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La actividad económica santafesina tuvo un resultado negativo en el tercer trimestre

“Entre julio y septiembre de 2022, el Índice Compuesto Coincidente de Actividad Económica de la Provincia de Santa Fe (Icasfe), acumuló una caída del 2,0%, revirtiendo el impulso registrado en los meses precedentes”, dice el informe elaborado por el Centro de Estudios y Servicios de la Bolsa de Comercio de Santa Fe. Agrega que la variación mensual fue de – 0,9% y la interanual de 0,4%.

En septiembre pasado, 11 de las 14 series representativas de la actividad económica provincial, presentaron variaciones negativas; dos registraron tasas nulas y una sola creció levemente. El informe señala que “las series representativas del sector industrial marcaron caídas significativas en términos mensuales”.

Sector por sector.

La producción láctea tuvo una variación positiva de 0,3%, en tanto, ventas en supermercados exhibió un resultado neutro: 0,0% y los puestos de trabajo, -0,0%.

En tanto, los sectores con caídas fueron los siguientes: hidrocarburos para la agroindustria y el transporte, -0,4%; consumo de cemento, -0,6%; el patentamiento de vehículos nuevos, -0,9%; remuneraciones reales, -1,2%; los recursos tributarios, -1,7%; la faena de ganado bovino y porcino, -1,7%; el consumo de energía eléctrica industrial, -2,0%; la molienda de oleaginosas, -2,2%; el consumo de gas industrial, -2,9%; la producción de maquinaria agrícola, -2,9% y la demanda laboral, -15,5%.

Síntesis y perspectivas.

A modo de síntesis, el informe del Icasfe dice que, en línea con cuatro caídas mensuales sucesivas registradas por el índice coincidente, la variación interanual del Icasfe apenas
pudo mantenerse en terreno positivo. El guarismo correspondiente a septiembre de 2022 se ubica en 0,4%, 2,8 puntos porcentuales por debajo de los registros de mayo.

Esta situación da cuenta del importante recorte que tuvo la economía durante el tercer trimestre, frente a la recuperación que mostró la actividad entre los meses de enero y junio. Al respecto, vale señalar que el impulso del primer semestre estuvo apuntalado por el sector industrial y por la actividad de la construcción. También hicieron lo propio algunos sectores vinculados al comercio y servicios.

Barreras.

A pesar de que todavía se mantenían algunas restricciones propias del contexto de pandemia, actividades importantes en cuanto a la generación de empleo en nuestra provincia, tuvieron un desempeño que posibilitó continuar con el proceso de recuperación, sostiene el informe del CES.
Luego, los desequilibrios de la política macroeconómica nacional, enfocada en atender dificultades de corto plazo y en cumplir con las metas del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), provocaron que el rebote se volviera más endeble.
“Desde el comienzo del año, la situación en materia monetaria e inflacionaria venía provocando efectos muy negativos sobre la previsibilidad en las decisiones de los distintos hacedores de la actividad económica.

“Ya en el segundo semestre, la agudización de medidas restrictivas en cuanto a la importación de insumos para la producción, así como de otros bienes de consumo, provocaron el quiebre en el sector industrial. Asimismo, la formalización de un amplio abanico de tipos de cambio diferenciales para distintas actividades, continuó alimentando la incertidumbre y los efectos distorsivos sobre los precios de referencia”.
El informe, además, advierte que, de cara a los próximos meses, “un elemento clave que se suma al contexto provincial es el impacto de la sequía que afecta a la actual campaña agrícola y que genera un efecto derrame sobre toda la economía”.