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Lazzari en Paraná: “Cepo y retenciones habrá anuncios antes de que empiece la campaña electoral”

El economista lamentó que “el cepo cambiario enamora” y advirtió que “empezó a tener contenido político”. Por otro lado, anticipó una reactivación de la economía con oportunidades y riesgos. Insistió que “la madre de las batallas es la impositiva” y aseguró que si Entre Ríos hace reformas “en unos años vuela y puede ser un gran motivador en la región”. Por Nahuel Amore

Gustavo Lazzari, economista y empresario pyme, disertó el miércoles en Paraná, en el marco de las actividades por el 45° Aniversario de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos. Durante su presentación, habló de la herencia, de las medidas de Javier Milei y planteó los distintos escenarios posibles a futuro. Sobre este punto, se mostró optimista de que “las cosas vayan bien o muy bien”, lo cual implica que el Gobierno puede avanzar en una baja de retenciones y la unificación del tipo de cambio.

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Según planteó, en la Argentina “el problema es que el cepo enamora”. Para explicarlo, aseguró que “la moneda argentina es el dólar” y “el peso es una base imponible que nos enchufaron”. A partir de esa consideración, sostuvo: “El gobierno tiene miedo de salir del cepo porque hay pesos en el mercado y cuatro motivos para comprar dólares: el turismo, la importación, el pago de deudas o dividendos y el atesoramiento. El problema es el pago de dividendos”.

Lazzari precisó además que el miedo del gobierno es que esa salida del cepo motive aumentos de precios. Respecto del valor del tipo de cambio, observó que “no es muy alto y depende de la cantidad de dólares para intervenir”. “Intuyo que miran un dólar de 1.200 o 1.300 pesos, pero que no se vaya a 1.800 porque es susto por su proximidad en 2.000″, afirmó.

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Frente a ese escenario, evaluó que “con cepo Argentina es resiliente y la va llevando” y que “el sector más perjudicado por el cepo, sigue enamorado” del Gobierno. No obstante, remarcó: “El problema es que empezó a tener contenido político. Si lo sacan y no es iniciativa del gobierno y es presión, es debilidad. Si lo sacan por sorpresa y necesidad del gobierno, es fortaleza. Para mí, está dejando pasar oportunidades de que sea fortaleza”.

En relación a ello, se animó a plantear que de cara a las elecciones de medio término puede haber novedades. “Si me preguntan a mí, no creo que pueda estar a esta altura del año que viene con cepo porque el sector que más lo quiere al gobierno, lo va mirar con el ceño fruncido. Cepo y retenciones va a haber anuncios antes de que empiece la campaña electoral“.

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Inversión

El empresario dueño del Frigorífico Cárdenas lamentó que a pesar de las reformas en la micro que realiza el Gobierno “no hay respuesta privada”. “Estuve 30 años diciendo que con reforma la gente invertía y ahora con reforma la gente no invierte. En el medio hay un puente de expectativas y la expectativa está cascoteada, golpeada“, planteó.

En ese sentido, advirtió que todavía observa en la gente cierto miedo e incertidumbre por la sostenibilidad de la política que ralentiza las decisiones de inversión. No obstante, enfatizó: “Es imperativo que recuperemos nuestra inversión dentro de nuestra tranquera, en la fábrica, el campo, porque todo va a ser más competitivo“.

“Vino el tiempo del escalímetro, la regla, la balanza, de ver cuánto grano queda en la máquina porque la inflación y la devaluación no nos tapan más y el costo de la luz y el gas ya no lo regalan más. Dado eso, está todo el peso arriba de la mesa y hay que ser más eficientes”, sostuvo.

Además, señaló: “El miedo tiene dos costos. Uno es que tenemos que rezar para que nuestros competidores en la compra y la venta también tengan miedo. La oportunidad es de quien la ve primero. La otra es que si el mundo no le tiene miedo a la Argentina, no tenemos tanto tiempo para tener miedo. Es un miedo muy costoso porque la reforma se está haciendo”.

Impuestos

En otro tramo de su disertación, Lazzari -declarado defensor de las ideas de Juan Bautista Alberdi-, opinó que “la madre de todas las batallas es la impositiva“. Al respecto, advirtió por la presión fiscal nacional, provincial y municipal, que debe ser puesta en agenda. “Además del tamaño de impuestos y el valor de las tasas, la forma de recaudar es otro tema, que en Argentina es muy leonina, muy desafiante”, indicó.

Frente ello, dijo que “la reforma impositiva debe ser integral“, aunque acotó que Milei anticipó que se dará “cuando el superávit sea consistente“. “Para mí saltea el 2025. Primero será el impuesto PAÍS, después retenciones y luego el impuesto al Cheque. Y si se queda en eso, nos quedamos cortos porque para que levante la economía tiene que blanquearse y con el 21% del IVA no se puede”, analizó.

En relación al blanqueo de capital, aseguró que permitirá la exteriorización de 30.000 millones de dólares, aunque lamentó que estuvo mal comunicado y podría haber potencialmente superior. De todas maneras, evaluó: “Si la economía lo genera y los exterioriza tan rápidamente, por qué no blanqueamos que los impuestos sean más bajos para que sea todo blanco. Estoy seguro que menos impuestos recaudan más“.

Reactivación

El economista, que vive a diario la realidad en su fábrica de chacinados y embutidos, admitió que “la actividad está planchada” y pidió a Milei que “no la minimicemos”. “Hay gente que la está pasando mal y empieza a ser antireforma. Está quieta la economía, más a allá de que hay algunos sectores que en el mes a mes están mejor marginalmente”, afirmó.

En ese sentido, se preguntó por dónde vendrá la reactivación. “Más pronto que tarde Argentina empieza a levantar, pero muy dispersamente“, anunció, y destacó el empuje de la energía y la minería hasta que se acomoden los precios relativos, la economía del conocimiento que dependerá de la salida del cepo, el sector agropecuario y las cadenas de valor que están pendientes del tipo de cambio y las retenciones, además de la construcción privada y la infraestructura que depende del impulso del RIGI.

Sin embargo, marcó también los riesgos de este contexto: “Donde vamos a tener más problemas es con las pymes del mercado interno, que tienen que competir con importaciones. Ahí dependemos del salario real. Y creo que se viene un tema muy importante que es la agenda de relocalización industrial“.

En relación a este último punto, se explayó: “Si fuera verdad que se abre la economía, que nos estabilizamos más o menos, que empezamos a competir, Capital, Gran Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Mendoza, están casi todos mal localizados. No podemos competir contra quienes tienen la industrialización de la carna al lado del campo. Tenemos costos terribles de logística”, planteó.

De todos modos, consideró que “las oportunidades son muchas” y “hay sectores que no despegaron”. En esa línea, se animó a sugerir: “Entre Ríos podría ser un gran ejemplo de que haga reformas paralelas a la Nación para despegar. En unos años vuela y puede ser un gran motivador en la región”.