Hoteleros y gastronómicos ven “una luz” de salida, pero aún hay deudas que pagar

12/09/2021

Osvaldo Cabrera, presidente de la AEHG Paraná, considera que con la reactivación de la actividad vendrá un largo proceso de recuperación de las empresas. Piden al Estado financiar las deudas impositivas y tarifarias. “Tenemos la voluntad de poner al día las cuentas, sabiendo que es una mochila pesada”, afirmó. Nahuel Amore

A un año y medio de que el coronavirus irrumpiera en el mundo y la Argentina, el sector hotelero y gastronómico pareciera vislumbrar mejores perspectivas para lo que viene. Los ánimos se van reincorporando, a medida que la reactivación comienza a sostenerse con mayores flexibilidades y ante el ritmo de vacunación. De todas maneras, advierten que todavía hay deudas que deben afrontar para poder sanearse.

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Osvaldo Cabrera, presidente de la Asociación Empresaria Hotelera y Gastronómica (AEHG) de Paraná, sintetizó que “la experiencia de la pandemia fue de un alto grado de incertidumbre, como una catástrofe que uno nunca hubiese esperado”. Esto, claramente, generó un impacto de tal magnitud que dejó empresas y trabajadores en el camino, mientras que aquellos que siguen en pie buscan renovar las esperanzas sin olvidar que hay temas pendientes que afrontar.

En diálogo con DOS FLORINES, Cabrera reconoció que hay señales que dan cuenta de que vendrán tiempos mejores y eso los ilusiona. “Con el plan de vacunación y el amesetamiento del Covid-19, tenemos un futuro esperanzador. Ya tenemos un objetivo de hacia dónde ir, hay una luz. Creo que vamos a andar bien y que la industria del turismo se va a recuperar”, auguró.

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De todas maneras, también reconoció que hay un sinnúmero de empresas que permanecen endeudadas y que les llevará tiempo poder recomponerse, al igual que los puestos de trabajo que se perdieron. La clave para sobrevivir, aseguró, fue “la fuerza del empresariado de poder subsistir, trabajar y poder reinventarse, por el amor hacia la actividad, ya que uno lo hace con pasión”.

¿Cómo creen que se dará la reactivación del sector? ¿Son optimistas de que será sostenida o hay cautela?

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—Sin lugar a dudas, con el avance de la vacunación, con las bajas de los casos graves y de camas de terapia intensiva, con el plan PreViaje y a nivel local con el trabajo del Plan Estratégico de Marketing, con las nuevas habilitaciones y las posibilidades de viajar, desde el sector esperamos una reactivación. La gente también está con muchas ganas de salir y pasear. A medida que van permitiendo más actividades con protocolos, estamos muy esperanzados con el futuro.

¿Es posible mejorar los indicadores de la prepandemia, de años como 2019 o 2018?

—En ese caso uno es cauto, porque sigue habiendo protocolos que reducen la circulación horaria y también las capacidades. En gastronomía, por ejemplo, el aforo habilitado es del 70% dentro del local. Además, hay mucha cautela porque todavía no podemos compararnos con años como 2018. Todavía no hay un marco tan normal para que así suceda. Está también la situación económica.

La reactivación toma impulso en este contexto de Covid, pero encuentra un freno también en la capacidad económica de las familias.

—Tal cual. El factor económico es una limitante. Sigue siendo una limitante el aforo porque tenés un 30% menos. Sí tenemos motivaciones con el Plan PreViaje y la gente tiene que aprovecharlo, porque están devolviendo el 50% de los gastos turísticos en una tarjeta.

El turismo interno busca fortalecerse en la pospandemia.

¿Cómo se dará la recuperación de las empresas del sector, teniendo en cuenta que el golpe fue fuerte y quedaron muchos en el camino?

