ENFOQUE PORTADA

La economía mundial se ralentiza y la Argentina sufrirá más por su propia desidia

Por Julio Panceri – CPN – Docente – Consultor ///

Las proyecciones económicas para 2023 vaticinan que el mundo crecerá más lento. La Argentina no le irá en saga y tendrá un año muy complejo.

Al parecer y más allá de los problemas internos que estamos viviendo los argentinos, el mundo se prepara para transitar un 2023 muy lento en materia de crecimiento económico, aunque las perspectivas apuntan a que el proceso de contracción monetaria se suavice durante este año y 2024 marque un sendero de evolución.

Las proyecciones del Fondo Monetario Internacional para 2023, indican que en el 84% de los países la inflación (precios al consumidor) tendrá indicadores menores a los del 2022. En 2022 la inflación promedio mundial fue del 8,8% y se espera que en 2023 se ubique en el 6,6% y el 4,3% para 2024.

La baja de la inflación será consecuencia de un proceso de enfriamiento de la economía, derivada especialmente por el aumento de las tasas de interés que están proponiendo los bancos centrales de las principales economías. Según las estimaciones, este proceso de desaceleración económica traerá aparejado una contracción de la demanda que originará una baja promedio del 16,2% en los precios de los combustibles y del 6,3% en el resto de las materias primas.

Con algo de moderación, considerando el ritmo que tenían en 2022, las economías desarrolladas siguen aumentando las tasas de interés de referencia. En el inicio de febrero, el Banco Central Europeo aumentó la tasa y la ubicó en el 3% anual (aumento del 0,5%), de la misma manera reaccionó la Reserva Federal de Estados Unidos, que ubicó su tasa de interés de referencia en el rango 4,5% – 4,75% (aumento del 0,5%), igualmente han señalado que la inflación ha desacelerado, pero sigue siendo elevada.

El Banco Central de Inglaterra, elevó la tasa de política monetaria al 4% anual (aumento del 0,25%), la inflación en Inglaterra cerró el 2022 en el 10,5% anual. Aunque sigue la suba de tasas de interés, para frenar la inflación, se estima que el último aumento moderado sería en marzo y luego no habría otros movimientos en el año, lo que estaría poniendo fin al ciclo de contracción monetaria y reordenando los flujos de inversión en el planeta.

Pronósticos.

Observando las estimaciones sobre crecimiento del nivel de actividad (F.M.I), las mismas indican que el PBI mundial crecerá en 2023 un 2,9% (crecimiento del 3,4% en 2022) y un crecimiento del 3,1% en 2.024. Hay esperanzas que China sea el motor del crecimiento en 2023, debido a la reapertura total de sus actividades (post Covid) y eleve su PBI en promedio 5,2% (crecimiento del 3,0% en 2022). Asimismo se espera un crecimiento de la economía de India del 6,1% (6,8% en 2022). Las demás economías desarrolladas tendrán un crecimiento en 2.023 mucho más austero. Estados Unidos tiene una previsión de expansión de su economía del 1,4% (2,0% en 2022), los países de la zona euro 0,7% (3,5% en 2022), Alemania 0,1% en 2023 (1,9% en 2022), para Brasil se espera un crecimiento de actividad en 2023 del 1,2% y del 1,5% en 2024, bastante alejado del 3,1% de 2.022.

La Cepal estima que América del Sur tendrá un crecimiento económico en 2.023 del 1% (luego de una expansión aproximada al 3,7% en 2.022).

En nuestro país, el Relevamiento de Expectativas de Mercado que publicó este viernes el Banco Central, estima que la inflación mensual en el primer semestre oscilará entre el 5% y 6% y que el índice inflacionario anual promedio será del 97,6% (79,6% anual para 2024), la previsión sobre el tipo de cambio nominal al cierre de 2023 indica que se ubicará en $ 327,50. El crecimiento del PBI se estima en 0,5% para este año y el déficit fiscal primario promedio sumaría $ 3,15 billones.

La sequía afectaría las exportaciones, las cuales están estimadas para 2023 en U$S 80.680 millones y las importaciones en U$S 75.301 millones, esto nos deja un superávit comercial con sabor a poco. El 2022 cerró con exportaciones por U$S 88.446 millones e importaciones por U$S 81.523 millones, entregando un saldo de balanza comercial de U$S 6.923 millones. El año pasado, el “Campo” aportó el 64,4% de las exportaciones nacionales con U$S 56.987 millones (Productos Primarios U$S 23.868 millones y Manufacturas de Origen Agropecuario U$S 33.119 millones).

Impresión.

Por lo visto, salir del proceso de expansión monetaria que implicó la lucha contra la pandemia, agravado por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania que impacto directamente sobre los precios de la energía en Europa, será lento y complicado. Nos enfrentamos a una economía con contracción de demanda y dinero más caro, esperemos que estas condiciones no afecten mucho a nuestra economía nacional, especialmente en el proceso de exportaciones de materias primas alimenticias y captación de inversiones.