La empresa familiar Granalier celebra 20 años con nuevos productos y el desafío de potenciar La Casa del Cerdo
15/06/2025

Desde Estación Camps, la familia Hergert se expande en la cadena porcina, con un incremento en los volúmenes de producción y una importante apuesta: crecer a través de la comercialización en los locales de La Casa del Cerdo que adquirieron recientemente. Irina y Miguel, los hermanos al frente de la firma, ponen en valor las inversiones realizadas y los 100 puestos de trabajo creados durante estos años. Por Nahuel Amore
Dos décadas de historia cumplieron esta semana en Granalier (Granja Alimentaria Entre Ríos). En coincidencia con el Día de la Porcinocultura, la empresa familiar que agrega valor en el sector porcino celebra su aniversario número 20, con un decidido plan de crecimiento que siguen poniendo en marcha, con ambición y cautela. La estrategia se focaliza en cada eslabón de la cadena, que les permitirá expandirse en volumen y calidad de los diferentes cortes y productos elaborados que ofrecen al público. Para ello, uno de los hitos más trascendentes es potenciar los locales de La Casa del Cerdo, claves para ganar mercado con nuevas propuestas para los consumidores.

“Los ánimos siempre son positivos. En parte nos parece increíble que ya hayan pasado 20 años de aquella firma del contrato, donde se iniciaba este gran sueño, y haber construido todo lo que es hoy Granalier. Por otro lado, como somos muy ambiciosos, nos quedamos con ganas de muchas cosas que todavía tenemos en el tintero por hacer, por crecer. Pero estamos muy satisfechos y con ganas de cumplir muchos años más”, sintetizó Irina Hergert, quien lleva al día las cuentas y proyecciones de la empresa radicada en el pequeño pueblo de Estación Camps, en el departamento Diamante.
Miguel Hergert, abocado principalmente a las decisiones productivas, recordó que iniciaron con apenas tres cerdos y 500 kilos mensuales de elaborados, mientras que los números actuales son realmente sorprendentes: “En 2024, que fue un año duro, complicado principalmente a principios del año, faenamos 61.000 cabezas lo que hace un promedio de 5.000 mensuales aproximadamente; en kilos de carne son alrededor de 5.750.000, más una producción de elaborados de cerca de 2.220.000 kilogramos”, describió a DOS FLORINES.

La Piara SRL, que dio origen a la marca Granalier, nació a comienzos del siglo XXI, fruto del esfuerzo de una familia oriunda de General Ramírez que decidió agregar valor a la producción primaria y la integración de una granja con 120 madres, que permitió luego dar el salto con la instalación de un establecimiento industrial para trocear cortes de carne fresca y elaborar fiambres y embutidos. El crecimiento vertiginoso del sector de la mano de un aumento sostenido del consumo, incluso, los llevaron a invertir en una segunda planta.
Consultado por los mercados a los que llegan, destacó que el 60% aproximadamente se sigue comercializando en la provincia. De todas maneras, valoró que poco a poco crecen en otras provincias como Santa Fe y Misiones, además de que llegan con sus productos a La Rioja, Corrientes, Buenos Aires y recientemente incorporaron entre sus destinos a la provincia de Formosa “con muy buena perspectiva de ventas”. ¿Un desafío? “El mercado exterior todavía lo tenemos pendiente”, admitió.


Desafío: La Casa del Cerdo
La Casa del Cerdo es una reconocida marca de venta de cortes porcinos de Paraná, que nació en 2011 de la mano de una sociedad creada entre cinco productores, entre los cuales estaban Daniel y Pablo Welschen como las caras visibles. Ante la necesidad de promover el consumo de esta carne, pusieron en marcha el emprendimiento con un particular formato de negocio que llegó a tener siete locales, marcó tendencia y fue replicado luego por otras carnicerías.
Con el paso de los años y el cambio de dueños, finalmente la familia Hergert adquirió el año pasado esta marca, en lo que se constituyó como una importante apuesta de integración con la firma Granalier, con el objetivo de dar el salto en la comercialización directa. Tras un período de transición y adaptación, el desafío ahora es revitalizar su valor y trazar nuevos horizontes de crecimiento en el mercado interno.
“Como mencionamos, 2024 fue un año duro, con una contracción en el consumo en general. Pero particularmente a nosotros, haber abierto esta boca de expendio nos permitió poder seguir creciendo en producción. Además, y principalmente, esta expansión nos permite llegar directamente al consumidor, conocerlo en forma directa y poder estar más atentos a sus necesidades”, explicó Irina.
En ese sentido, reconoció que “fue y es un desafío muy importante porque nunca nos relacionábamos directamente con este eslabón de la cadena”. Por ello, anunció que se encuentran trabajando en una campaña de relanzamiento de la marca “ya que muchos no saben que ha cambiado de dueños y que se están renovando los locales”.
Según describió, el objetivo es embellecerlos y potenciar estos espacios “donde pueden encontrar toda la mercadería fresca, los productos de Granalier y donde hay un proceso totalmente cuidado de la mercadería, garantizando la trazabilidad de los productos desde el productor hasta el consumidor”. “Trabajamos fuertemente para que La Casa del Cerdo sea nuevamente la marca que fue, representando al sector porcino y acercándonos al consumidor final”, subrayó.

