ENFOQUE PORTADA

La urgente e imperiosa necesidad de un nuevo concepto de presupuesto en Entre Ríos

Por Ubaldo Roberto Domingo / CP*

Trascendió el proyecto de ley sobre política tributaria que el Ejecutivo provincial propone para el período 2024. El mismo, expresa que “tiende a lograr una equitativa distribución de las cargas fiscales….”.

Además, frente al brutal ajuste en las cuentas públicas impuesta por el Gobierno nacional, se busca “menguar el efecto de tales medidas”, que, por supuesto ante una provincia como Entre Ríos que depende para hacer frente a sus gastos de en un porcentaje superior al 70% de los envíos de la Nación, solo podemos anticipar alícuotas más altas y subas en los impuestos locales.

Es que este es el primer gran dilema que enfrentan las políticas ortodoxas que solo aplican ajuste para lograr el equilibrio fiscal, y es que, frente a la paralización del aparato productivo, la menor actividad económica y como consecuencia el menor consumo, se recaudan menos impuestos, con lo cual, aquel objetivo de equilibrio nunca se alcanza.

Lo primero que dejan de pagar los contribuyentes por razones de fuerza mayor y licuación de sus salarios e ingresos son los impuestos.

La ortodoxia cree que el presupuesto financiero y el económico están separados. Entonces calculan rudimentariamente los gastos y los desvelan como conseguir los recursos.

Por eso la necesidad de un nuevo concepto de presupuesto provincial es un hecho; el que se viene maquinando hace décadas no ha funcionado, solo ha derivado en estancamiento y atraso.

Subdesarrollo

La morfología del subdesarrollo provincial implica que, ante la falta de oportunidades y demanda de mano de obra, el Estado absorbe y toma la mano de obra desocupada y ociosa, llenando de agentes y funcionarios las oficinas y espacios públicos en números obscenamente superior a las reales necesidades.

Así las cosas, este nuevo proyecto no tiene en cuenta el aparato productivo, el cual debe ser estimulado, acompañado e impulsado.

Urgen medidas de fomento tanto impositivas como crediticias que extraigan a la provincia de Entre Ríos del atraso y la postración constante, de manera tal que intente alcanzar sus hermanas de la Región Centro.

No se detectan en el proyecto medidas que impulsan la capitalización y la inversión del agro ni de la industria. Tampoco el estímulo para la radicación de nuevos y ambiciosos emprendimientos.

Señores, la ortodoxia está aquí.

Estamos frente a un proyecto para una economía estancada, sin crecimiento ni desarrollo, los sistemas de promoción desaparecen, sacrificados en la guillotina del financiamiento de los gastos burocráticos improductivos.

Lo más lamentable es que el déficit no será alcanzado, porque cuando los salarios y los ingresos son tan severamente atacados, la recaudación cae, y cualquier ocurrencia de reforma es estéril.

Todo proyecto de Ley y el presupuesto provincial deben ser parte de un plan de crecimiento y desarrollo.

Deben determinarse los recursos que pretende recaudar el Estado como la graduación de sus gastos y erogaciones con una función económica.

Es así que todos los recursos deben estar al servicio de la producción.

No se están haciendo las preguntas correctas que son: ¿Cómo puede el Estado entrerriano promover la actividad económica productiva? ¿Cuáles son las metas de crecimiento de las actividades más importantes de la provincia?

Debe primariamente modificar eso de que los recursos tributarios sean para financiar el gasto siempre en crecimiento, sino que debe beneficiar siempre al productor y contribuyente estimulándolo para que acumule y reinvierta sus recursos, gravando con toda la fuerza la renta improductiva, los gastos superfluos y suntuarios, los bienes que no son de primera necesidad.

* Sobre el autor: es contador público nacional; también asesor económico- financiero, especializado en Pymes locales; y especialista en Sindicatura Concursal.