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La sequía ya le costó a la Argentina unos US$ 1.500 millones

Los especialistas de la Bolsa de Comercio de Rosario Agustina Peña, Tomás Rodríguez Zurro y Emilce Terré analizan el impacto del clima en la actividad primaria y asegura que si la producción nacional no baja más de 15 Mt, Argentina ya perdió exportaciones por US$ 1.500 millones como consecuencia del stress hídrico en suelos. Se trata de la producción más baja desde la campaña 2015/16.

La hoja de balance del trigo de la nueva campaña queda configurada de la siguiente manera: con un rinde promedio de 27,2 qq/ha, el área sembrada quedó definida en 5,9 M ha, cosechándose -según estimaciones hasta el presente- 5,5 M ha. Esto deja un saldo de casi 400.000 hectáreas sin cosechar por los efectos devastadores de la sequía. Incluso si la situación productiva deja de deteriorarse (lo que requiere la inminente ocurrencia de lluvias generalizadas, especialmente sobre el centro sur de Buenos Aires y La Pampa) lo anterior determina un nivel de producción de alrededor de 15 Mt.
Con este panorama productivo, la previsión de exportaciones del nuevo ciclo se revisa a la baja a 9 millones de toneladas, 5,5 millones por debajo de los despachos de la campaña previa. Además, si comparamos el valor de las exportaciones proyectadas, el ingreso de dólares proyectado por embarques de trigo 2022/23 caería un 35% en relación con el ciclo 2021/22, nada menos que US$ 1.525 millones.

Zonificación.
Según datos del último informe mensual de estimación de cultivos de SAGyP, las zonas más perjudicadas por la sequía son el centro norte de Buenos Aires, sur de Santa Fe, Córdoba, Chaco, Santiago del Estero, San Luis y la región del NOA. El crecimiento del trigo en estas zonas es escaso y muchos lotes directamente se han perdido. No obstante, en el resto de las zonas productivas, la situación es entre buena y regular, y con una fuerte dependencia de lluvias futuras para que la floración del cereal no se vea tan afectada. Actualmente el desarrollo de los lotes de trigo que siguen en carrera está abarca un 36% en estado de encañazón, 25% en floración, 30% en llenado de granos y 9% en estado de madurez; en tanto que la condición es muy bueno en el 1% del territorio, 51% bueno, 38% regular, 8% malo y un 2% muy malo.
Debe considerarse que la escasez de reservas hídricas se conjugó con heladas en el período crítico de evolución del cultivo. Este efecto terminó de complicar el desarrollo del cultivo, y derivó en la caída abrupta de los rindes durante octubre, por un lado, y en un aumento de las hectáreas dadas por perdida, por el otro.

caída.
La producción de 15 Mt es la más baja en 7 años, cuando en la campaña 2015/16 la producción se vio afectada por una sequía fulminante que dejó a la Argentina con un nivel de producción de 11,4 Mt. Sin embargo, en aquella campaña el rinde promedio estimado se ubicó en las 29,3 qq/ha. El resultado de las heladas es sumamente contraproducente en lo que respecta al ciclo venidero.
Estando en el último tramo de la actual campaña, hubo muy pocas ofertas de trigo disponible durante la semana y éstas rondaron en torno a los US$ 340/t. La comercialización de trigo disponible está completa al 97%, lo que deja un escaso margen de oferta en la plaza doméstica, llevando a los precios locales a reaccionar al alza, de la mano de una demanda que intenta reacomodarse para abastecer un ritmo de molienda estable que se estima en 0,5 millones de toneladas cada mes, promediando las 6 Mt durante el año calendario. Esto pone de manifiesto una necesidad de materia prima de al menos 1,5 Mt adicionales para consumo interno de cara al último trimestre y a la llegada de la nueva campaña.
Como se indicó en el siguiente informativo semanal, a finales del mes de julio ya se estaba mostrando una situación que influiría negativamente en el empalme de cosechas de diciembre. En este sentido, Al 22/07/22 se registraban compras por el cereal nuevo que se manifestaban récord, llegando a las 5,2 Mt, pero con una siembra del cereal nuevo que para esa fecha ya mostraba retrasos fundamentalmente causados por el déficit hídrico en suelo.

Perspectivas.
Es por esto por lo que, durante las últimas semanas, la comercialización de trigo nuevo contó con varias operaciones de anulación. Entre el lunes y el martes se anularon hasta 5.000 toneladas, dándose por descontado una presión a la baja en las estimaciones de cosecha de la nueva.
La dinámica de la comercialización en Chicago, por otro lado, estuvo signada por los mismos fundamentos que se vienen manifestando al menos durante los últimos 7 meses, en relación al conflicto geopolítico iniciado en la región del Mar Negro, que apuntala los precios del cereal hacia arriba de la mano de la incertidumbre por la situación de stocks de los mayores productores a nivel mundial; mientras que los constantes temores recesivos que parecen confirmarse con un segundo trimestre de caída en la actividad económica norteamericana, tiran los precios hacia abajo y, al parecer, este último efecto podría pesar aún más que la situación de Ucrania, siempre que se sostenga la continuidad del corredor de envío seguro de granos del país. Las cotizaciones de futuros de trigo estadounidense esta semana promediaron los US$ 310/t.