Mayor producción y nuevos productos: milanesas, hamburguesas y salchichas
En sus inicios, Granalier dio trabajo a tres personas y, 20 años después, emplea en forma directa a unos 100 trabajadores. Eso da cuenta del crecimiento, a pesar de los desafíos del contexto. “Siempre somos positivos y debemos decir que estamos bien. Si bien es cierto que el consumo se ha retraído, seguimos apostando y creciendo en el sector; tal vez menos de lo esperado porque somos muy cautos también a la hora de crecer y de invertir. Tratamos de mantenernos siempre sólidos, dando pasos pequeños pero seguros”, reflexionó la contadora.
Respecto del escenario actual para las empresas y el sector, reconoció que el contexto está cambiando y, frente a ello, la intención es adaptarse. “Estamos trabajando fuertemente en hacernos más eficientes en los procesos para poder disminuir costos internos, los que podemos manejar nosotros; si el contexto ayuda, es mucho más fácil”, señaló.
A pesar de la coyuntura, Miguel destacó que hay proyectos en marcha, como la ampliación de la planta de troceado. “Se está armando un sector de congelados, incorporando cámaras y ampliando la capacidad de producción, pero esto también trae aparejado poder tener carne congelada con buenos sistemas de congelamiento, especialmente diseñados para eso, donde el producto cumple con todos los requisitos para poder salir al mercado externo”, indicó.

Además, dijo que en la planta de elaborados están incorporando maquinaria que permitirá mejorar la eficiencia y calidad de los productos, incrementando también la producción. Al mismo tiempo, reveló que están desarrollando nuevos productos que pronto llegarán a la mesa como son las milanesas, las hamburguesas y prontamente las salchichas en tres tipos: de viena, para súper pancho y alemana.
Por otra parte, hacia abajo de la cadena, mencionó que siguen avanzando con el proyecto de integrados, asociándose con productores, tanto de cereales como de cerdos, “para poder por un lado tener una materia prima segura que abastezca la industria y por el otro, asegurándonos la trazabilidad y calidad de la misma”.
“Ojalá pronto podamos también contarles que estemos invirtiendo en una planta de faena que es el único eslabón de la cadena que nos falta. Pero este ya es un sueño más grande pero que tenemos fe de poder cumplir en un futuro no tan lejano”, anticipó.

La importancia de invertir
Nuevas máquinas, mayor cantidad personal, más vehículos y la relación con los productores para garantizar la compra y retiro de los animales son las inversiones claves que sostienen e impulsan la empresa, según comentaron. De todas formas, destacaron que hubo tres de ellas que marcaron un quiebre:
1) la compra de la participación social a la otra familia socia en 2008 que permitió cambiar la visión del proceso productivo a uno más industrial, de mayor escala, y no tan artesanal como se venía haciendo;
2) la compra de la exfábrica láctea donde actualmente está la planta de elaborados que se dio entre 2012 y 2013, que también nos permitió mejorar los procesos y crecer en ese rubro;
3) la habilitación en Senasa que nos permitió poder salir con nuestros productos a comercializarlos en todo el país.

“Actualmente se invierte en tener un sector de congelados que permita cambiar el sistema de enfriamiento, al pasar de un sistema de enfriamiento por freón a uno con amoníaco que es mucho más eficiente y con menor impacto ambiental”, destacaron.
Finalmente, trazaron una meta decidida que mira fuera del país: “Creemos que va a marcar un hito nuestro sistema de trabajo, permitiéndonos poder abrir el mercado externo donde se requiere carne congelada por la durabilidad del producto para su traslado a largas distancias”, concluyeron.