Llegó hasta China con arándanos entrerrianos y reveló el éxito del proceso
21/11/2018
El titular de Berries del Sol contó los desafíos que atravesó para lograr exportar 720 kilos de fruta fresca al Gigante Asiático. Nahuel Amore
La empresa entrerriana Berries del Sol, de Alejandro Pannunzio, logró este martes lo que nadie había concretado hasta ahora: vender arándanos frescos a China. En una entrevista exclusiva a DOS FLORINES, el empresario contó que el embarque incluía dos pallets de frutas que totalizaron unos 720 kilos. La noticia fue festejada por gobiernos nacionales, provinciales y municipales, sin embargo de todo ello hay un camino recorrido que, con aciertos y errores, permitió alcanzar con éxito la meta.

La historia comenzó hace unos cinco años, cuando la empresa radicada en Colonia Ayuí, en el departamento Concordia, comenzó a proyectar poco a poco el objetivo de lograr trascender las fronteras que ningún otro empresario había logrado. La experiencia de nueve años de exportación a otros países fue un puntapié necesario, pero no lo suficiente, para los desafíos que significó el Gigante Asiático.
“Una de las cosas que tenía que tener el arándano es que debía ser más grande, porque a China le gustan las frutas grandes. Por eso, nosotros tuvimos que adaptar las máquinas que tenemos en el empaque, que hicimos hace un año, por si se abría el mercado chino en 2018, cosa que ocurrió. Teníamos que tener la maquinaria lista”, aseguró Pannunzio.

En este sentido, detalló que uno de los requisitos era construir una cámara de conservación exclusiva para este mercado, aún sabiendo que los acuerdos podían caerse. “Y si no salía China, la usaríamos para otra cosa. Uno lo hace profesionalmente, para que cuando vinieran los inspectores chinos, que vinieron dos, recorrieran los campos, vieran las instalaciones y no escuchen promesas”, sostuvo.
En este sentido, hizo una autocrítica del genotipo argentino y lamentó que “prometiendo somos todos bárbaros”. “Pero hay momentos que uno dice que si quiere exportar a China, tiene que mostrarlo hoy. Cambiar un campo, una estructura de frío, instalaciones eléctricas, no se cambia de hoy para mañana. Con suerte, de año a año. Por eso hicimos todo un proceso apostando a eso”, valoró.

Proceso
“Desde el punto de vista de la empresa, uno lo mira sabiendo que la única manera de subsistir hoy es siendo muy innovador. Y dentro de esas innovaciones, que sean eficientes y acertadas. Dijimos que teníamos hacer algo innovador, que sería ir al mercado de China, ante una oportunidad que se genera”, analizó quien también es el presidente de la Asociación de Productores de Arándanos de la Mesopotamia (Apama).
En esta línea, remarcó el leitmotiv que les permitió lograr con éxito la exportación. “Uno lo que busca es estar en la frontera de los puntos a los que otros no llegaron. Nosotros como empresa mediana, que tiene su fortaleza de ser muy profesional pero no tiene una escala de producción muy grande, nos diferenciamos desde los profesionales”, resaltó.
“Salimos del esquema tradicional, porque las empresas hoy en día requieren de otro dinamismo, de integrarse desde la planta hasta tranqueras afuera, fijarse en lo financiero, los mercados. De ahí dijimos que el golpe lo debíamos dar en ser los primeros en exportar a China”, consideró. Y así fue como se lanzaron a la experiencia que este martes concretaron.
Trabajo
En el camino, Pannunzio destacó el rol que asumió Senasa. Pero además, subrayó la importancia que asumieron los empresarios colegas, en el marco de la “coopetencia” que posibilita justamente la competencia y colaboración entre pares al mismo tiempo. “Con los colegas colaboramos, pero llegó un punto en que se larga la carrera y nos vemos en la llegada. Vimos que llegar primero a China podía tener un impacto muy fuerte”, indicó.
Consultado por las particularidades del mercado exterior y las posibilidades de sostener la demanda de China, el empresario reflexionó que “el mercado de frutas frescas se construye a partir de una confianza como para comenzar y un resultado cuando aparece la fruta; todo lo que demore eso, porque la fruta o la calidad no era la esperada, desgasta la relación, frena la cobranza y corta la continuidad. Hay que tener mucha flexibilidad porque la fruta va a consignación”.
Finalmente, sobre el desafío por delante para la empresa y los demás empresarios de la cadena, trazó una línea clave de trabajo de cara al futuro. “Acá lo que hay que trabajar y concentrarse ahora es en reducir el arancel de importación que tenemos en China del 30%. Lo que hay que hacer es trabajar, trabajar y trabajar, ver cómo hacemos para reducir eso y percibir una parte mayor del precio”, sostuvo.