La segmentación de tarifas también alcanzará a comercios

17/08/2022

La quita de subsidios será progresiva a partir de septiembre en luz y gas; y desde noviembre en agua. Buena parte de la reducción del déficit primario para el FMI en 2023 depende del éxito de esta medida.

El Gobierno le puso números ayer a los aumentos de las boletas de luz, gas y agua que se vienen a fin de año. Con todo, el ahorro fiscal está previsto en torno a los $ 50.000 millones en los últimos meses de 2022 y unos $ 500.000 millones para todo 2023, según los cálculos oficiales de la Secretaría de Energía y Agua y Saneamientos Argentina (Aysa), a partir del retiro escalonado de los subsidios, con una segmentación que combina criterios de ingresos, patrimonios, consumo y geográficos.

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El ajuste alcanzará no solo a los hogares sino también a usuarios “generales” como por ejemplo bancos, shoppings, comercios y espacios comunes de edificios, lo que tendrá un impacto directo sobre las expensas que no fue explicitado.

Y es mucho más grande que los $ 15.000 millones previstos por el ex ministro de Economía Martín Guzmán.

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Para Raúl Rigo, secretario de Hacienda de la Nación, la baja de la ayuda del Estado representa una reducción equivalente a entre 0,5% y 0,6% del Producto Interno Bruto (PIB) para el ejercicio del año que viene, en pos de cumplir con la meta de déficit fiscal primario de 1,9% comprometida con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Durante más de 2 horas, la secretaria de Energía, Flavia Royón, encabezó una conferencia de prensa que igualmente dejó muchas dudas entre los asistentes e incluso en el sector privado. A su lado estuvieron Federico Bernal, subsecretario de Hidrocarburos; Santiago Yanotti, subsecretario de Energía Eléctrica; Cecilia Garibotti, subsecretaria de Planeamiento Energético; y Malena Galmarini, presidenta del directorio de Aysa, además del mencionado Rigo.

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La suba de las facturas no implica técnicamente un incremento de las tarifas -remuneración regulada que cobran empresas de transporte y distribución de gas y electricidad-, sino solamente una quita de los subsidios a la demanda por el costo mayorista de la producción del combustible, la generación de la energía y las importaciones.

Luz

En el caso de la energía eléctrica, los 400.000 hogares de ingresos y/o patrimonios altos, junto a los 4 millones que no se anotaron al Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE), tendrán un incremento cercano al 200% -se triplicaría el valor final-, en tres cuotas bimestrales.

Por ejemplo, para un usuario residencial medio del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA, que abarca a la Ciudad y el conurbano), la boleta pasaría de $ 1467 sin impuestos en agosto a $ 2285 en septiembre, casi un 56%.

Actualmente casi todos los hogares -con excepción de los que perciben tarifa social- pagan entre el 25% y el 30% del costo pleno de la energía, reflejado en el Precio Estacional (PEST). El 70% es subsidios del Estado.

El primer retiro de esa subvención equivale al 20% del total, mientras que en noviembre y en enero se retirará un 40% en cada tramo.

El PEST pleno hoy es superior a los $ 13.000 por megavatio-hora (MWh) pero el Gobierno espera que descienda a $ 9000 /MWh el año que viene, a partir de un aporte mayor de la energía hidroeléctrica -más barata que el gas y el gasoil- y la puesta en marcha del gasoducto Néstor Kirchner -que todavía debe empezar su construcción- para sustituir importaciones de gas licuado y combustibles líquidos.

Los hogares con ingresos medios solamente tendrán un incremento de la luz si superan los 400 kilovatios-hora (kWh) mensuales en todo el país, con excepción del Noreste y Noroeste (NEA y NOA) y regiones donde no tienen gas por red, en donde el límite sería de 550 kWh. El consumo medio nacional es de entre 250 y 300 kWh. Los de ingresos bajos, en tanto, no tendrán cambios.

Gas

Para el gas natural por red, las residencias de mayores ingresos verán un aumento escalonado cercano al 20% final a partir del 31 de agosto; 50% el 31 de octubre; y 90% desde el 31 de diciembre, que se corresponde con una suba del precio mayorista (en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte, PIST) de 167% acumulada a fin de año, como explicó El Cronista. El aumento promedio es de $ 165 por mes por escalón y $ 500 acumulado en los 3 bimestres.

Los hogares de ingresos medios solamente pagarán más por encima del 70% del promedio de consumo de su categoría y su zona, mientras que los de ingresos bajos mantendrán los mismos valores.

Agua

Por último, los usuarios de Aysa en AMBA tendrán una segmentación geográfica, que implicará aumentos de aproximadamente el 150% cuando se retiren los subsidios, y la quita arrancará en noviembre.

Fuente: Cronista