontar son los alquileres, la luz, que las primeras facturas se cobró el mismo valor de la última boleta sin haber trabajado y fue bastante alto. También los AFIP, AFIM y ATER”, precisó.
En este contexto, la mirada se reduce cada vez más al corto plazo. “De continuar las restricciones, va a ser complicado seguir manteniéndose. Calculo que hasta fines de septiembre no van a volver a abrir. Ojalá sea antes, pero va a ser complicado, porque ya están cerrando algunos compañeros. Si no se soluciona, será muy complicado”, advirtió.
Finalmente, Sachs también manifestó su malestar por la discriminación de este rubro. “Molesta porque presentamos protocolos para poder trabajar, entendiendo que es un deporte de contacto. Pero molesta que haya comercios que amontonan personas y otras cosas que no se manejan de manera correcta. Nosotros pensamos volver con los protocolos correspondientes y un gasto de parte nuestra. Queremos que la ley sea pareja para todos”, planteó.