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“La deuda llevará a la Argentina a una inevitable crisis”

Alejandro Olmos Gaona estuvo en Paraná y advirtió por el endeudamiento en u$s 100.000 millones del Gobierno de Macri. Además, alertó por las Lebac del BCRA. “Los especuladores siempre ganan”, cuestionó. Nahuel Amore

 

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Alejandro Olmos Gaona estuvo en Paraná y advirtió por el endeudamiento en u$s 100.000 millones del Gobierno de Macri. Además, alertó por las Lebac del BCRA. “Los especuladores siempre ganan”, cuestionó.

Nahuel Amore | Dos Florines

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La corrida cambiaria que vivió el país durante estas semanas es una primera muestra de la vulnerabilidad del modelo económico actual y de los problemas estructurales que arrastra la Argentina. En este marco, el historiador e investigador Alejandro Olmos Gaona estuvo este jueves en Paraná y anticipó una crisis de deuda para “el año que viene o unos meses más adelante”.

Convocado por la Facultad de Ciencias de la Gestión de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) y acompañado por Marcelo Casaretto, el disertante puso sobre la mesa los números del creciente endeudamiento del país, que se profundizó en 100.000 millones de dólares desde que Mauricio Macri asumió como Presidente, y que se agrava por la insostenible emisión de Lebac del Banco Central.

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“La deuda es el rubro más importante del Presupuesto. Si bien está el gasto social primero que todos, le sigue la deuda, superior a salud, educación, ciencia y tecnología, defensa”, cuestionó el especialista durante el encuentro en el que estuvo presente DOS FLORINES. En línea con su filosofía, no dejó de plantear que “hay que pagar lo que realmente uno debe, pero no lo que no se debe, lo que nunca recibimos y se fugó”.

Crecimiento de la deuda

“Desde 1982 hasta 2013, se pagaron casi 400.000 millones de dólares. En la gestión Kirchner se pagaron, según declaró la entonces presidenta, 190.000 millones de dólares. Y cuando se fue Cristina Kirchner, la deuda pública total del país era de 250.000 millones de dólares”, recordó Olmos Gaona.

En esta línea, destacó que actualmente, de acuerdo a las cifras a septiembre de 2017, la deuda argentina asciende a 305.000 millones de dólares, de los que se genera un “costo de intereses para 2018 de 21.200 millones de dólares que tenemos que pagar”. “Por supuesto, la Argentina no los puede pagar y por eso los intereses que no se pagan, lo capitaliza por anatocismo y así la deuda sigue”, alertó.

Al respecto, disparó: “De acuerdo a este maravilloso gobierno que asumió el poder a fines de 2015 -que vino a transparentar las cuentas públicas, a hacer una cuestión distinta para insertarnos en el mundo-, se ha producido el mayor endeudamiento del que se tenga memoria en la historia argentina”. Según señaló, entre 2016 y lo que va de 2018 “se han emitido 100.000 millones de dólares, más del doble de lo que emitió la dictadura en siete años”.

De igual modo, hizo una aclaración en términos políticos: “Esta no es deuda del gobierno de Macri solamente. Esta es deuda de la mayor dirigencia política en su conjunto. Todos los decretos de emisión de deuda del Presidente y todas las resoluciones del actual Ministerio de Finanzas, firmadas por Luis Caputo, están fundados en la ley de presupuesto de 2016, 2017 y 2018. Esas leyes fueron aprobadas por los bloques mayoritarios del Congreso”.

Para Olmos Gaona, los diputados y senadores de Cambiemos, del Justicialismo y del Frente para la Victoria “son co-responsables de estos 100.000 millones de deuda que significan un costo de tal magnitud que van a llevar a la Argentina a una inevitable crisis el año que viene o unos meses más adelante”.

Lebac: la deuda cuasi fiscal

“Acá hay un hecho que no ocurrió nunca, ni siquiera en la época de la dictadura. Esto que realmente es inédito y ha causado un enorme problema en las últimas semanas y lo va a causar en el futuro, es el problema del Banco Central”, introdujo el disertante en relación a la fenomenal emisión de Letras –deuda cuasi fiscal– que la entidad utiliza como mecanismo para financiar el déficit e intentar controlar la inflación.

