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La sequía en Entre Ríos impacta en el sector ganadero

Las escasas precipitaciones registradas en la primavera afectaron la producción de forraje del campo natural y pasturas, principal insumo en la alimentación de la ganadería de cría, recría y tambo.

El Sistema de Información de Bolsa de Cereales de Entre Ríos (SIBER) advirtió por el impacto que está sintiendo la ganadería en medio de la grave sequía que vive la provincia y la región. Además, la entidad señaló que el invierno es la época del año donde disminuyen las lluvias y las temperaturas, en consecuencia, la disponibilidad forrajera se ve reducida.

Es a partir de la primavera, donde el incremento de las precipitaciones y de las marcas térmicas propician un gran desarrollo de la oferta forrajera. El año 2022 se caracterizó por un invierno más seco y frío que lo normal.

En la Figura 1 se presenta el promedio mensual de la precipitación de junio a noviembre y su variación en relación al año 2022. En Entre Ríos, la lluvia acumulada promedio entre junio y agosto es de 130 mm, mientras que en el año 2022 se registró una disminución del 23 % (30 mm). El déficit hídrico se agravó en la primavera. El monto acumulado normal entre setiembre y noviembre se sitúa alrededor de 300 mm, no obstante, en el 2022 se registró una caída del 52 % (155 mm).

Figura 2: Variación de la precipitación en el año 2022 en relación al promedio (2004 – 2021) entre los meses de junio a noviembre en la provincia de Entre Ríos.

El SIBER muestra en la Figura 2 la distribución de la lluvia acumulada del 1 de septiembre al 30 de noviembre del 2022 y su variación en relación al valor promedio esperado. El mayor déficit hídrico se registra en el centro Sur del territorio con una lluvia acumulada entre 101 a 150 mm, lo cual representa una disminución entre 151 a 200 mm.

Figura 3: Distribución de la precipitación acumulada del 01/Set al 30/Nov del 2022 y su variación en relación al promedio (2004 – 2021) en la provincia de Entre Ríos.

Situación de la producción lechera

– La tasa de crecimiento de las pasturas muy baja o nula;

– Los lotes que han sido pastoreados no logran recuperarse para que el ganado ingrese nuevamente;

– No existió el pico de crecimiento en la producción forrajera a la salida del invierno e inicios de la primavera;

– El dólar soja (de septiembre y diciembre) distorsionó el precio de los concentrados y subproductos proteicos con suba del 50 %;

– No hay reservas de pasturas;

– El maíz destinado al consumo animal se está perdiendo, ya se han comenzado a pastorearlo;

– Están adelantando la elaboración de rollos o silos con el maíz porque las altas temperaturas generan un gran deterioro en la calidad del alimento que se puede lograr;

– El costo de elaboración de silos o rollos es elevado y se encarece en lotes de maíz de baja producción de materia seca;

– La calidad de los silos obtenidos posiblemente no es la adecuada debido a la baja concentración energética resultado de pocos granos por planta;

– En relación a noviembre del 2021 hay una caída interanual de producción del 20 % aproximadamente;

– Se estima reducir las vacas en ordeñe en diciembre y enero, lo cual generará una caída de producción del 30 al 40 %;

– Se están perdiendo lotes de sorgo forrajero y pasturas recientemente implantados;

– Existe un desfasaje entre el incremento del precio de la leche en relación a los insumos;

– En el último mes se registró una caída en la producción del 20 al 30 %. 

Situación de la producción ganadera de cría y recría

– La tasa de crecimiento del campo natural muy baja o nula;

– El productor se ve obligado a vender animales para aliviar la carga animal en los campos;

– Las especies forrajeras tienen muy escaso desarrollo;

– La condición corporal del ganado presenta una caída interanual del 30 al 35 %;

– Hacia el Noreste (donde hubo algo más de lluvias), la vaca en campo natural tiene una condición corporal todavía aceptable pero que en el corto plazo se verá afectado;

– Las aguadas naturales se están secando y existen problemas a los molinos, ya que han bajado las napas y los productores se ven obligados a agregar caños para extraer agua a mayor profundidad.