Por Luciano G. Paulin, vicepresidente de la Asociación de Entes Reguladores Energéticos de la Republica Argentina (Adere) y director del Ente Provincial Regulador de la Energía (EPRE) Entre Ríos.
Este concepto se desarrolla en el informe “Navigating the Energy Transition Consumer Survey: ¿Cómo pueden los proveedores de energía iluminar el camino marcado por los consumidores?” elaborado por EY a partir de una encuesta a 34.000 consumidores de 17 países de todo el mundo (Canadá, Estados Unidos, Brasil, Japón, Hong Kong, Malasia, Australia, Italia, España, Francia, Irlanda, Inglaterra, Bélgica, Alemania, Suecia, Emiratos Árabes Unidos y Países Bajos).
La investigación trata de comprender acerca de los hábitos de consumo de los usuarios del sistema público económico eléctrico, sus expectativas y cambios, en especial, post Pandemia.
En este escenario, la figura del “omnisumidor” hace referencia a un consumidor que se mueve en un mundo digitalizado, con alta conciencia social y medioambiental y que se muestra más atento de su consumo de energía.
Acelerado por la tendencia de los mercados, la tecnología y la sociedad, los usuarios pasivos de energía darán paso a un nuevo “omnisumidor” más activo y comprometido que participa en un ecosistema energético dinámico a través de una multitud de lugares, soluciones y proveedores.
En esta nueva relación entre el “omnisumidor” y la energía, existe el deseo de utilizar nuevas fuentes de energía y tecnologías que mezclan la experiencia energética con nuestros hogares, comunidades y metas sociales.
Si bien el precio sigue siendo un factor significativo o clave a la hora de tomar la elección del proveedor del servicio, ya no es el único en estos países (donde rige la libertad de competencia y elección del prestador del servicio), y la concientización sobre el impacto medioambiental junto con hacer más simple la vida, son factores que se ponderan al momento de decidir.
Sin embargo, en nuestro país este perfil todavía se encuentra en proceso de formación. En éste sentido, aquellos proveedores de energía que desarrollen rápidamente un ecosistema maduro pero simplificado, en el que los “omnisumidores” puedan intercambiar valor, tendrán ventaja en el mercado energético futuro.
