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La FAA pide a las autoridades que reaccionen ante la “calamitosa situación” de los tamberos

“No hay peor sordo que el que no quiere oír”, afirmaron los federados, y reclamaron “urgentes soluciones” antes de que la actividad lechera se desplome. En Entre Ríos “estamos peor”, dijeron desde la Filial Crespo de la FAA. Dos Florines

Los integrantes de la comisión interna de lechería de Federación Agraria Argentina (FAA) se reunieron de manera virtual para analizar lo que consideraron una “calamitosa situación por la que atraviesan los pequeños y medianos productores tamberos de nuestro país” y lanzó un llamado a autoridades nacionales y provinciales “para que reaccionen frente a un letargo eterno de reuniones sin soluciones mientras familias tamberas siguen desapareciendo de la actividad”.

Los tamberos federados vienen denunciando desde hace mucho tiempo “la desoladora realidad” de la lechería y “la pasividad de quienes deben dar respuestas inmediatas”.

“Como dice la frase, ‘no hay peor sordo que el que no quiere oír’; otro hay peor, aquel al que ‘por una oreja le entra y por la otra se le va’, expresaron desde la Comisión de Lechería de la FAA, que dejó en claro un mensaje a las autoridades: “Podemos ser parte de la solución o parte del problema; en manos del Gobierno está la llave para que, de una vez por todas, destrabar esta situación de precios desleales a quienes trabajan los 365 días del año para producir un alimento tan vital como la leche”.

El análisis federado, que contó con la participación de representantes de las cuencas tamberas de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe, apuntó a compartir las reuniones que mantuvieron sus dirigentes tanto a nivel nacional como provincial, a través de las cuales se remarcó en coincidencia el pago por calidad. En este sentido, los federados expresaron su total disconformidad “ya que si es por calidad a los pequeños y medianos tambos hace rato que se le debería estar pagando un plus, ya que no sólo producen calidad en cuanto a características técnicas y sanitarias sino que estas producciones se realizan de forma amigable con el ambiente”, afirmaron.

Y continuaron: “Por supuesto que estamos de acuerdo en que se pague por calidad, pero son todas patrañas que inventan para, de alguna forma, justificar que no quieren pagar lo que corresponde. Es una vergüenza que una de las primeras marcas de Argentina este pagando 22 pesos por litro ante la mirada atónita del Gobierno nacional, donde no sólo no puede contener la inflación, sino que tampoco puede contener el desangrado de Pymes que dan vida a pueblos del interior, en una muestra más que clara que la concentración en nuestro país es socia de nuestra clase política”, enfatizaron.

Y agregaron que “los precios que le paga la industria a los tamberos no alcanzan y la distorsión de precios entre lo que recibe el productor y paga el consumidor es una vergüenza”.

“Vemos con preocupación cómo algunos funcionarios recorren los megatambos que son manejados por una persona, sin entender que atrás de un pequeño tambo hay un entramado socio productivo, que tal vez no ilumina tanto los ojos de nuestros gobernantes, pero en la práctica son los que dan sustento económico a miles de familias en todo el país”, señalaron.

Para finalizar, los federados llamaron a la reflexión de los funcionarios de los gobiernos provinciales y nacionales “para que se pongan a trabajar seriamente en encontrar la solución para este atropello a una producción tan indispensable como es la lechería, y sobre todo la producida por los pequeños y medianos tamberos”.

“Estamos estancados y vamos desapareciendo día a día sin que a nadie reaccione y sin soluciones concretas a corto plazo, mientras cientos de familias tamberas dejan la actividad”, denunciaron en un comunicado dado a conocer tras la reunión virtual.

En Entre Ríos “estamos peor”.

Mientras, el vicepresidente de la Filial Crespo de la FAA, Fabio Schneider, tambero de Colonia Merou, no dudó en asegurar que los productores de leche de Entre Ríos “estamos algo peor que los del resto del país”.

Entre Ríos, recordó, fue “la provincia en las que más tambos familiares cerraron en los últimos 30 años” y “pasamos de 5.000 productores de hace unas décadas a los menos de mil que quedamos hoy”.

“Nos distraen con discusiones y debates sobre la calidad de la leche cuando todos los productores, sobre todo los pequeños y medianos, tienen estándares superiores a muchos otros sistemas productivos, pero los del Gobierno son como el tero, gritan en un lado y ponen los huevos en otro lugar, para no hablar del tema central que es la falta de rentabilidad de los productores”, remarcó Schneider, al tiempo que acusó al Estado nacional de condenar al pequeño productor y al consumidor con la alta carga impositiva.

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