—Vemos que va a ser posible. También es un proceso que llevará tiempo. Se necesita la ayuda de los gobiernos para que esto suceda, porque en los años que estuvieron parados hubo una acumulación de deudas. Por eso, se está gestionando para lograr buenas moratorias tributarias y planes para ponerse al día con las tarifas. Hay muchas deudas en la luz, los impuestos y las leyes sociales, que se atrasaron no voluntariamente sino por la imposibilidad de trabajar. Los gastos fijos siguieron. Por eso, la rueda se va a ir poniendo paulatinamente en movimiento, nos vamos a ir recuperando y creo que los puestos de trabajo también. Con el correr del tiempo y cuando la actividad vuelva a los números normales, los puestos van a volver a surgir, tal vez con nuevas modalidades que llegaron para quedarse. En gastronomía, permanecerán las plataformas con los servicios de delivery.

¿Qué otros cambios visualiza que dejó la pandemia en el trabajo diario de la actividad?

—La tecnología y las nuevas modalidades de venta se agilizaron. Es una tendencia mundial, no sucede sólo a nivel local. Además, se fueron estableciendo nuevas costumbres, como es a partir de las limitaciones en los horarios. La gastronomía en Paraná era casi exclusiva de la noche, pero hoy se ve otro tipo de movimiento al mediodía y la tarde. Creo que son costumbres que llegaron para quedarse, porque la gente tomó el hábito de salir más, ir a cervecerías, bares, casas de té, que antes era raro verlos llenos en esos horarios.

Políticas de Estado

—¿Cómo está el diálogo con el Gobierno provincial y municipal para continuar las políticas de contención que necesitan las empresas, a pesar de la reactivación?

—El diálogo existe. Se está trabajando en las medidas que se pueden dar para favorecer la buena voluntad del empresariado de poner las cuentas en orden. Estamos a la espera de un plan para la energía eléctrica, para poder financiar las deudas acumuladas. El gobernador anunció determinadas medidas que esperamos que se hagan realidad. Sucede lo mismo con los impuestos provinciales, que se fueron gestionando a través de las cámaras. Tenemos la voluntad de poner al día las cuentas, sabiendo que es una mochila pesada.

—¿Qué otros costos deben afrontar los empresarios en esta etapa de reactivación?

—Hay que volver a poner en condiciones los establecimientos, teniendo en cuenta que pasó un año y medio para que vuelvan a funcionar. Si una casa cuando queda cerrada se empieza a deteriorar, lo mismo sucede con los hoteles, por ejemplo. Son todos costos de mantenimiento que surgieron durante estos meses en los que no se trabajó, y ahora hay que ir amortizando a medida que la rueda comience a marchar. Antes no había ingresos, hay que entenderlo. Por eso, tenemos toda la voluntad y las esperanzas de cara al futuro para recuperar la actividad turística, hotelera y gastronómica.

En los locales gastronómicos, el aforo permitido es del 70%.

Luego de la ayuda a través del ATP, el Repro y el aporte de la Provincia por tres meses, ¿cuándo podrían estar en condiciones de pagar la totalidad de los sueldos?

—Creo que con el correr de los días y las habilitaciones, eso va a suceder. La misma actividad te va generando recursos para pagar los sueldos. Lo que sí, se necesitará ese financiamiento para las deudas acumuladas. Se está gestionando una ley de emergencia que permita al sector posponer vencimientos, sobre todo impositivos; y en cuanto a las tarifas poder financiarlo sin intereses. En tanto, con la vuelta al movimiento y el trabajo, no creo que haya problemas con el pago de sueldos, si el Estado favorece esas condiciones para salir adelante con las deudas acumuladas.

Podríamos entender que aun cuando haya reactivación, el empresariado seguirá dependiendo de las condiciones, por momentos inciertas, que definan los Estados.

—Siempre la política está ligada al sector privado. La política tiene que favorecer las condiciones para que el sector privado pueda trabajar y desarrollarse. Así, uno y otro se va complementando, porque también el sector privado es quien nutre a la política. Creo que es una forma permanente de trabajar, conjunta, tomando el turismo como una política de Estado.