“Si bien esto empezó a generarse en 2002 con la gestión de Duhalde, comenzó a tener un incremento mucho más grande en 2010. El gobierno compraba dólares para aumentar las reservas del Banco Central con pesos. Para que esa emisión monetaria no causara efecto inflacionario, la esterilizaba a través de la emisión de Lebac por la cual los pesos que emitía por un lado, los recuperaba en el otro; pero, por supuesto, a un costo fiscal muy grande porque generaban intereses muy altos”, rememoró.

En esta misma línea, comparó cómo evolucionó esta política. “Cuando se fue del gobierno la señora de Kirchner, la deuda de Lebac del Banco Central era de 25.000 millones de dólares emitidos en pesos. Pero vino Mauricio, con su mejor equipo de los últimos 50 años, y eso se convirtió en dos años y cinco meses en 65.000 millones de dólares. Pero con una particularidad: apenas asumió el gobierno, la tasa de interés que se fijó fue del 37%”, indicó.

Olmos Gaona recordó que de a poco comenzó paulatinamente a descender dicha tasa, hasta que este año explotó con la especulación y la corrida cambiaria que provocaron una nueva devaluación del 20%. “Volvieron a subir la tasa para tratar de que se invirtiera en Lebac y la gente no se fuera al dólar”, explicó.

“La corrida empezó y determinó que el Banco Central tuviera que seguir aumentando la tasa y finalmente el sistema financiero -los especuladores de siempre, a los que no les importa el comercio sino maximizar su ganancia cueste lo que cueste y caiga quien caiga-, obtuvo una tasa de interés del 40% en la renovación de Lebac de este martes”, manifestó.

Esta situación sin dudas que generó una gran preocupación en la población, aunque para el profesional al menos en el corto plazo “no va a haber ninguna catástrofe porque ya han conseguido lo que querían: el presidente del BCRA subió la tasa al 40%”. En este sentido, se pregunta: “¿Quién va a venir a invertir a la Argentina si compro papeles que le dan esa rentabilidad, si los especuladores siempre ganan?”

Al respecto, planteó que hay 400.000 millones de dólares de argentinos en el exterior y 230.000 millones en la Argentina en cajas de seguridad y el colchón de las casas, sustraídos del sistema productivo. “¿Cómo podemos hablar de un superávit comercial sólido, de un intercambio comercial importante, cuando el dinero que produce la Argentina se dedica exclusivamente a la especulación?”, criticó.

“Siempre ha sido negocio comprar deuda argentina”

Olmos Gaona reveló que los bonos emitidos en 2016 y 2017 manifestaban a los inversores cuál era la situación económica, financiera y política de la Argentina. “Esto decía el Gobierno a la comunidad financiera”:

– “Que existe incertidumbre y riesgo sobre el futuro económico debido a la inflación y la volatilidad del sistema cambiario”.
– “Que puede haber menos crecimiento económico y reducción de las reservas del Banco Central”.
– “Que puede haber reducción de la inversión extranjera, lo que privaría a la Argentina del capital necesario para el crecimiento económico; que puede haber hostilidades internacionales e incertidumbre política”.
– “Que puede haber inestabilidad política, social y económica en el futuro; que el gobierno no puede garantizar los impactos causados por las medidas implementadas en el país”.
– “Que el aumento del gasto público puede tener un efecto adverso significativo y consecuencias negativas por largo tiempo y las perspectivas económicas de la Argentina”.
– “Que el gobierno desconoce cuáles serán los resultados de las medidas implementadas en el sector energético y sus repercusiones”.
– “Que el riesgo de no hacer frente adecuadamente a los riesgos reales del deterioro institucional puede afectar adversamente a la economía y la situación financiera de la Argentina”.
– “Que las fluctuaciones del peso pueden afectar adversamente a la economía y la capacidad de cumplir con las obligaciones del país”.

Tras mencionar estos puntos, el especialita sintetizó: “A esto lo conocen lo acreedores, que a pesar de ello invierten y compran bonos. ¿Por qué los compran? Porque siempre ha sido negocio comprar deuda argentina, porque el país pagó las mejores tasas y siempre, a pesar de los default, pagó”.

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