La hidroponía, una alternativa para agregar valor a la producción hortícola
28/11/2020

Es la técnica de cultivo en la que no se utiliza tierra. Las plantas reciben los nutrientes a través del agua. Se trata de una modalidad de producción con beneficios tanto para el productor como para el consumidor. La experiencia de La Granja de los Pinos, en Victoria. Danilo Lima
La hidroponía –para algunos hidroponia, sin tilde– es una técnica de cultivo en la que no se utiliza suelo, y los nutrientes que necesitan las plantas para crecer son provistos a través del agua. En las huertas hidropónicas se pueden hacer distintos cultivos, pero el más común es la lechuga.

Producir en menos espacio y en lugares donde la calidad de la tierra no es buena, una mayor higiene de los cultivos, y la optimización del uso del agua son algunas de las ventajas de la hidroponía.
Los especialistas indican que hay tres sistemas hidropónicos:

- “Raíz flotante”: las plantas, sostenidas por alguna estructura flotante –habitualmente placas de telgopor perforadas–, se encuentran sobre la solución nutritiva con sus raíces inmersas en ella.
- Sistema NFT: nombre que proviene del inglés “Nutrient Film Technique” (técnica de la lámina nutritiva), dado que una delgada lámina de solución nutritiva circula por un caño con perforaciones en su parte superior, en las cuales se insertan las plantas.
- Cultivo en sustrato: término que se usa para definir cualquier material, de origen natural o sintético, que reemplaza al suelo y cumple una función de sostén de la planta.
La experiencia de una victoriense.
Luisina Lanza, una victoriense de 28 años, decidió, hace algún tiempo, volcarse a la hidroponía en la huerta familiar (La Granja de los Pinos) y puso manos a la obra para alcanzar el objetivo. No le fue fácil, claro, porque ningún emprendimiento es sencillo, pero buscó asesoramiento, consiguió un crédito y comenzó a transitar el camino que se había propuesto. El 7 de enero cumplirá tres años como productora hidropónica.


En la quinta produce, junto a su familia, una variedad importante de cultivos hortícolas en suelo: verdeos, acelga, lechuga, puerro, zapallitos, zucchinis, albahaca, berros y brotes de alfalfa. También produce kale, una col abierta que de a poco se va metiendo en el mercado victoriense, y mizuna, “porque nos gusta tener cultivos innovadores”, le contó Lanza a DOS FLORINES.
La kale, explicó, “se come en ensaladas y en chips, es un superalimento porque contiene muchas vitaminas y minerales; y la mizuna es de la familia de las mostazas, también se come en ensaladas y es parecida a la rúcula, pero más picantita y de color morado”.
– ¿Por qué decidieron volcarse a la hidroponía?
– Tenemos un invernáculo de 320 metros cuadrados cuyo suelo comenzó a salinizarse porque al no lavarse con agua de lluvia empezó a perder capacidad nutritiva. Entonces nos enfrentamos a la necesidad de mejorar de alguna manera ese espacio y ahí empezamos a ver lo que era la hidroponía.
– ¿Qué cultivos hacen con la técnica de la hidroponía?
– La hidroponía es un cultivo sin suelo en donde las plantas se alimentan a través de sales naturales que se les incorpora sintetizadas. Se pueden hacer muchos cultivos, pero nosotros tenemos tres sistemas: lechuga, rúcula y berro.
Sembramos las semillas en espuma fenólica –las colocamos a través de unos agujeritos– y ahí se riegan unos 15 minutos por días. La espuma absorbe el agua y las sales y de ahí se alimentan las plantas
– ¿Es producción orgánica?
– Todavía no, pero hacia eso vamos. Sucede que certificar los procesos es caro y elevan mucho los costos de producción.
– ¿Cómo se financiaron para hacer hidroponía?
– Empezamos a buscar financiamiento hace cuatro años, buscamos mucho, y dimos con una incubadora de Paraná que nos habló de un Fondo Semilla. Allí, Andrea Firpo nos derivó con Víctor Sánchez, que nos orientó y asesoró muy bien. Tuvimos que hacer muchos papeles y un video, en donde explicamos nuestro proyecto. Pasaron unos meses, quedamos seleccionados y logramos acceder a un crédito que ahora estamos pagando.
– ¿Cuál es el agregado de valor de la hidroponía a la producción hortícola?
– La hidroponía le permite al productor obtener en el año uno o dos ciclos más en cada cultivo, es decir una o dos cosechas más por año.
Nosotros, en este momento, después de tres años, estamos bien encaminados, porque antes tuvimos que realizar otra inversión para poder recolectar el agua de lluvia, dado que el agua que teníamos era salada, y en la hidroponía es necesario que el nivel de sales del agua no sea tan alto para poder agregarle las sales que realmente necesita la planta para su nutrición.
Hay otro agregado de valor, en este caso para el consumidor. La planta siempre recibe lo que necesita y, por lo tanto, es más difícil que se enferme. La calidad poscosecha, en consecuencia, es muy superior a los cultivos realizados en tierra, porque la lechuga y la rúcula –no así el berro– van a las verdulerías con la raíz, en una bolsita con agua. Esto garantiza que los productos estén bien frescos durante más tiempo.

– ¿Mejoró la ecuación económica de la huerta familiar con la hidroponía? ¿Hay un precio diferencial por esa producción?
– En el caso del berro sí porque no se hace en tierra y en los arroyos no se hacen más. En el caso de la lechuga y la rúcula tenemos la suerte de ser los primeros y únicos, por ahora, en hacer hidroponía en Victoria, y como la gente nos conoce y sabe cómo trabajamos, eso nos da un plus.
La gente, además, ha empezado a cuidarse, a buscar alimentos de mejor calidad, y, a pesar de la crisis, está dispuesta a pagar unos pesos más por un producto mejor. Es lo que estamos advirtiendo desde hace un tiempo.